La inteligencia artificial (IA) ya es una de las tecnologías más importantes de nuestro tiempo y, aunque existen más preguntas que respuestas sobre ella, una de las principales certezas es que su impacto en nuestras vidas no se detendrá.
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Este año fuimos testigos de enormes avances en el desarrollo de los chatbots, como ChatGPT de OpenAI, que consolidó su popularidad a escala mundial gracias a su capacidad de responder a múltiples interrogantes.
La eficiencia de los modelos de IA generativa también ha permitido un aumento en el uso de esta tecnología para crear imágenes, música, video y mucho más. Una prueba sencilla son las ilustraciones que acompañan esta nota y que fueron producidas con ayuda de la IA de Photoshop.
Pero si bien las oportunidades son abundantes, la IA también pone a la humanidad frente a varios desafíos, algunos de los cuales podremos ver con mayor claridad en el 2025.
1. Robots con sentidos más avanzados entrarán en nuestras vidas
Hay varias tendencias para el campo de la inteligencia artificial en el 2025. Una de las más importantes es que los chatbots de IA generativa, que cada vez son más desarrollados, serán integrados en robots que pronto van a entrar en nuestras vidas. “Vamos a agregar a estos modelos nociones como el equilibrio, la precisión, el tacto y el olfato, para tener robots inteligentes”, dice a El Comercio Omar Flórez, doctor en Computación e investigador peruano en inteligencia artificial.
También existe gran entusiasmo por un mayor uso de las agencias de la IA, que crean algoritmos, modelos y aplicaciones personalizados, y responden a la capacidad de un sistema de tomar decisiones por sí mismo. “Eso significa que podemos esperar modelos que ya no solo den una respuesta, sino que empezarán a realizar llamadas telefónicas, hacer compras después de ver un inventario y ver qué falta, etc.”, añade Flórez.
2. La tarea urgente de ser consciente de la ética en el uso de la IA
El avance de la IA es tan veloz que la humanidad aprende a lidiar con ella sobre la marcha. Este reto no solo pone a prueba la tecnología, sino la forma en la que nos ligamos a ella. Mois Navon, ingeniero estadounidense-israelí y fundador de Mobileye, cree que el mayor reto para garantizar un uso ético de la IA es enseñar a la gente que tiene que ser consciente de la ética.
“Todos tienen que ser conscientes de ello; los ingenieros, por supuesto, pero también los empresarios que tienen que saber que no se puede destruir el mundo y que los productos que ofrecen deben estar vinculados a la ética. Los robots empezarán a entrar en nuestras vidas de formas sorprendentes y hay que asegurarnos de que entran a ayudarnos y no para hacernos daño”, dijo a este Diario el experto, que llegó a Lima para participar en la conferencia “Negocios sostenibles en la era digital: un enfoque ético de la IA” de la Cámara de Comercio de Lima.
3. Integrar esta tecnología a todos los procesos de trabajo
En la discusión sobre el impacto de la IA en la fuerza laboral, se habla a menudo de la automatización, que es la capacidad que tienen los sistemas de decidir todo de forma automática, sin intervención humana. Flórez explica que la IA generativa se centra hoy más en asistir que en automatizar. Pero se está extendiendo mucho más el límite de lo que las computadoras pueden decidir. “El reto es desarrollar talento local. No ser solo usuarios de tecnología, sino que debemos entrenar modelos de IA generativa para ser más independientes”, apunta.
Navon añade que la mayoría de personas están “jugando un poco” con los chatbots, pero aún no han empezado a integrarlos en todos los procesos de trabajo. “Me recuerda a cuando empezó el auge de Internet y la gente contrataba a personas para hacer búsquedas. Ahora suena gracioso. Con la IA pasará igual, recién se convertirá en algo realmente útil para todos”.
4. El creciente desarrollo de la IA puede aumentar el uso del cobre
El cobre es clave en la construcción de infraestructuras informáticas y el desarrollo de la IA. La demanda de este metal vinculada a esta tecnología y a centros de datos podría sumar hasta un millón de toneladas métricas para el 2030 y agravar el déficit de suministro hacia el final de la década, según un informe del operador de materias primas Trafigura citado por Forbes.
Wester Zela, decano de la carrera de Ingeniería Electrónica de la Universidad Científica del Sur, recuerda que la tecnología para entrenar los modelos de IA no solo usa software, sino también hardware. “Va a haber una competencia en el desarrollo del poder de cómputo y uno de los metales más beneficiados será el cobre”, señala. Esto podría representar una oportunidad para el Perú –uno de los líderes en la producción mundial de cobre–, pues cada vez habrá más necesidad de desarrollar computadoras más potentes que puedan entrenar estos modelos.
MOIS NAVON
Ingeniero, visionario tecnológico y fundador de Mobileye
Hay dos retos principales frente a la industria de la inteligencia artificial. El primero es seguir mejorando la tecnología. Creo que la computación cuántica está sobrepasando los límites. Lo que antes podría llevar años, una computadora cuántica ahora puede hacerlo en un segundo. Sin duda vamos a tener un reto tecnológico porque todavía hay mucha ciencia que entender, entonces el primer desafío es la tecnología en sí.
El otro punto importante es la ética. Tenemos que asegurarnos de que estamos utilizando todas estas tecnologías para el bien de la humanidad. Debemos concentrarnos en trabajar en eso. Se habla mucho del temor de mucha gente a que la IA se apodere de nosotros o incluso nos ataque. Pero eso está muchísimo más lejos de lo que se piensa y no es tan realista. No estamos en la situación de que las máquinas tomen el poder y maten a todo el mundo. Por otro lado, tenemos que preocuparnos por no perder lo que somos. Que aprendamos a usar a la IA como asistente, pero que no la utilicemos para sustituir lo que hacemos. Lo que nos preocupa es la pérdida de competencias. Si dejamos que las máquinas hagan todo lo que sabemos hacer, perderemos la destreza y eso es un gran problema.
Por desgracia, los humanos tenemos aún mucho que trabajar para poder estar a la altura de esta evolución tecnológica. Creo que no podemos decir: “Esto es solo para frikis de la informática, es solo para ingenieros, no hay que preocuparse por ello”. La tecnología avanza muy de prisa y nosotros tenemos que hacerlo con ella. Y tenemos que ser muy conscientes y utilizarla para el bien. No podemos decir que nos preocuparemos por la IA en otro momento.
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