Después de los 500 ¿qué?
Tras los 500 episodios de Los Simpson surgen muchas preguntas sobre lo que significa esta serie de televisión y si su continuidad es inercia comercial pura o si mantienen la creatividad que los llevó al éxito.
Los Simpson fueron un fenómeno de la televisión. Rompieron esquemas con los temas que tocaban. Hoy son un fenómeno por el tiempo alcanzado en televisión abierta. Es más, los Simpson le enseñaron al Perú y tal vez a más países que los dibujos animados no son exclusividad de los niños. Recuerdo que cuando la serie recién llegó al Perú el canal que lo transmitía lo colocó en el horario de los sábados en las mañanas, entre las Tortuninjas y los Thundercats. Luego, con el tiempo se dieron cuenta que los capítulos no eran para ese horario. Muchos niños no entendían lo que sucedía o no les daba risa porque no entendían el trasfondo de lo que se contaba.
Es verdad que el humor es completamente cultural. Una generación no es igual a otra y aquella que disfrutó de Los Simpson en los noventas no es la misma de hoy. Los Simpsons fueron transgresores de la generación cultural en la que nacieron. Se atrevieron a hablar de corrupción, de sexo, de alcoholismo, de infidelidad, temas que no se habían visto en dibujos animados, menos en una serie de comedia. No perdían la oportunidad de criticar a la iglesia o a sus líderes. Eso era genial porque había un fondo dentro de la forma. Ahora es al revés explotan las formas, usan la estupidez de Homero para dar risa, cuando antes la usaban para señalar temas de la sociedad.
Luego de más de 500 capítulos creo que es entendible que las ideas vayan disminuyendo. Lo que sucede en verdad es que las series de televisión, como toda historia universal, tienen un inicio, pico y final. Los Simpson han logrado extenderse lo máximo posible y tal vez lleguen a los 1000 capítulos porque habrá gente que los vea por cariño, por costumbre o por reír un rato. Pero el nivel que tenían antes ya no lo tienen. El principal acierto en antaño fue burlarse de los estereotipos. En una época en la que la mayoría de comedias usaban los estereotipos para configurar su mundo y sus situaciones, Los Simpson lograron darle la vuelta a la situación.
Homero es un antihéroe de fábula y mató sin querer a la esposa de su vecino. Ese es un detalle que no he visto en otras series animadas anteriores a los Simpson: los personajes mueren. Otro acierto, sin duda, fue tomar posiciones políticas, existen capítulos que son editoriales de opinión. Tener una postura política fue durante mucho tiempo lo mejor de la serie. Estábamos frente a dibujos animados que entendían o aprendían lo que sucedía en el mundo y los criticaban a voluntad. Sin eso no habrían llegado a ser lo que fueron: la mejor serie animada estadounidense de todos los tiempos.
Los Simpson van a estar más tiempo. O se convertirán en una franquicia de películas para cine. Creo que la fuente de las historias de los Simpson es cíclica y depende mucho de los acontecimientos reales. Estamos viviendo un momento en el que las series de televisión son súper producciones y las historias que cuentan pueden competir tranquilamente con una película de Hollywood. Ahora, un producto que ha estado en el mercado durante más de 20 años se convierte en un lovemark y acabar con ello es muy difícil. A Los Simpsons se les seguirá viendo por costumbre, por cariño o porque sigue siendo gracioso en otra forma, más simple y plana, pero gracioso.
Los Simpson se han convertido en lo que para muchos latinos significa su equipo de futbol favorito: puede tener malas temporadas, no ganar premios en mucho tiempo, pero siguen yendo al estadio. Finalmente los fanáticos seguirán allí y la racionalidad no tiene nada que ver con si prenden el televisor o no.