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Nuevo aeropuerto: arquitectos denuncian impago y uso indebido de su diseño tras retiro de licitación
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Resta menos de cuatro días para que el nuevo aeropuerto Jorge Chávez entre en operación. Se espera que al inicio tenga la capacidad para recibir hasta 30 millones de pasajeros al año y se proyecta que pueda albergar hasta 40 millones a finales del 2025. En tanto, su colosal tamaño -tres veces más grande que el terminal actual- será propicio para albergar diferentes ambientes, uno de ellos destinado a las plazas gastronómicas, para el deleite de peruanos y extranjeros. Justamente, el diseño y la construcción de este ambiente ha desencadenado un reclamo por parte de un grupo de arquitectos y la respuesta de la empresa que los contrató.
La disputa involucra por un lado a los arquitectos Milagros Aguilar y Mariano Quiroga, de la empresa Habitáculo, y por el otro lado a Inversiones Fisa (operador en el negocio de hospitalidad y gastronomía). Este último suscribió un contrato con Lima Airport Partners (LAP) para operar una de las plazas gastronómicas del nuevo terminal aéreo que llevaría el nombre Perusuyo.
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Carlos Salas Abusada desglosa con rigor las noticias clave del día de lunes a viernes.
Los arquitectos señalan que Fisa les canceló el proyecto cuando ya habían avanzado gran parte del mismo y que no les han pagado lo que les corresponde. Por su parte, la empresa argumentó que no se cumplió con los ajustes en base a observaciones que se le hizo llegar a la proyectista.

Cabe mencionar que dicha plaza gastronómica estará ubicada en la zona del check-in del nuevo Jorge Chávez, un espacio que será concurrido por peruanos y extranjeros, y contará con un área de 650 metros cuadrados, cuyo diseño pretende resaltar la gastronomía, el arte y la cultura del país.
Como parte de su diseño, Perusuyo será “un ambiente que celebrará la cultura peruana, con un majestuoso árbol de la Yunza y con expresiones artísticas gracias a murales e intervenciones culturales realizadas por artistas destacados y emergentes”.
¿Cuál es el reclamo?
Habitáculo contó que en febrero del año pasado, tras proponer un proyecto arquitectónico para la plaza gastronómica Perusuyo, consiguieron la licitación y la aprobación del diseño que habían hecho a partir del concepto de la marca. Sin embargo, sostuvo que luego Fisa les estuvo pidiendo que realizaran algunos cambios y ajustes, cosa que hicieron.
El problema surge cuando al llegar a un avance del 95% de la obra, Fisa les envía una carta notarial comunicándoles que daban por concluido sus servicios. Asimismo, la parte denunciante agrega que solo procedieron a pagarles lo correspondiente al 60% del proyecto, quedando pendiente hasta el momento el otro 35%.
“Se cumplieron con las diferentes entregas: al 15%, al 30%, al 60%, al 95%. Entonces, nosotros entregamos todo hasta el 95%. Pero nos han pagado hasta el 60%. El proyecto que se ve actualmente construido es nuestro diseño arquitectónico y de interiorismo. Algo que después nos obligaron a cambiarlo un poco”, manifestaron.

Explicaron que al llegar al 60% de la obra, la empresa Fisa les hizo llegar unas observaciones y por consiguiente solicitó algunos cambios en el proyecto. Al respecto, los arquitectos señalaron que dichos ajustes se efectuaron. No obstante, ya cuando la obra estaba al 95%, surgieron nuevos pedidos de cambios, algo que en un principio, Habitáculo no aceptó cumplir, pues no estaba dentro de lo acordado y conllevaría el deshacer parte de lo que ya se había avanzado.
“Les pedimos entonces unos adicionales porque estaban exigiendo unos cambios que ya al 95% de la obra no tenían sentido. Significaba retroceder para seguir avanzando y no estaba dentro de lo que habíamos conversado. Y tras pedir adicionales pues de repente sucede que nos llega una carta notarial diciendo que ya no necesitaban nuestro servicio. Eso fue en agosto del año pasado“, expresaron.

En tanto, dijeron que llegaron a reclamar en su momento la posibilidad de retomar el proyecto y terminarlo. Es decir, que se respetara el contrato, pero eso no ocurrió. Asimismo, señalaron que en todo momento ofrecieron levantar las observaciones, pero aquellas que quedaron pendientes dependían de una coordinación con otras especialidades que no avanzaban, por ejemplo con LAP y la misma FISA.
Los arquitectos resaltaron que siempre tuvieron la disposición de avanzar y coordinar, pero no siempre encontraron respuesta y ello complejizaba el trabajo. Las exigencias incluyen el pago del saldo pendiente por parte de Fisa y el reconocimiento de la autoría de esa obra.
“Fuimos a Indecopi y nos ha reconocido la autoría (del proyecto), lo que se llama la paternidad de la obra. Pero claro, no se nos quiere reconocer eso. En la obra terminada los cambios son mínimos, no son sustanciales. Es prácticamente tal cual los planos que entregamos“, indicaron.
¿Qué responde Fisa?
A través de un comunicado, Fisa sostuvo que no es cierto que Habitáculo haya acreditado haber cumplido con la entrega de los planos al 95% del proyecto en mención al contrato que suscribieron el 11 de abril de 2024. Añadió que dicha empresa no llegó a terminar la ejecución del proyecto siguiendo exactamente el diseño y los planos enviados por ellos mismos.
Fisa resaltó que el contrato establecía que Habitáculo aceptaba los estándares de LAP, los cuales indicó le fue comunicado oficialmente a través de los canales correspondientes. En ese sentido, refiere que no se llegó a completar con el 95% del proyecto.
“LAP realizó 37 observaciones a su entregable correspondiente al tramo del avance hasta el 60% del Proyecto que no fueron debida y oportunamente subsanadas por parte de Habitáculo y que, pese a ello, fue cancelado de manera adelantada por Inversiones FISA”, indicó.

Asimismo, FISA manifestó que según otra cláusula del contrato, “Habitáculo se encontraba obligada a ejecutar el expediente arquitectónico atendiendo a todas las normas a las que está obligada Inversiones FISA en su relación con LAP.
“Conforme a lo anterior, no existe obligación de pago de parte de Inversiones FISA, toda vez que las prestaciones a su cargo no han sido aprobadas y, por el contrario, han sido objeto de observación por FISA y por LAP”, precisó.

En tanto, Inversiones FISA sostuvo que hubo incumplimientos por parte de Habitáculo, lo que la obligó a contratar a otros arquitectos y expertos "para subsanar las observaciones formuladas por LAP los planos elaborados por Habitáculo al 60% y diseñar los planos necesarios para completar la obra arquitectónica".
Cabe mencionar que los arquitectos de Habitáculo sí han asegurado haber cumplido con todo los cambios solicitados, salvo aquellos que según indican les fueron requeridos casi con la obra concluida. Incluso en ese momento, señalaron que tuvieron la predisposición de seguir avanzando y concluir con el proyecto, pero no tuvieron respuesta más que el aviso del cese de sus funciones.
Por último, Inversiones Fisa dijo que hubo una afectación a los derechos de propiedad intelectual de terceros, pues sostiene que Habitáculo indujo a error al Indecopi “al solicitar que se les declare cotitulares de los derechos patrimoniales de la obra denominada PERUSUYO“.







