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Estereotipos de género: la desigualdad que aún se siente en las aulas
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Aunque hoy hablamos más de igualdad y respeto, los estereotipos de género siguen presentes en distintos espacios, incluso en las aulas. En redes compartimos mensajes contra la discriminación, pero la realidad es otra: el Perú continúa con altas cifras de embarazo adolescente y violencia de género. ¿Por qué, si los jóvenes supuestamente pensamos diferente?
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En entrevista con los Corresponsales Escolares, la psicóloga Giovanna Aimee Mejía Cruz nos da la clave: “Creo que actualmente hay mayor conciencia y acceso a la información para estas generaciones, y eso ha dado paso a un mayor nivel de reflexión y cuestionamiento profundo. Sin embargo, mientras estas iniciativas sigan siendo individuales, el avance va a ser lento, poco a poco. Necesitamos un cambio estructural”, afirma.
En una encuesta realizada en la Institución Educativa Los Jazmines del Naranjal de la Ugel 02, el 28% de los estudiantes consultados dijo haber escuchado comentarios sexuales o chistes ofensivos en su colegio. Además, el 64% de los alumnos de 4.º y 5.º de secundaria consideran que este es “un problema real”.
¿Y qué opinan los profesores? Félix Medina Salazar, director de la I.E Los Jazmines del Naranjal del Ugel 02, comenta: “Al interior de las escuelas, veo que hay todavía una situación bastante difícil respecto a lo que es igualdad de género. Hay todavía muchos problemas y los estereotipos se ven bien marcados”. Y añade: “En el colegio estamos creando mayores espacios, buscando la participación de varones y de mujeres en todo tipo de deportes, voley, fulbito, ajedrez, estamos corrigiendo ese tipo de situaciones que no deben darse, por lo menos entre hombres y mujeres”.
Para los padres de familia, hay un avance en el campo de la equidad de género cuando comparan la realidad de sus hijos con sus años escolares. Karen Medina Rodríguez, madre de un estudiante de primer grado, comenta: “Antes, nuestros padres no nos dejaban hacer ciertas cosas porque eran para los varones, para ‘el hombre de la casa’. No nos permitían a nosotras hacer ciertas cosas. En la actualidad hay ingenieras mujeres, hay doctoras, albañiles mujeres”. Pero considera también: “A veces las mujeres quieren avanzar un poco más que el hombre, sin darnos cuenta que el hombre tiene un poquito más de fuerza que nosotras. Yo creo que hay cierto límite. Si vamos a poner puntaje, creo que una mujer puede llegar a un 9 y no tratar de igualar en algunas cosas a los hombres, no en todas”.

Medidas preventivas
En la etapa escolar, donde importa tanto encajar, resulta difícil ir en contra de los estereotipos. La presión del grupo nos lleva, a veces sin querer, a normalizar bromas o actitudes que, en el fondo, refuerzan ideas dañinas. Aunque hoy existe más conciencia, Giovanna Mejía, magíster en Psicología Comunitaria, subraya la importancia del diálogo para romper ese círculo.
La clave ante cualquier señal de violencia, explica la especialista, es “no quedarse callado” ni “minimizar lo sucedido o encubrirlo por lealtad a quien sea”. “El silencio perpetúa la violencia”, enfatiza la especialista, quien destaca que señala que ningún niño, niña o adolescente debe enfrentar la violencia en soledad y que lo más importante es buscar un círculo de apoyo.
“El primer paso es no quedarse callado. ¿Con quién hablarlo? Con un adulto de confianza. Preferentemente, alguien instruido en salud mental, en convivencia escolar o con enfoque de derechos, o simplemente alguien que cuide de él o ella. Puede ser un psicólogo o un tutor, para recibir orientación y protección”, dice Mejía.
Ella también subraya que no se debe confrontar al agresor, sobre todo si se está solo. La intervención debe ser colectiva: “Lo ideal es actuar en grupo, acercarse junto a otros compañeros para apoyar a la víctima o avisar de inmediato a un adulto responsable. En casos de riesgo físico, se debe acudir directamente al personal del colegio o comunicarse con la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP)”.

Finalmente, como estudiantes que buscan un cambio, creemos que es necesario que la comunidad educativa reflexione y actúe para promover un ambiente más inclusivo, donde se respeten los derechos, las emociones y las capacidades de todos por igual. Romper los estereotipos de género es tarea conjunta de estudiantes, docentes, familias e instituciones. Solo así será posible formar una escuela más justa, empática y comprometida con la equidad.
Este artículo fue realizado por los Corresponsales Escolares Brenda Nicole Mendoza Nizama, Grace Daniela Chávez Torres, Pavel Pedro Solís Cachuan, Sly Mabel Rengifo López y Luhana Lizbeth Pérez Pinedo de la I.E. Los Jazmines del Naranjal, UGEL 02. Con la asesoría del profesor Carlos Leodan Palacín Brioso y la mentoría de la periodista Melvyn Arce Ruiz.
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