La verdad: no respiramos bien, ¿cómo hacerlo mejor?
Pranayama es el control de la respiración. Para hacerlo más específico: es el control del prana que entra a nuestro cuerpo. Y el prana es la energía vital. Es decir, cada vez que respiramos entra prana. Es más que el oxígeno: es vida misma.
Pranayama se practica con la intención de limpiar los nadis. Estos son los canales (72 mil para ser exactos) por los que fluye el prana en nosotros. Estos se obstruyen por distintos motivos y hay que desbloquearlos. Para hacerlo más simple aún: si los nadis están bloqueados, nuestra salud no es buena.
El resumen: mientras más técnicas de respiración apliquemos en nuestra vida, mejor nos vamos a sentir y hasta la persona más sana lo debe de hacer (y lo hace), pues todos merecemos y necesitamos de “mantenimiento”.
No te rayes tanto. Es muy probable que practiques pranayama y no necesariamente lo sabes. Quítale ese nombre y solo llámalos técnicas de respiración. De hecho sabes que estas nos hacen bien.
Por algo los psicólogos las usan en terapias; por algo cuando a los niños les da berrinche algunos profesores los sientan a contar sus respiraciones; por eso cuando no encuentras tus llaves del auto y antes de desesperarte piensas: “Aguanta. Respira. Dónde las tenía”. por eso cuando tu chic@ está perdiendo el control en una mecha le dices: “Respira”
¿Ves? No es tan “esotérico” el tema. Es sentido común. Está en nuestra naturaleza. Sabemos que si respiramos profundo, podemos ver todo con más claridad. Y si bien inhalar y exhalar funciona, hay más maneras de hacerlo.
Aquí una de las tantas.
Dirga Swasam o Respiración Completa:
Esta es la más simple, pero igual de poderosa, más que nada porque es el primer paso. Es la que nos muestra que no respiramos tan bien como creemos (lo siento. Es la verdad). Y es por esto que no entra tanto oxígeno al cuerpo, por ejemplo. Y sin oxígeno, más estrés (!)
Tendemos a respirar o solo con el estómago o solo con el pecho, pero queremos lograr hacer una respiración conjunta. Como dice el nombre: una respiración completa.
¿Cómo hacerla?: Te puedes sentar o en el piso, sobre un cojín o en una silla. Si quieres, te puedes echar boca arriba. Luego, colocas una mano al ombligo y otra al corazón.
Ojo: Toda la respiración es por la nariz. ¿Por qué?: Porque la nariz es nuestro filtro natural. Es sabia: sabe que tiene qué entrar al cuerpo y sabe qué botar.
Entonces: inhalas hasta el ombligo, vuelves a inhalar hasta el diafragma (parte central del pecho) y luego inhalas en dirección a la garganta. Sostienes un poco y exhalas por la nariz. Recuerda que cada vez que crees que no hay más que exhalar, siempre se puede un poco más.
Anda poco a poco. Que no incomode nada. Prueba un minuto, pero si es mucho, no pasa nada. Practica lo que tengas que practicar.