“Con la participación ciudadana se pueden lograr reformas”

La socióloga Carmen Rosa Balbi apuesta por las audiencias dirigidas a los jóvenes para cambiar el panorama electoral al 2016.

Después de la oscuridad que mostraron en general las elecciones municipales y regionales del 5 de octubre, la socióloga Carmen Rosa Balbi ve la luz en la participación de los jóvenes para alcanzar las reformas políticas necesarias si no queremos que sus características de violencia y triunfo de las mafias se trasladen a las justas del 2016.

— ¿Qué nos dejan las últimas elecciones?

Ciertamente, el resultado electoral, que ha sido calificado de horror, escalera al infierno y lejano a la fiesta electoral, parece la confirmación de que tenemos una democracia débil, sin partidos estricto sensu. Estos existen, pero su ámbito de acción y preocupación, como lo han demostrado las recientes elecciones, es Lima.

— ¿Qué son entonces los partidos políticos en el Perú?

Son maquinarias electorales que hibernan cinco años para activarse con el objetivo de volver al ruedo electoral nacional, que es el espacio que les interesa solo para llegar al poder. No les interesa la construcción de partidos con la paulatina incorporación de militantes. Debido a su voluntaria desvinculación orgánica con las regiones son partidos ‘nacionales’, sin propuestas nacionales articuladas, sin comprensión alguna de las dinámicas del Perú del interior.

— Las elecciones nos han mostrado un país fragmentado.

Nos han mostrado el verdadero rostro de nuestro Perú con visiones no complementarias, fragmentadas del país, feudalizado. Con todo lo deprimente que han sido estas elecciones, expresan el resultado de la política y las estrategias de los partidos nacionales: mirar y hacer política desde Lima y para Lima. Estamos viviendo una nueva versión de la república aristocrática en pleno siglo XXI.

— ¿El interior del país les interesa en realidad a los partidos?

No. Estamos viendo lo que dijo González Prada: una élite costeña que prescinda del interior del país nunca podrá constituir una nación. Riva Agüero, en su época de joven, dice lo mismo. Esta élite no es capaz de ver que las regiones no son ahora haciendas con indios, como en la época de Mariátegui. Están empoderadas porque tienen poder, competencias, recursos, y los partidos deben acercarse a ellas para contactar a los mejores gestores e incorporarlos.

— ¿Cuántos buenos gestores hay entre los presidentes regionales, algunos de ellos presos, uno fugitivo y otros cuestionados?

Los hay y los hubo. Por ejemplo, el ex primer ministro César Villanueva, que hizo una buena gestión en San Martín y fue maltratado en Lima. Hoy tenemos excelentes promesas con Fernando Cillóniz en Ica, Reynaldo Hilbck en Piura, Javier Ísmodes en Arequipa y Omar Jiménez en Tacna. Ellos tienen propuestas porque conocen las necesidades de su región. De las 23 regiones hay un tercio con gente A1.

— ¿Y los otros dos tercios?

Ante un proceso de descentralización abandonado, un sistema anticorrupción deficiente, la indiferencia de Lima que efectivamente es la que gira los cheques, y la ausencia de una idea de nación o  visión compartida, estos ven prontamente la política como un negocio.

— ¿Cuál es la tarea para que esta situación no se repita o empeore en el 2016?

Debemos exigir que el Congreso apruebe la ley de partidos, que otorgue el financiamiento a estos, que prohíba la participación de los prontuariados aunque hayan cumplido sentencia. Que se dediquen a cualquier otra actividad, pero no pueden aspirar a administrar la cosa pública. Asimismo, que el Ejecutivo retome la conducción institucional de la descentralización, que permita que haya oficinas de la contraloría, como ocurre con las Demunas, y el SNIP descentralizado, en todas las regiones.

— ¿Y  la participación ciudadana?

La tarea es política y corresponde a los políticos, pero si ellos no la hacen, con la participación ciudadana, que tiene un canal privilegiado en las Audiencias de El Comercio, se pueden lograr las reformas. Debe convocarse a los jóvenes y otros ciudadanos para presionar a la clase política, con el fin de que estas reformas se concreten.

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Textos: Eldy Flores | Fotos: Miguel Bellido