Este Diario ha podido confirmar cuatro casos de personas que estuvieron en la marcha del pasado jueves 12 de noviembre, en el Cercado de Lima, que recibieron en sus cuerpos impactos de esferas de vidrio (canicas) como si se tratasen de balas. La División de Investigación de Homicidios de la Dirincri investiga estos hechos. Uno de ellos está relacionado al fotógrafo Alonso Chero, de El Comercio, quien fue herido con este proyectil mientras realizaba su trabajo cubriendo en la Av. Abancay la manifestación en contra del régimen de Manuel Merino.
Disparar canicas como proyectiles es algo no permitido por la Policía Nacional del Perú (PNP). De acuerdo a sus propios procedimientos, los agentes tienen autorizado emplear solo gases lacrimógenos y escopetas de calibre de 12 mm cargados con perdigones de goma como armas no letales para controlar las manifestaciones. Sin embargo, el general PNP Vicente Tiburcio, jefe de la Dirincri, dijo a El Comercio que están investigando cómo estos objetos terminaron en los cuerpos del fotógrafo y tres manifestantes. A ellos cuatro, se les tuvo que retirar estas canicas a través de una operación quirúrgica de emergencia.
De acuerdo al testimonio de nuestro compañero, fue herido por la espalda cuando detrás de él estaban los miembros de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la PNP, que habían llegado a la protesta a manera de refuerzo y se ubicaron en el cruce de la Av. Abancay con la Av. Nicolás de Piérola, lugar donde formaron un bloque para impedir el paso de la marcha.
El disparo se produjo cuando los efectivos de la Diroes empezaron con su actuación represiva contra los que participaron en la protesta. Chero recibió el proyectil a pocos metros donde estaban ubicados los agentes. Fue un impacto directo en su espalda, razón por la cual fue llevado a una clínica local para ser atendido. El examen médico concluyó que se trataba de una canica.
Un segundo manifestante, de nombre René Caqui Crisostomo (27), también recibió una agresión similar y fue llevado de emergencia al Hospital Dos de Mayo. Un informe pericial de criminalística de la PNP confirmó que Caqui también fue atacado con una canica.
El general PNP Tiburcio dijo que están investigando otros dos casos de personas heridas por estos objetos y que fueron llevados al hospital Almenara. Estos dos manifestantes se llaman: Percy Pérez Shapiama (27) y Luis Alejandro Aguilar Rodríguez (26). El primero, debido al impacto, sufrió perforaciones intestinales y se encuentra bajo ventilación mecánica. En el caso del segundo, que se encuentra estable, el proyectil se incrustó en el tórax.
El gerente de la Red Asistencial de Almenara, Jorge Amorós, dijo el viernes, sin dar especificaciones, tanto Pérez como Aguilar recibieron un “proyectil de arma de fuego”.
La confirmación de que los manifestantes fueron atacados con canicas pone en entredicho la versión que dio el ministro del Interior, Gastón Rodríguez, quien afirmó el viernes que la PNP no utiliza estos bolas de vidrio en sus intervenciones. Declaración que fue secundada por el comandante general de la PNP, Jorge Lam.
Especialistas en armas, que prefirieron mantener su nombre en reserva, indicaron que estos objetos, además de ilegales, pueden terminar siendo letales si se utilizan a corta distancia y con un disparo directo al cuerpo. Recalcaron que una posibilidad es que se hayan utilizado armas hechizas (fabricadas de manera artesanal) para introducir las bolas de vidrio.
De igual modo, dijeron que en los casos de perdigones de goma la distancia recomendada para ejecutar el disparo es no menos de 35 metros y con dirección al suelo. De lo contrario, pueden terminar siendo armas letales para quien recibe de lleno el impacto.
Por último, aseguraron que si la policía utilizó ilegalmente canicas como munición contra civiles es una muestra más de la falta de capacitación y entrenamiento de los efectivos para controlar eventos de este tipo.
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