Portada de El Comercio del 16 de enero de 1919, sobre las protestas que llevaron a la creación de la ley de las ocho horas de trabajo.
Portada de El Comercio del 16 de enero de 1919, sobre las protestas que llevaron a la creación de la ley de las ocho horas de trabajo.
/ Archivo El Comercio

El día de ayer transcurrió más animado que los dos anteriores del paro general, y junto con esta animación que se notara en las calles de la ciudad, particularmente en las últimas horas de la tarde, las familias encontraron, también, mayores facilidades para proveerse de los artículos de consumo más indispensables.

Casi todas las pulperías, en efecto, mantuvieron abiertas sus puertas hasta las primeras horas de la noche. La matanza efectuada en el camal durante la madrugada, permitió que los mercados se proveyeran de carne y que el público pudiera así adquirir ese artículo, aunque, según nos informa, a precios algos superiores a los normales.

Los vendedores ambulantes de leche y de fruta, también salieron a las calles, satisfaciendo los pedidos de sus clientes en las primeras horas de la mañana.

La atención pública estuvo pendiente en la tarde de las disposiciones que se adoptaban por el gobierno para poner término al movimiento obrero, que comenzaba ya a irrogar serios prejuicios a los habitantes de la capital.

Ya en nuestra última edición alcanzamos a dar noticia sucinta a nuestros lectores de las medidas a que nos referimos, y que están constituidas por el decreto que declara obligatoria la jornada de ocho horas y el arbitraje, que publicamos con esta información, y por las medidas de orden público adoptadas, a fin de garantizar el funcionamiento de los centros de trabajo, las casas comerciales y el tráfico en la ciudad.

En la noche, como consecuencia de estas resoluciones con las cuales ha quedado terminado el paro general, se notó una gran animación en las calles. El tráfico de carros eléctrico fue restringido a los balnearios, y por todas partes era posible percibir el regocijo con que la población miraba el término de un estado de cosas cuya prolongación hubiera dañado hondamente a las mismas clases trabajadoras y a la sociedad.

Hoy, seguramente, ha de restablecerse el tráfico de carros urbanos, y la vida en Lima readquirirá su aspecto habitual.

He aquí los datos que nos han traído nuestros cronistas sobre los sucesos de ayer:

Los carrilanos del centro presentan sus reclamaciones

Callao, enero 15 de 1919. – Señor gerente de la empresa del ferrocarril Central del Perú – Los suscritos, carrilanos de la empresa, nos presentamos respetuosamente ante Ud. y decimos: que habiéndonos prometido en el reclamo anterior aumentar nuestro salario, en un periodo de dos meses, y no habiendo sido cumplido durante el trascurso del tiempo citado, nos presentamos nuevamente ante Ud. con la siguiente reclamación:

1º – Aumento de nuestro salario en un 50 por ciento sobre el sueldo que tenemos actualmente.

2º – Ocho horas de trabajo y permanencia de todos los reclamantes en sus puestos.

3º – Después de pasadas esas ocho horas de trabajo, se considerarán las subsiguientes como sobretiempo doble.

4º – Los trabajos de los días feriados como domingos y días de fiesta serán considerados dobles.

5º – El mejoramiento del agua en la sección Legua; porque la que actualmente tiene en el servicio es sucia y proveniente de desagües.

Deseamos que nuestra reclamación sea atendida y dada la respuesta el término de 24 horas.

Por la comisión de carrilanos.

Antonio Yaurique – Gamaniel Martínez

También han presentado iguales reclamaciones los carrilanos que trabajan en las secciones de Ancón a la Palma y de Chosica a Viterbo.

Durante la noche de ayer se nos comunica que se ha llevado a cabo algunos asaltos en la jurisdicción del cuartel tercero, que no adquirieron mayor importancia por la oportuna y enérgica intervención de la policía.

De estos pequeños asaltos el más grande ha sido el que se dirigió a una chingana de asiáticos situada en la calle de Maravillas.

El comisario, señor Vidal, y sus subalternos como afirmamos, reprimieron a tiempo todos esos desmanes.

En otras jurisdicciones también se han efectuado pequeños asaltos que en la mayoría de las veces han sido cortados por la policía sin que hayan cobrado carácter alarmante.

