(Foto: César Campos / El Comercio)
Ex alcalde Luis Castañeda presentó el teatro Segura a medias
Gladys Pereyra Colchado

Una semana antes de culminar su tercer mandato en la Municipalidad de Lima, presentó como restaurado el Teatro Manuel Ascencio Segura. En la ceremonia, el congresista Francesco Petrozzi cantó el himno nacional, se esparcieron las cenizas del actor Enrique Victoria y un grupo de niños realizó un espectáculo de baile.

“Estábamos empeñados en este esfuerzo de hacer algo grande por el arte y por la cultura y es lo que hemos logrado”, dijo el ex alcalde al lado de un toldo azul que disimulaba los cimientos de un escenario que, junto a todo el teatro, todavía estará listo en seis meses.

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El 22 de diciembre del año pasado, día de la presentación, la obra no tenía ni baños. La arquitecta Pilar Vargas, responsable de la construcción de la caja escénica por parte del consorcio contratado, sostiene que días antes la comuna le solicitó colocar uno. Sin embargo, aún no había instalaciones de agua y desagüe. “Presentamos un inodoro y lavadero con un tanque séptico. Es todo lo que pudimos hacer porque la otra opción para los invitados era un baño portátil”, dice.

—Tres obras en una—
El proyecto de recuperación del teatro tuvo un presupuesto de S/61.4 millones y se dividió en tres partes. La primera empezó en enero de 2018 con la restauración de estructuras y ornamentos en la fachada, boleterías y vestíbulo a cargo de la Empresa Municipal Inmobiliaria de Lima (Emilima). En agosto se iniciaron las otras dos: la caja escénica y la zona de circulación, ambas en manos del Consorcio Integral Gada 2H II. Todo debió ser entregado en febrero de este año. Pero, el último jueves, el alcalde Jorge Muñoz informó que los trabajos están a la mitad.

Según Patricia Dias, presidenta de Emilima nombrada por la nueva gestión municipal, cada obra se trabajó de forma independiente y no se compatibilizaron los planos. Se arrancó por la zona del decorado antes que por la obra gruesa. “Se habría corrido con la restauración, que precisamente es el trabajo más delicado y toma más tiempo, para la inauguración. Las instalaciones eléctricas, de agua y desagüe no estaban listas cuando se colocó piso. Todo se tuvo que retirar”, dijo a El Comercio.

— Irregularidades—
La etapa de restauración –la que Castañeda presentó – tiene un avance del 60%. La anterior gestión pagó S/8 millones (de un total de S/11 millones presupuestados). No obstante, se entregaron acabados mal ejecutados: escaleras separadas de la pared, zócalos sin piso y graderías mal trabajadas. El arquitecto proyectista Augusto de Cossio, quien participó en el diseño inicial, señala que también desapareció un piso de madera original de 1909 y la ornamentación no es igual a la proyectada. “Algunas molduras tienen pan de oro, pero otras purpurina, que es más barato”. Por ello, han enviado cartas notariales a los contratistas para que se culmine la restauración como corresponde.

La construcción de la caja escénica está parada. El escenario se estaba construyendo con una inclinación de 60 centímetros y se halló una viga original no contemplada en los planos. Al tratarse de un monumento histórico, su manipulación debe ser aprobada por el Ministerio de Cultura. Ante esto, Emilima elabora una rectificación al expediente técnico para presentarlo a dicho sector en los próximos días. A la par, están en proceso de conciliación con el consorcio para que con las modificaciones no se aumente el presupuesto. Está parte de la obra tiene un avance del 65%.

Este Diario intentó comunicarse con la anterior gestión, pero no fue posible.

Sobre su participación en la ceremonia de diciembre pasado, el congresista Petrozzi indicó que fue un “relanzamiento de la sala”, pero que no esperaba que la obra estuviera tan incompleta. No obstante,  consideró positivo que trabajos iniciados en una administración se terminen en otra porque el teatro es para la gente “y no para la gloria de ningún político de turno”.

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