Los pisos blancos son la clave para proyectar amplitud y luminosidad a tu casa; sin embargo, pocos son los que se atreven a usarlos.
La interiorista Erika Ebermann explica que “este color en el suelo tiene el mismo efecto que en las paredes. Si se trata de pisos blancos de tonalidades claras, la luz reflejada genera un efecto de amplitud, por lo que es recomendable para espacios pequeños y medianos”.
Para reforzar esta sensación de amplitud también se recomienda usar piezas de formatos amplios; si son baldosas, puedes elegir las que midan desde 60 x 60 cm.
Los pisos blancos pueden estar presentes tanto en las áreas sociales como en los dormitorios.
Acabados versátiles
Los pisos blancos no solo pueden verse contemporáneos, dependiendo del material elegido, también es posible lograr espacios rústicos o industriales.
Para darle a tu casa una apariencia moderna, urbana o industrial se aconseja optar por un acabado que sea o parezca una sola pieza. Funcionan bien los materiales como porcelanatos, cemento pintado con epóxica blanca y el microcemento. Este último es un muy versátil, pues se adhiere a cualquier superficie, desde cemento hasta losetas, y como contiene resina soporta la humedad, por lo que puede ir en baños y exteriores.
Para una apariencia más lujosa, usa mármol blanco en piezas de grandes formatos. Puedes inclinarte por el calacatta o kalliston, que se venden por metro cuadrado y se pegan con cemento blanco flexible para evitar que alguna dilatación lo despegue.
De ir en pos de un estilo más informal, rústico, escandinavo o vintage, elige tablas pintadas de blanco. Si ya tienes un piso de madera natural, puedes “cepillar las piezas hasta retirar el acabado, blanquearlas con soda cáustica, pintar y aplicar un sellador. Se recomienda usar productos a base de agua para evitar que aparezcan manchas amarillas”, indica Hoy. Ebermann agrega que también es posible darle una apariencia envejecida aplicando un acabado wash.