Naciones Unidas, 31 (AP). El veterano diplomático peruano Javier Pérez de Cuéllar, que a medianoche asumirá el cargo de secretario general, se propone dar un tono típicamente latino al organismo mundial.
“El español será el idioma preferido”, dijo el vocero de Pérez de Cuéllar, François Giuliani. El diplomático peruano también habla francés e inglés.
El programa de enseñanza de idiomas de la ONU anticipa un incremento en el número de estudiantes de español para el año que se inicia y se ha informado que algunos altos funcionarios han empleado profesores para cursos rápidos de castellano.
Los muebles y pertenencias de los asesores del secretario general saliente, el austriaco Kurt Waldheim, eran retirados hoy a fin de dejar lugar a los contingentes peruano y latinoamericano.
Pérez de Cuéllar es el primer latinoamericano en asumir el alto cargo y hasta ahora el más viejo a los 61 años. Tres de los cuatro secretarios previos eran europeos y U. Thant, el predecesor de Waldheim, es birmano.
Su primer día oficial de trabajo
El nuevo secretario general, que prestó juramento luego de su elección por la asamblea general el 15 de diciembre, llegó ayer a Nueva York procedente de Lima y se alojó temporalmente en el hotel Waldorf Astoria.
Su primer día oficial de trabajo, sí no ocurre una crisis mundial, será el lunes. Entretanto, dijo Giuliani, Pérez de Cuéllar mantiene reuniones con sus principales colaboradores y se estima que reorganizará una parte del personal superior de las Naciones Unidas.
Sus colaboradores inmediatos
Una fuente del secretariado dijo que los colaboradores inmediatos de Pérez de Cuéllar incluirán a tres peruanos y un africano. Se buscaba a un árabe para desempeñarse como jefe de gabinete, dijo la fuente, que no mencionó nombres.
Enfoque
Javier Pérez de Cuéllar (1920-2020) ejerció el cargo de secretario general de las Naciones Unidas, durante dos periodos, hasta el 31 de diciembre de 1991. Es el único latinoamericano que ha ejercido el cargo hasta la fecha. Durante su gestión, destacó por su gran manejo de la diplomacia para solucionar conflictos que amenazaban la paz mundial, como el retiro de las tropas soviéticas de Afganistán en 1988, el acuerdo entre Iraq e Irán en 1988, el fin de las hostilidades en el Golfo Pérsico en 1991 y antes de dejar el cargo, logró el acuerdo entre el gobierno salvadoreño y la guerrilla de ese país.