Comunicado de Timo Tolkki: ¿El testamento de un headbanger?
Con un tono entre deprimido y resignado, con pinceladas vengativas, el ex-integrante y principal compositor de la afamada banda finlandesa Stratovarius ha publicado en su cuenta de Facebook el siguiente mensaje, que da bastante para pensar acerca de la vida en el rock y en el metal.
No sé cuantos de ustedes tengan interés en este comunicado y francamente no me importa demasiado, pero estoy escribiendo algunos de mis pensamientos mañaneros sobre SYMFONIA y otras cosas de mi vida.
Todo empezó con un pastel. Pensé que podía ser algún tipo de broma celestial, sobre todo cuando dos fans me dieron un pastel de SYMFONIA después del último concierto que hicimos en la gira sudamericana, tras pasar tres noches en un frío motel barato con muros grises de hormigón que parecía más una cárcel en Santiago de Chile, y volar 28 horas hacia otro continente para tocar delante de salas con audiencias entre 100 y 350 personas, pensé que quizá lo era. El pastel me decía de forma desenfadada: ‘Hey, Timo, ¿no lo ves?: se ha acabado.’ Ahí comencé a considerar toda mi carrera como músico.
Justo un año antes, había volado a Suecia para grabar una maqueta de tres temas que había compuesto. Esperaba grabar algunas voces con André (Matos; cantante de SYMFONIA y ex – ANGRA, SHAAMAN, VIPER). Pasé allí seis días, durante los cuales conseguí sacarle unas seis horas de canto. Mientras tanto, iba al supermercado, cambiaba pañales y solucionaba sus asuntos diarios, y comencé a pensar si había sido buena idea después de todo. Pero a la gente le gustaron las maquetas, por lo que seguí adelante y grabamos el disco de SYMFONIA ‘In Paradisum’, en el que trabajé unas 1.000 horas.
André Matos me dijo muy claro que el grupo no debía hacer conciertos si no hacía dinero. Yo estaba de acuerdo, pero al mismo tiempo sabía que la gente consideraría esto una nueva banda, no “El Espartaco del Metal” para el que se abrirían todas las puertas del estrellato.
Uli Kusch (ex – batería de SYMFONIA), ha estado entrando y saliendo del grupo por la herida que sufrió en su mano, y durante las grabaciones de voz en Suecia, me envió un mail diciéndome que no volvería a tocar en directo porque ‘estaba cansado de los camerinos con olor a pis, el caos, los viajes, etc. ‘ Intenté decirle en vano que eso no era lo que habíamos acordado, pero él me respondió que si SYMFONIA hacían un segundo disco podían utilizar su nombre por 10.000 euros y que Alex Landenburg podía grabarlo. Después recibí un mensaje de texto en el que me decía que quería también los impuestos de su caché, así que serían 13.000 euros por usar su nombre. No respondí porque no lo podia creer. Luego Matos perdió la voz durante la grabación, y mientras estábamos buscando cortisona, comencé a pensar que no iba a funcionar.
Al final hicimos las voces, concedimos entrevistas y sacamos el disco, el cual todavía creo que es un gran disco.
El terremoto japonés también alteró los planes de gira de la banda, y luego André me dijo que podíamos hacer una lucrativa gira por Sudamérica que contrataría su manager. Según parece había un importante inversor involucrado.
Debería haber estado más atento cuando escuché la palabra “inversor”.
Decidí hacer la gira y tras volar 30 horas; Helsinki-Frankfurt-Roma-Sao Paulo; aterrizamos para que nos dijeran que la gira se había cancelado. En aquel momento iba a comprar un vuelo para Finlandia pero llegamos a un acuerdo para hacer seis conciertos. Ha sido la peor y más dura gira que he hecho en mi carrera.
El teclista Mikko Harkin desarrolló una fiebre muy alta y se le inflamó un pulmón, terminó teniendo neumonía. Tras dos días en el hotel Formula 1 de Sao Paulo, Brasil (el más barato que podías encontrar allí), comencé a tener dudas sobre mi futuro como músico.
Cuando Edel Records me dio las cifras de ventas del debut de SYMFONIA y me informó de como iba la contratación de los festivales para el verano de 2012, decidí dejarlo. No tenía sentido intentar conquistar el mundo del metal cuando era obvio que no había interés. No quiero que se me malinterprete, no hay nada de malo en eso. Luego pensé en mi carrera, unos 3.000 conciertos, 20 años, 20 discos, producciones, clinicas, viajes; me di cuenta de que había hecho mucho.
Supongo que muchos sabéis que sufro de un desorden bipolar, una de las peores enfermedades mentales, pero con una medicación y llevando una vida tranquila y sin estrés, la enfermedad puede ser controlada, aunque no curada. Tocar en una banda que gira es todo lo contrario a esto, sobre todo en el rock and roll con sus subidas y bajadas.
En las largas giras de STRATOVARIUS en las que no me habían diagnosticado la enfermedad, podría haber muerto, y no estoy exagerando.
El 3 de marzo haré 46 años, por lo que este otoño decidí apartarme momentáneamente de la música y dedicarme a otras cosas.
Tengo una esposa y una hija maravillosas, la segunda es una gran cantante, y he comenzado a dar clases de guitarra de nuevo. Estoy haciendo muchas fotos, y en resumen, llevando una vida mucho más tranquila.
Me he dado cuenta de las marcas que me han dejado los años y de que tengo que curar las heridas, y son muchas.
La industria musical está muy enferma hoy en día y no parece que vaya a mejorar. En unos años sabremos por donde irán las cosas, es posible que algún día vuelva a formar parte de ello y es posible que no, no lo sé en este momento.
Respecto de mi futuro si están interesados, solo puedo decir que es posible que no vuelva a grabar ningún disco. Supongo que para muchos esto supondrá un alivio.
No sé que me deparará el futuro pero quiero dar las gracias a todos por estos 22 años.
Para los que no me han apoyado y me han ridiculizado constantemente, por ejemplo en Stratoboard (el foro oficial de STRATOVARIUS), algo que me ha entristecido mucho sobre todo por la falta de respeto para una banda que fue mi visión durante 22 años y que todavía toca un 80% de mis canciones, también quiero darles las gracias, porque sin ustedes no podría haber hecho todo lo que he realizado.
Ha sido una gran carrera y espero que el futuro traiga más música, aunque todo apunta a que no. Por lo menos lo hice a mi manera.
Espero veles en algún sitio, cuidense.”
El comunicado es un testimonio directo de cuanto se puede luchar y caer en esa lucha, tener que abandonar el esfuerzo, porque ya no damos más, porque hemos sucumbido interior o exteriormente a la realidad o nosostros mismos; sin embargo, el legado musical, la obra efectivamente hecha queda ahí. Los más escépticos y pesimistas, a veces me encuentro yo entre ellos, dirán, que incluso la obra puede ser silenciada por la mala voluntad de los hombres u olvidada por la estupidez o desidia de la gente, seguramente tendrán razón. Al final nada queda, todo está condenado a desaparecer. El heavy metal es parte de ese esfuerzo humano por no fenecer a la innexorable fuerza de la entropía. Quizás, como lo pensaron los trágicos griegos, allí resida la grandeza del hombre, en mantener inquebrantable la lucha perdida de antemano frente a las potencias del destino.