Crueldad contra los animales, ¿hasta cuándo?
Foto: j.r.trauben
En la complejidad del ser humano hallamos desde los más nobles sentimientos hasta las más bajas pasiones. Así como hay seres humanos que aman la naturaleza, se preocupan por el bienestar de las personas y del medio ambiente, hay otros que se dedican a maltratarlos.
Es así como existen individuos que desde niños presentaron actitudes extrañas y crueles contra seres indefensos, que suelen ser los animales pequeños o las mascotas. En estos casos ¿dónde estaban sus padres? Ellos deben estar atentos a sus comportamientos y en todo momento inculcarles mensajes como “ellos sienten el mismo dolor que tú”.Sabemos que en el desarrollo de un niño es normal que sientan curiosidad por lo desconocido y que en una breve etapa de la niñez también la sienten por los animales y los insectos. Sin embargo, aquí queremos manifestar nuestro rechazo a las personas que abusan de los animales. Quienes lo hacen sufren, sin lugar a dudas, de un desorden mental.
Conocemos cientos de ejemplos: pájaros con las alas arrancadas, insectos torturados, gatitos o perritos golpeados. Algunos atropellan canes por gusto y disfrutan viendo su dolor. Quien quema, fractura, golpea y a veces hasta asesina a su mascota es un sádico que desfoga en estos actos desde tensiones hasta fantasías de crueldad del peor calibre.
Generalmente se trata de personas cobardes que no se atreverían a meterse con otra de su tamaño. Así como gozan del dolor del animal, gozarían con el de un niño o una mujer. Es el perfil de quien maltrata a su pareja e hijos pequeños.
Lamentablemente no existe ninguna ley que los condene. Ejemplo claro es del congresista Miró Ruiz, quien mató a balazos a un perro y sigue feliz sin culpa y sin pena.
Las organizaciones que trabajan en defensa de los derechos de los animales no tienen dinero ni fuerza para presionar a que se ejecuten leyes a favor de estos. Las protectoras trabajan intensamente, pero en la práctica su esfuerzo resulta pequeño en comparación a la ejecución. No hay colaboración de los líderes de opinión ni de ninguna institución. Es desde la voz del pueblo que debemos pronunciarnos.