Sergio Galdós es tenista en dobles y se ubica  en la posición 86, por lo que es el mejor peruano ubicado en el ránking ATP. Además, volverá  a jugar por la selección después de dos años en la Copa Davis en setiembre. (Foto: El Comercio)
Sergio Galdós es tenista en dobles y se ubica en la posición 86, por lo que es el mejor peruano ubicado en el ránking ATP. Además, volverá a jugar por la selección después de dos años en la Copa Davis en setiembre. (Foto: El Comercio)
Redacción DT

Por: Kenyi Peña Andrade

Después de casi dos años de ausencia, vuelve por la puerta grande a defender la camiseta de la selección en la próxima Copa Davis ante República Dominicana del 15 al 17 de setiembre. Nuestro compatriota asegura que dejó el equipo peruano para crecer individualmente y que su posición de privilegio en el ránking ATP no le valdrá de nada si todo su potencial no se refleja en su vuelta a la Blanquirroja.

— ¿Por qué decidiste ser doblista?
No fue muy sencillo decidirlo. Quise ser singlista al principio, pero sentí siempre tener más talento para el dobles. Sin embargo, no era un mal singlista y estaba dentro del ránking 500 con 23 años. Pero el tiempo iba pasando y me sentía estancado jugando torneos futuros. No veía un avance significativo en mi carrera y decidí jugar dobles hace cuatro años. Igual no descarto volver a singles.

— ¿Qué debe pasar para volver a singles?
Es una buena pregunta. Debería volver a jugar torneos futuros y mi calendario de ATP es muy extenso. Tendría que dividir mi tiempo y eso me estancaría en dobles. Además, debería ir a jugar torneos que reparten muy pocos puntos y viajar a lugares como Bolivia o Argentina. No lo descarto, tendría que pensarlo muy bien.

— ¿Qué se necesita para ser un buen doblista?
Es muy estratégico y anaeróbico. Es un deporte más explosivo y de desplazamientos largos, por lo que se requiere un entendimiento a la perfección con tu pareja. El saque y la volea son importantísimos.

— Subiste una nueva posición en el ránking, ahora eres el número 86…
Supuestamente soy el único doblista peruano pero, sin querer sonar soberbio, no me causa nada el título del mejor doblista nacional, pues sé que soy el único en la actualidad que hace dobles. Lo que sí me provoca mucha satisfacción es estar dentro de los 100 mejores del mundo, porque el salto que hay que dar para estar en ese lugar es muy grande, pero mi meta es estar dentro del top 30.

— ¿Cuál es la sensación de volver a la selección peruana después de dos años?
Ha pasado mucho y me siento como cuando me convocaron por primera vez. La Copa Davis es lo mejor que le puede pasar a un jugador de tenis. La mejor experiencia de mi vida fue jugando por Perú y le debo mucho a este torneo. Volver al equipo me hace sentir como si nunca me hubiese tenido que alejar.

— ¿Tu ausencia se debió a una mala relación con el ex capitán Pablo Arraya?
Pablo y yo teníamos nuestras diferencias respecto a la importancia que amerita la Copa Davis, pero eso no fue lo determinante para alejarme. Me alejé porque prioricé mi carrera como doblista para ingresar al ránking top 100 y creo que me salió bien. Con la experiencia que gané puedo aportar mucho más al equipo nacional en este momento. Una persona no me va a sacar el gusto de representar al Perú.

— ¿Qué tal relación con el resto del seleccionado y con el nuevo capitán?
A Nicolás Álvarez lo conozco desde que tengo 12 años y entrenamos juntos con el mismo entrenador, mientras que con Juan Pablo Varillas nos conocimos en el 2014 e hicimos una buena conexión. Y con Américo nos conocemos mucho, él me apoyó mucho al inicio de mi carrera cuando tenía muchas inseguridades.

— Tenísticamente, ¿qué es lo más fuerte de esta selección peruana?
Tenemos un potencial increíble. Tenemos a Nicolás Álvarez, que es de lo mejor de la liga de Estados Unidos y no se dedica al profesionalismo solo porque está terminando su carrera profesional. Tenemos a Juan Pablo dentro del ránking 446 en singles con 22 años. Con lo mencionado podemos sorprender a cualquiera en el Grupo 1.

— ¿Qué decir del duelo ante Dominicana?
La serie es extremadamente complicada. El clima sobre todo. Estuve ahí hace un mes, es bien complicado con humedad de 90% y sensaciones térmicas de 38-40 grados. Jugar en cemento con personas que han jugado ahí toda su vida. Esta Davis va a ser muy mental y física más que tenística, eso te lo aseguro.

— ¿Eres quien carga con el equipo?
Y no tengo ningún problema. Cuando acepté la convocatoria, era consciente de cómo se iba a plantear esta Copa Davis. El factor de mi regreso es como depositar la permanencia en el Grupo I en mí. Yo me hago cargo si eso ayuda a quitar presión al resto del equipo, porque ellos van a estar matándose el viernes y domingo. Yo solo juego un partido el sábado.

— ¿Qué expectativas tienes con la nueva federación de tenis?
La nueva directiva nos ha llenado de ilusión. Se siente un cambio distinto en el aire. Tuve una charla con el presidente en uno de los viajes que hice a Lima y es increíble el nivel de pasión que siente por el tenis. Hay que poner manos a la obra y quizá mi generación no coseche los frutos, pero en algún momento debemos comenzar.

— ¿Cuál es tu objetivo a futuro?
Siempre me dije que mi meta es llegar a mi techo, es decir retirarme y estar tranquilo conmigo. Quiero saber que no pude haber hecho nada más para ser un mejor jugador de tenis. Solo así daré un paso al costado

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