La mesa busca incrementar la productividad del sector minero. (Foto: USI)
La mesa busca incrementar la productividad del sector minero. (Foto: USI)

La debilidad de la economía peruana la aleja cada vez más de las proyecciones oficiales y del Fondo Monetario Internacional (FMI), a medida que se deterioran los sectores primarios y pierde fuerza el impulso fiscal.

En agosto, la producción nacional creció 2,25% frente a similar periodo del año anterior, haciendo más evidente el enfriamiento en el tercer trimestre. Según el INEI, desde junio, la actividad se ha desacelerado a ritmos de entre 2% y 2,3%, luego de haber crecido en el rango de 2,6% y 7,8%, entre enero y mayo. Una primera razón es que las bases de comparación del 2017 ya no están influenciadas por los efectos de El Niño costero.

También, los sectores primarios (minería e hidrocarburos y manufactura primaria) incidieron en el resultado. El subsector de minería metálica creció apenas 0,11% en agosto, revirtiendo la contracción de los últimos dos meses, pero sigue sin despegar la producción de los principales metales de exportación (cobre, oro y plata).

En el subsector hidrocarburos, por su parte, la producción cayó 26,3%, debido al mantenimiento de la planta de separación de Malvinas y a las operaciones paralizadas por la situación de fuerza mayor que enfrenta el Oleoducto Norperuano.

A diferencia de la minería e hidrocarburos, el sector pesca se expandió casi 26%, debido al mayor desembarque para consumo humano, que fue contrarrestada por la reducción del desembarque para consumo industrial. La contracción de esta última junto con la de las actividades de minería e hidrocarburos ocasionaron que la manufactura primaria descendiera en 1,42%.

CONSTRUCCIÓN Y COMERCIO
El sector construcción se contrajo a una tasa de 0,09%, debido al deterioro del avance físico de obras, que cayó 1,5%, en línea con la desaceleración de la inversión pública. En agosto, el gasto en inversión del Gobierno creció a un ritmo de 2,8% y se contrajo a una tasa de 9,2% en setiembre.

Justamente por esta situación, la semana pasada, el gerente central de Estudios Económicos del BCR, Jorge Estrella, cuestionó que la ejecución de la reconstrucción en el norte avance muy lentamente. Hasta agosto solo se había ejecutado el 14%. 

Por su parte, el sector comercio registró un dinamismo moderado (2,52%), que continúa superando al ritmo alcanzado en el 2017.

Así, en los ocho meses transcurridos del año, la economía ha acumulado una expansión de 3,77%, por lo que necesita crecer a un ritmo de al menos 4,2% en los próximos 4 meses para alcanzar las proyecciones oficiales del 4% de crecimiento al cierre del año. El reto es mayor si se toma en cuenta la proyección de 4,1% prevista por el FMI.

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