La designación de Brasil como sede de la Copa América 2021 ha provocado airadas y contrapuestas reacciones dentro del gigante sudamericano. Muchos ciudadanos, entre ellos los integrantes de la ‘Seleçao’, critican que el torneo se realice en medio de la ferocidad con que la pandemia golpea al país. Pero no falta mucho para conocer el futuro de la competición. El Supremo Tribunal Federal (STF) decidirá este jueves si autoriza o no que el máximo torneo continental se realice en esa nación.
La controversia surgió luego de que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) designara el lunes de la semana pasada a Brasil como sede del evento deportivo tras las deserciones de Argentina y Colombia, donde la competencia de selecciones más antigua del mundo debió disputarse el año pasado hasta que el COVID-19 obligó a aplazarla.
LEE TAMBIÉN: Entre temores y ausentismo: el codiciado voto de casi un millón de peruanos en el exterior
Pese a que Brasil es el segundo país con más muertos por la pandemia, superado solo por Estados Unidos, fue elegido como anfitrión del campeonato con respaldo del gobierno de Jair Bolsonaro, un escéptico del virus que ha criticado las medidas de distanciamiento social y señala que las secuelas económicas de los cierres de negocios son más mortales que el COVID-19.
Específicamente, el Supremo Tribunal Federal (STF) decidirá en una sesión extraordinaria realizada de forma virtual sobre dos demandas de impugnación de la Copa América en Brasil que fueron presentadas por el opositor Partido Socialista Brasileño y el sindicato de trabajadores metalúrgicos.
El Partido Socialista Brasileño dijo en su solicitud dirigida al STF que la “intensa circulación de visitantes en el territorio nacional obviamente diseminará el virus que causa el COVID-19 en varios estados, además de permitir la posible entrada de nuevas variantes”. Por su parte, el sindicato de trabajadores metalúrgicos defiende que Brasil no debe celebrar competiciones deportivas internacionales mientras esté en vigor el distanciamiento social.
El partido inaugural de la Copa América entre Brasil y Venezuela está previsto para el domingo 13 en el estadio Mané Garrincha de Brasilia. Bolsonaro fue invitado al encuentro, aunque no se permitirá la presencia de aficionados en todo el torneo.
¿Es posible que suspendan la competencia?
En este contexto, todos los ojos están puestos en la decisión que se tome en la sesión de emergencia del Supremo Tribunal Federal (STF), que tiene la última palabra sobre el tema.
En opinión de Jorge Rubem Folena, abogado constitucionalista, politólogo y director del Instituto de Abogados Brasileños (IAB), aunque puede ocurrir que la justicia brasileña suspenda el torneo debido a los argumentos en defensa de la salud pública durante la pandemia, ve poco probable que ello ocurra.
“Yo creo que el Supremo Tribunal Federal, en su mayoría, no interferirá en la realización de la Copa América porque los campeonatos de fútbol en Brasil están en curso y se celebran sin público en los estadios. El hecho es que, incluso así (sin publico en los estadios) hay mucha aglomeración de personas en los restaurantes y los bares en las calles de Brasil, lo que ha aumentado la infección del COVID-19″, dice a El Comercio.
En la misma línea se pronuncia el abogado brasileño Luiz Carlos da Rocha, quien no cree que el STF llegue al extremo de prohibir la realización del evento. “Creo, más bien, que el riesgo para la realización de la Copa América vendrá más por la fuga de patrocinadores que por la llegada de una decisión del Tribunal Supremo”, señala a este Diario.
El letrado agrega que, concretamente en relación con la Copa América, cada estado y cada alcalde podrá decidir si permite o no la celebración de los partidos en su estado o en su municipio.
Por su parte, el abogado brasileño Rodolfo Prado también ve remota la posibilidad de una suspensión del torneo y enfatiza que son unas pocas ciudades las que acogerán el evento. Sin embargo, afirma que se debe “ratificar el entendimiento de que en caso de aumento de la crisis sanitaria, las entidades estatales y municipales pueden paralizar el evento o este deba ser trasladado a otro lugar. Hay sitios que acogerán la Copa América que se enfrentan a un aumento de los casos de COVID- 19 y hospitalización”.
Recuerda que en el caso de que se produzca la suspensión del torneo por decisión mayoritaria del Tribunal Supremo no habría recurso inmediato para revertirlo. “La decisión tendría plenos efectos y debería ser ejecutada por el Ejecutivo u órgano que se determine para suspender los actos encaminados a paralizar la Copa América”, apunta.
“La mayoría de la gente está en contra”
Más allá de las decisiones judiciales, entre los brasileños prima el rechazo a que su golpeada nación sea sede de una fiesta deportiva. Además, no son pocos los que ven el evento como un intento de Bolsonaro para distraer la atención de la crisis en el país.
“La mayoría de la población se manifiesta en contra de la realización del evento. El gobierno de Bolsonaro, que tiene una baja popularidad por sus errores durante la pandemia y está siento investigado por el Senado, utiliza la realización de la Copa América como una forma de desviar la atención de los graves problemas que su gestión ha causado en el país”, remarca Folena.
Por su parte, Prado resalta la indignación que el tema está despertando en la población. “El Gobierno Federal ignoró 53 veces los correos electrónicos de Pfizer sobre la compra de vacunas, pero para llevar a cabo el evento rápidamente cuando se quedó sin sede en menos de 24 horas aceptó y determinó que todas las medidas fueran adoptadas para la realización”, señala el letrado y afirma que se han convocado protestas para los próximos días pidiendo la destitución del presidente y contra la Copa América.
“Se entiende que es una falta de respeto a la memoria de las personas que fueron víctimas del virus, además de mostrar la prioridad del gobierno de realizar un evento y no comprar vacunas”, agrega.
Luiz Carlos Da Rocha considera, que, a diferencia de los torneos locales que se disputan en Brasil, la Copa América no representa mayores ingresos.
“No da acceso a nada, no genera puestos de trabajo. Es un torneo tradicional que podría jugarse el año que viene o no jugarse. Si no se realiza, el daño sería solo las pérdidas financieras de las entidades vinculadas. Creo que la población es muy consciente de ello. Saben que el torneo no sirve para nada y que la selección brasileña ya se está formando para el Mundial en la fase de clasificación”, opina.
TE PUEDE INTERESAR
- Así va el resultado del voto en el exterior según el conteo oficial de la ONPE
- Voto peruano en el exterior: ¿Qué pasó en las dos últimas segundas vueltas?
- Elecciones Perú 2021: Así va el resultado ONPE del voto en Estados Unidos según el conteo oficial
- La cachetada a Macron y otras agresiones a líderes mundiales en los últimos años | FOTOS
- España reabre sus playas a todos los turistas vacunados contra el coronavirus