Edie Falco es Nurse Jackie, o la versión con hijos del Dr. House
Es temporada de series nuevas y nos hemos venido enterando de cuáles programas continúan al aire, cuáles no van más, cuáles nunca verán la luz más allá del piloto y cuáles tienen la oportunidad de enamorarnos o matarnos del aburrimiento por primera vez. Hay mucho que ver y poco tiempo para hacerlo, pero por suerte el mismo alcanzó para ver el piloto de la nueva serie de Showtime, a estrenarse el 8 de junio: “Nurse Jackie”, comedia que marca el retorno de Edie Falco a la televisión y el nacimiento de lo que bien podría ser una versión femenina, maternal y menos seria del Dr. House. Este es un video promocional de la serie, cuyo primer capítulo discutiremos a continuación. Spoiler Alert: detalles de la trama serán revelados.
De lo que primero nos enteramos es que la enfermera de emergencias Jackie sufre de dolores de espalda y, ya que como ella dice, la mejor palabra para describir a una enfermera con dolores de espalda es “desempleada”, la chica ha desarrollado una culposa y secreta adicción a los analgésicos. Ahí está la primera característica que Jackie comparte con House, y al mismo tiempo la primera diferencia entre ambos: House se queda con las pastillas, pero Jackie está apurada y solo tiene una pastilla más, la cual convierte en polvo que inhala con una cañita en el baño segundos antes de atender a un paciente.
Y eso es solo el comienzo ya que este piloto, de menos de 30 minutos de duración, está repleto de drama, riesgo y comedia. Sin duda esta es hasta el momento mi nueva serie favorita para este verano. Porque Jackie acaba de salir del baño cuando le toca atender a un paciente que, ella lo sabe, tiene una hemorragia interna. Pero el doctor no le hace caso y el joven paciente termina muriendo. Llena de remordimiento y de ganas de hacer algo para que la muerte del mensajero no sea en vano, Jackie procede a fabricar la versión americana de un DNI nuevo para el paciente, uno en el que el chico es donante de órganos. Mencionaré primero que la convicción de Jackie es tan convincente que recién me pongo a pensar en cómo hizo la enfermera para improvisar un laboratorio de falsificaciones en el hospital. ¿O es que no es la primera vez que hace algo así? En todo caso, el acto es ciertamente desafiante, e inesperado en una enfermera de la tele. ¿No estamos acostumbrados a que sean menos reprochables moralmente?
Lo obvio en esta situación es el mérito de Edie Falco, brillante en esta nueva entrega de su ya conocida genialidad. Como Carmela en “The Sopranos” esta mujer llevó a su personaje a límites inconcebibles, los cuales, por cierto, le significaron varios premios del tipo Emmy y Globo de Oro. Más adelante, tres episodios en “30 Rock” como C.C., congresista demócrata y amante clandestina de Jack Donaghy, demostraron que Falco también sabe cómo hacer buena comedia. Y ahora “Nurse Jackie” le da la oportunidad de hacer las dos cosas y llevar su talento para el drama y su instinto para la comedia a la pantalla chica.
¿Les dije que los capítulos de “Nurse Jackie” duran media hora con comerciales? Pues bueno, la cosa recién empieza con el polvo de analgésico y el paciente muerto. Inmediatamente después Jackie y su amiga, la doctora, almuerzan en un restaurante donde una viejita se atora con la comida y estas dos primero no quieren ayudar porque están almorzando y quieren que las dejen tranquilas por un rato. Al final Jackie termina salvando a la viejita, pero solo porque la doctora es la que paga el almuerzo. Las actuaciones, mientras tanto, tienen esta cadencia y esta absoluta seriedad que te hacen olvidarte de tantos líos morales y disfrutar la humanidad de estos personajes, tan cerca del bien y del mal como cada uno de nosotros.
Jackie consigue las pastillas de su novio el farmacéutico, con el que se acuesta entre dolores de espalda y llamadas de emergencia en un cuarto en algún pasillo hospitalario. Cuando ambos salen del trabajo él le da una tortita, una gaseosa y unos cuantos analgésicos, ambos se dicen “te amo” y cada uno se va a su casa. Lindos, ¿no? Totalmente, y creo que lo seguirán siendo aún cuando minutos después nos enteramos, cuando Jackie llega a casa, que con ella viven no solo dos hijas pequeñas: ¡su esposo hizo panqueques para cenar!
Admitiré sin vergüenza que fue de lo más chocante enterarme de la infidelidad de Jackie, incluso cuando el personaje me parece tan interesante justamente porque es tan real, tan bueno y al mismo tiempo tan malo. Pero es evidente que con esta serie los escritores intentan llegar más que lejos, quizás en un intento de distanciarse de House quien, todos lo sabemos, ya cruzó varias fronteras antes inexploradas en televisión. Como dije al principio, ambos tienen muchas cosas en común. A ninguno le importan las reglas, son como Maquiavelos del bien para quienes los fines siempre justifican los medios. Jackie es maternal, cálida y sexual, a diferencia de House, pero cuando le explica a una nueva enfermera cómo comportarse alrededor suyo dice: “callados y malos, así es mi gente”. Además, los dos caminan por el hospital con cara de pocos amigos pero son muy, muy buenos en lo que hacen.
¿Cuánto les dije que duraba la serie? “Nurse Jackie” dura media hora pero en ella también la vemos interactuar con el doctor que deja morir al paciente, el Dr. Cooper, quien tiene esta enfermedad que, a manera del síndrome de Tourret, lo hace tocar de manera sexualmente inapropiada cuando se pone nervioso. Prepárense para reírse bien fuerte cuando lo traicionen los nervios hablando con Jackie. Asimismo, está el adolescente drogado con una vela en el #$%& y la enfermera principiante que le toma una foto para asustar a su hermanito fumón segundos después de que unas monjas pasaron a espiar a través de la puerta, y matarse de risa con el caso. Y eso no es todo, ya que tenemos también a la prostituta que llega con múltiples puñaladas y el mandatario con inmunidad diplomática que la cortó, el cual llega después de ella para que le vuelvan a poner la oreja que su víctima le cortó en defensa propia. Cuando le toca a Jackie ayudarlo, ella decide primero conversar un poquito con el paciente y, una vez convencida de que se lo merece, echar la oreja al wáter y, sí señores, jalar la cadena. No queda duda: la historia de esta enfermera es increíblemente interesante y ¡no puedo esperar a los próximos capítulos! Gracias por volver, Edie Falco.
*Estimados lectores: TV en serie blog ha cambiado de autor. Este post, escrito por la anterior blogger, Romina Massa, seguirá en línea pero sin opción de dejar comentarios.