Los obreros tejedores

Como ya anunciamos, la comisión de huelguistas tejedores se constituyó a las 11 y 30 de la mañana de ayer en el Ministerio de Fomento, con el objeto de seguir discutiendo la forma de poner término al conflicto obrero, suscitado por ese gremio y los de panaderos y curtidores.

Las comisiones huelguista entregaron al ministro, señor Vinelli, una nueva fórmula de arreglo, que fue acordada en la última asamblea de huelguistas.

Contiene la fórmula las siguientes bases:

1º – Jornada de ocho horas con el mismo salario que ganaban antes en las 10 horas de trabajo.

2º – Por cada hora excedente, durante el día, ganarán 30 centavos extraordinarios.

3º – Por cada hora excedente, durante la noche, ganarán un treinta por ciento más sobre su salario; y

4º – El horario conforme al que trabajarán, será de 7 a 11 de la mañana y de 1 a 5 de la tarde.

Los tejedores, en cambio, conceden a sus patrones, la supresión de la tarea y de la gratificación a que antes tenían derecho por exceso de trabajo.

Los operarios de la fábrica del “Inca” han presentado una cláusula especial, a fin de que rija para ellos solos. Quieren que un solo hombre trabaje en ocho máquinas y no en 12 como tenían antes de la huelga, suprimiéndoseles, en cambio, el ayudante que tenía cada uno de ellos.

El ministro de Fomento, después de discutir con los huelguistas, hasta cerca de la 1 de la tarde, dispuso que se enviase copias de esta última fórmula a los gerentes de las fábricas de tejidos a fin de que tengan conocimiento de ella y puedan contestar lo conveniente en una nueva reunión especial que se realizará esta tarde en el local del mismo ministerio.

El servicio telegráfico con el interior

Los huelguistas del asiento mineral de Morococha tuvieron en la tarde de ayer aislada esa región con la capital por haber cortado las líneas de telégrafo del estado y las de la Peruvian.

En vista de esto se dispuso que de la última estación que se comunicaba con Lima se destacaran las cuadrillas necesarias para emprender la reparación de las líneas a fin de obtener noticias sobre el estado del movimiento obrero que se realiza en ese lugar.

Esta reparación se llevó a cabo y en las primeras horas de la noche la comunicación telegráfica fue restablecida.

Huelga en los valles

Como ya saben nuestros lectores, los operarios de Vitarte se mantienen aún en huelga y tienen en poder de sus patrones un pliego de reclamaciones.

Sabemos, por informes que hemos recabado de la policía, que se han adherido al movimiento los trabajadores del fundo “Monterrico grande” y los de las demás haciendas del valle de Ate.

De la intendencia de policía se han enviado piquetes de gendarmes para que el orden no sufra mayores alteraciones.

Los obreros de la hacienda “La estrella” se han declarado en huelga

Se nos remite la siguiente carta:

Hacienda “La Estrella”, 14 de enero de 1919. – Señores redactores de El Comercio, Lima, señores redactores: conocedores de la buena acogida que dispensan ustedes en su importante diario a las reclamaciones obreras, molestamos su atención para que ser sirvan dar publicidad, a la actitud sumida por todos los trabajadores de la hacienda “La Estrella”, pues es el caso que, percibiendo un jornal en extremo deficiente para atender el sustento diario, hemos acordado unánimemente el día 13 de enero del presente año, paralizar nuestras labores, adhiriéndonos al paro general; al mismo tiempo declararnos en huelga reclamando la jornada de 8 horas, el 50 por ciento de aumento sobre lo que actualmente percibimos; la abolición del monopolio que existe en este lugar por medio de un tambo implantado por la gerencia; dando así libertad al comercio libre; y que ningún obrero sea separado del trabajo al solucionarse el conflicto.

El pliego de reclamos ha sido presentado ayer 14 a horas 8:00 p.m. dando un plazo de 14 horas para respuesta que se vence a las 11 a.m., del día 15; asimismo, hemos pasado una nota a la intendencia de policía poniendo en conocimiento del señor intendente la actitud asumida por los obreros de la hacienda “La Estrella”.

Anticipando nuestro agradecimiento por la publicación de la presente, somos de ustedes, señores redactores sus atentos y .

Pedro Quichis, presidente – Carlos Vásquez, secretario.

A este respecto recibimos, también, la siguiente carta:

Enero 15 de 1919

Señores redactores de El Comercio, ciudad, SS.RR.

