La influencia de un goleador de época, un futbolista que tiene a un continente expectante porque nunca se retire, se puede resumir en esta imagen de ESPN: termina el 0-0 del primer tiempo que clasifica a Liga de Quito a una nueva final de Copa Sudamericana y la cámara internacional no se queda en Julio -que fue el delantero más incisivo- ni en Domínguez -el arquero salvador-. Como a los 5 minutos, cuando explotó por un falta y reventó su chimpún hacia la tribuna; como al minuto 32 en que le metieron una patada dolió a todos los kinesiólogos en Videna.