Sebastián Pimentel

Junto con Walter Salles, Fernando Meirelles representó a una nueva generación de cineastas brasileños que surgieron en los años noventa. Ambos empezaron como documentalistas en la televisión de su país, y luego migraron al largometraje de ficción. El primero en lograr un éxito internacional sería Salles con “Estación central” (1998), mientras que Meirelles lo haría unos años después con “Ciudad de Dios” (2002).

Hay que decir que el tiempo no ha favorecido estas películas, algo sobrevaloradas en su momento. Por otra parte, las carreras de estos directores han resultado bastante discretas. Por eso no había que hacerse tantas ilusiones con “Los dos papas”, otra de las últimas apuestas “de prestigio” de , dirigida por Meirelles y escrita por el oscarizado Anthony McCarten –“Las horas más oscuras” (2017), “Bohemian Rapsody” (2018)–.

Pero el prestigio anticipado de “Los dos papas”, mucho más que por los nombres en la dirección y el guion, tiene que ver con la participación de dos grandes de la actuación interpretando a los personajes del título: Jonathan Pryce como Jorge Bergoglio –Francisco I– y Anthony Hopkins como Joseph Ratzinger –Benedicto XVI–. A ello, por supuesto, se suman los altos costos de la producción en la fastuosa ciudad del Vaticano.

La concepción de la historia, tomada de la vida real, parte de la votación para elegir un nuevo papa, en el 2005. Se trata del cónclave de cardenales, con todo el ritual antiguo que es en sí mismo un espectáculo fascinante. Meirelles también utiliza imágenes de archivo de los noticieros de televisión, lo que, sumado a las locaciones del Vaticano, lleva a Hopkins y Pryce hacia un verismo casi documental de los hechos.

Algunos han reconocido en el filme a ese género norteamericano llamado ‘buddy movie’ o comedia de amigos de caracteres contrastados. Y algo de eso tiene esta amable reconstrucción de la relación de dos viejos líderes de la Iglesia. Primero los vemos como cordiales enemigos políticos, pero luego de la victoria de Ratzinger, empezará otro tipo de relación, acaecida en gran parte por la crisis personal que atraviesa el Papa alemán.

Lo mejor de la cinta, y quizá sea ocioso decirlo, tiene que ver con el duelo actoral de Pryce y Hopkins. En este caso, tenemos un enfrentamiento sabio y crepuscular, aunque punzante; un ejercicio artístico donde los dos están en pleno dominio de sus talentos. Se aprecia, con deleite, una serie de conversaciones, de agudos exámenes entre uno y otro que dejan aflorar una sutil mezcla de rivalidad y complicidad.

No obstante, esta virtud del registro íntimo y natural de Meirelles se ve opacada por un recurso que no llega a convencer del todo. Se trata de unos ‘flashbacks’ de la juventud de Bergoglio. En blanco y negro, y de una factura más onírica, esta evocación tiene lugar para informar sobre las culpas y tormentos de la vida del argentino cuando, como autoridad jesuita en Buenos Aires, le tocó lidiar con la dictadura de Videla.



Lo mejor de la cinta, y quizá sea ocioso decirlo, tiene que ver con el duelo actoral de Pryce y Hopkins. En este caso, tenemos un enfrentamiento sabio y crepuscular, aunque punzante; un ejercicio artístico donde los dos están en pleno dominio de sus talentos.

Esta última es una evocación que no se aplica al Papa alemán. Y es un detalle significativo, porque el filme encontraba sus lados incisivos en la confrontación entre ambos protagonistas. En cambio, en un punto, se prefiere edulcorar la historia de Francisco, y todo se torna complaciente. Y más aún cuando, por los escándalos de abuso sexual y corrupción, la Iglesia Católica pasa por uno de sus peores momentos. El conflicto entre conservadurismo y progresismo, por ejemplo, tampoco se aprovecha. A fin de cuentas, los asuntos inquietantes y espinosos parecen difuminarse a paso seguro en “Los dos papas”, y, terminada la función, ya no sabemos si la producción era de Netflix o de Disney.

LA FICHA

Título original: “The Two Popes”.

Género: drama.

País y año: EE.UU. / Reino Unido / Italia / Argentina, 2019.

Director: Fernando Meirelles.

Actores: Jonathan Pryce, Anthony Hopkins, Juan Minujín.

Calificación: ★★ 1/2.