En la última edición de hoy del prestigioso diario que ustedes redactan, aparece publicada una carta que les han dirigido los obreros de nuestra hacienda “La Estrella”, en la cual se expresa que es objeto de pedido la abolición del monopolio que existe en la hacienda por medio de un tambo implantado por la gerencia.

Dicha afirmación es completamente antojadiza porque existe y siempre ha existido en nuestra hacienda la más amplia libertad de comercio como lo comprueba el hecho de haberse actualmente implantados en “La Estrella” a más del Tambo Grande, los tambos y fondas de los industriales: Tarihoto, Kato, Nomura, Yamada, Sibuya, Agustín Elías e Inés Alegre, todos los cuales son de propiedad particular y en los que no tenemos la menor participación. Por lo demás esta gerencia velando siempre por el bienestar de sus obreros, ha protegido en toda ocasión el establecimiento de negocios particulares que pudieran beneficiar en alguna forma al proletariado.

Agradeciéndoles a ustedes se dignen dar cabida a la presente en las columnas de su acreditado diario, nos es grato suscribirnos, sus muy atentos servidores.

Pow Lung y Cia.


La huelga de los tripulantes de los vapores Ucayali y Huallaga.

En nuestra anterior edición anunciamos ya que los tripulantes de los vapores “Ucayali” y “Huallaga” de la Compañía Peruana de Vapores, se habían declarado en huelga.

Publicamos a continuación el pliego de reclamaciones que los tripulantes de dichos barcos, han presentado ayer al gerente de la compañía:

Señor gerente de la Compañía Peruana de Vapores

Presente

Los abajo firmantes, tripulantes del departamento de cámara de los vapores “Ucayali” y “Huallaga” de la compañía que usted tan acertadamente administra, han resuelto elevar a usted el presente pliego de reclamos que tiende a conseguir de usted las mejoras necesarias e inminentes del gremio, que hoy más que nunca sufre el estrago de la crisis económica que envuelve a las más humildes clases sociales.

Al elevar a usted nuestro vehemente deseo de mejoramiento ha contribuido, más que nada, el laudable concepto que usted nos ha sugerido como hombre sensible a todo acto de equidad y justicia, para que sometido a la recta sanción de usted se pronuncie en nuestro favor.

La inmensa carestía de la vida y el escaso sueldo que disfrutamos, no nos permite ni siquiera un relativo bienestar. Por lo tanto, en primer lugar, pedimos:

Ciento por ciento de aumento en los sueldos que disfrutamos actualmente y designárselo de primer camarotero, al oficial de rancho y de salonero al oficial de mecánicos; así mismo deben quedar comprendidos en esta última observación los oficiales de los carniceros y panaderos, puesto que lo mismo unos que otros carecen de él por cuenta de la compañía.

El género y organización de nuestro trabajo impide en viaje darle un horario y reglamento regular, pero no acontece lo mismo en el puerto del Callao donde hay días que rige un horario excesivo. Por cuento, en segundo lugar, pretendemos de usted:

Establecer en el Callao una jornada de trabajo comprendida entre las 7:30 a.m. y 5:00 p.m. los días laborables a excepción de los sábados que la jornada concluirá a las 12 m. Los domingos y días feriados debe quedar completamente impedido el trabajo a excepción de los estrictamente necesarios para las guardias.

Saltando por encima de lo legal, y sin tener firmado inventario alguno; se han dado casos en que a los inscritos les ha sido descontado algunos objetos necesarios para el trabajo, con cuyo acto se ha sentado un precedente de responsabilidad que no debe, que puede existir. Por lo cual insistimos:

No será, en lo sucesivo, descontada pérdida alguna a ningún tripulante de cámara que no tenga firmado inventario.

Los malos tratos y faltas de consideración que observen con nosotros son, en la mayoría de los casos, motivos de insubordinación, que han sido calificados con excesivo recrudecimiento creando las “listas negras”. Pues bien, queremos igualmente:

La anulación de las citadas listas por considerarlas como un estigma infamante y porque coarta la libertad del trabajo.

Finalizamos nuestra petición recordando a usted:

La gratuita entrega, a todo individuo que lleve seis meses consecutivos de servicio, de dos uniformes blancos y uno azul, y el 50 por ciento de descuento en los precios a que los suministra en la actualidad la compañía para los que no lleven el citado tiempo.

En espera de una pronta resolución de usted, quedamos sus afectísimos y seguros servidores





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