Universitario: No es favorito, pero va a pelear
Sería atrevido afirmar que Universitario es el favorito para consagrarse campeón este 2019. Pero no hay duda de que luchará por serlo.
A diferencia de otros años, se ha hecho una pretemporada seria, con rivales de fuste y, detalle no menor, sin mayores contratiempos (salvo la ‘salidita’ tonta, post segunda Noche Crema), lo cual constituye un logro en medio de la precariedad institucional en que navega el club.
Ya en la cancha ha insinuado lo que pretende Córdova: un equipo que mire el arco contrario siempre. Para ello, cuando no la tiene, busca la pelota con avidez y una vez que la consigue, emprende veloz carrera hacia el gol.
Es en ese proceso, sin embargo, donde se encuentra su mayor debilidad. La ‘U’ recupera rápido la pelota, pero se desprende de ella casi a la misma velocidad. Y la pierde.
Alfageme, Páucar e incluso Correa -supuestamente mejor dotado técnicamente que los dos anteriores- han fallado mucho en los servicios, lo que ha derivado en un equipo partido, con sus delanteros aislados y sus defensas agobiadas por el acecho de sus rivales.
Ante las universidades chilenas (sobre todo la de Concepción) se hizo patente la pobreza técnica en el pase. No es cuestión de bajarle un cambio al vértigo, sino pasar la pelota bien. ¿Cómo conseguirlo con jugadores que llegan a Primera con defectos que debieron ser resueltos durante su formación?
Afortunadamente para Universitario -lo cual no es bueno para el fútbol peruano-, el torneo local suele jugarse a la velocidad que se recorre la avenida Javier Prado en hora punta. Y los pocos equipos que pretenden hacer presión alta –a excepción de Alianza, Cristal y algún otro por ahí- no suelen tener el plantel ni la preparación adecuada para aguantar el vértigo tanto tiempo.
Otro inconveniente mostrado durante la pretemporada es que las lesiones han impedido ver en acción al cuarteto defensivo que, suponemos, será el que sostenga el mayor peso de la campaña: Corzo, Velarde, Alberto Rodríguez (Guillermo Rodríguez) y Vásquez.
El arco es la posición con menos problemas, ya que tanto Carvallo como Zubczuk andan en buen nivel. Mi impresión es que Córdova se inclinará por el primero.
El otro cuarteto sobre el que se sostendrá la campaña es el que integran Lavandeira, Quintero, Hohberg y Denis. Hasta ahora solo ha mostrado chispazos, pero ha dejado la impresión de que podría convertirse en una reedición algo más añeja de la que conformaran Orejas, Polito, Ruidíaz y Guastavino.
¿Faltan jugadores? El factor Siucho ha sido determinante para mirar sin sustos financieros la posibilidad de conseguir un refuerzo. Lo ideal sería un ‘9’ que compita con Denis en su labor de chocar con los contrarios, retener la pelota y devolverla con propiedad, algo que no consigue hacer Osorio, un tipo hecho para el sacrificio y la finalización.
¿Y Tiago Cantoro? Es un asunto que debe quedar superado. Un jugador nunca será más importante que una institución.