Perdonen la nostalgia: hubo un tiempo en que salir de viaje significaba recopilar paisajes impresas sobre láminas de cartulina brillante, que luego enviábamos por correo o guardábamos como recuerdo de nuestra aventura. En el Perú, el responsable de gran parte de esa memoria visual fue el geógrafo y fotógrafo portugués Gonzalo de Reparaz (1901-1984). Los nacidos antes de 1980 podrán recordar portales de una impoluta plaza San Martín, un barroco Palacio de Torre Tagle o un casi parisino Paseo de la República, sin autos y sin peatones. Imágenes que nos daban una ilusión de progreso y modernidad.
“Gonzalo de Reparaz. Paisaje y turismo en el Perú (1950 – 1960)” es el título de la muestra abierta en el C.C. Inca Garcilaso. Su curadora, Mayu Mohanna, nos recuerda que Reparaz, nacido casi con el siglo, vivió de cerca el auge de las postales como forma de comunicación, cuando las nuevas tecnologías de impresión democratizaron el acceso a la fotografía paisajística y la convirtieron en entrañable souvenir.
—Una vida exagerada—
Nacido en Sèvres (Francia) en 1901, la niñez de Reparaz estuvo definida por la errancia, debido al trabajo de su padre, célebre diplomático y geógrafo portugués. Formado como geógrafo y cartógrafo, con solo 27 años publicó “La plana de Vic”, libro sobre la comarca de Osona en Barcelona, que le mereció el respeto de toda la intelectualidad catalana de su época y por el que hoy se le considera uno de los padres de la geografía española del siglo XX.
La exposición, que reúne una rigurosa selección de 50 fotografías, junto con diapositivas, postales, estampillas, correspondencia y textos periodísticos, nos dan cuenta de su vida desmedida: desde sus inicios en Europa, en los que el joven geógrafo registra los cambios sociales y tecnológicos de los años veinte: las primeras fábricas, los ferrocarriles y paisajes ligados siempre al uso del agua.
Justamente será el agua el elemento fundamental cuando reparaz llegue al Perú en 1951, como jefe de la Misión de Asistencia Técnica de Unesco, convertido en una autoridad en zonas áridas y fluviales. De hecho, entre sus logros científicos destaca el descubrimiento para la academia del Cañón del Colca, del cual realizó la primera fotografía aérea, desde un helicóptero, en 1954. Como explica Mohanna, su investigación en los sistemas fluviales fue fundamental para conocer los sitios arqueológicos de la costa que siguen la ruta del agua, hallazgos que el experto publicará en sus columnas publicadas en el diario El Comercio.
La muestra, además de abordar sus investigaciones arqueológicas de lugares que, a mediados de siglo pasado, aún no se habían convertido en destinos turísticos, comparte también sus aportes a la fotografía documental y social. Sin embargo, lo que resultará entrañable para el gran público, será reconocer sus postales, realizadas a partir de fotografías en blanco y negro coloreadas por el artista. La mirada de Reparaz nos habla de un país de tesoros milenarios y una capital moderna. Muchas veces, el diseño de sus postales nos permite sintetizar los rincones más característicos del país.
Con esta muestra culmina un proceso de recuperación de un archivo que bordea las 14 mil imágenes, ya limpiado y estabilizado. Un proyecto de rescate impulsado por María del Carmen de Reparaz, hija de este fotógrafo pionero y fundamental hombre de ciencia.
Lugar: C.C. Inca Garcilaso del Ministerio de RR.EE. Dirección: Jr. Ucayali 391, Lima. Horario: De martes a viernes de 10 am a 8 pm; sábados y domingos, de 10 am a 6 pm. Hasta el 23 de febrero. Ingreso: Libre.