Aunque Israel e Irán han procurado restar importancia al aparente ataque aéreo israelí del viernes cerca de una importante base aérea y un sitio nuclear en el centro de la República Islámica, medios de prensa estadounidenses han publicado inquietantes detalles de la acción que implica a los sistemas de defensa de origen ruso que fueron rebasados por un misil, en una clara demostración de su vulnerabilidad.
De acuerdo con el diario The New York Times, Israel utilizó un sofisticado misil evasor de radares para alcanzar las defensas S-300 de fabricación rusa que dan seguridad a la base de Isfahán, cerca del estratégico sitio nuclear de Natanz.
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El NYT dijo, basado en funcionarios occidentales, que se trató de una maniobra “calibrada para que Irán se lo piense dos veces” antes de desafiar a Israel con otro ataque directo.
Además, pretendió mandar el mensaje de que el misil israelí es capaz de esquivar y neutralizar las defensas de Irán.
El medio también consultó a dos funcionarios iraníes, quienes confirmaron que el ataque alcanzó un sistema de defensa aérea S-300. Agregaron que Irán no detectó intrusiones en su espacio aéreo por parte de drones, misiles o aviones.
El New York Times aseveró que el misil procedía de un avión de combate y que fue disparado desde “lejos del espacio aéreo israelí o iraní”.
El informe también señala que ni el avión ni el misil entraron en el espacio aéreo de Jordania, una medida calculada para mantener a Ammán fuera de cualquier posible represalia por parte de Irán.
En este punto, cabe precisar que Jordania ayudó a derribar algunos de los cientos de drones y misiles disparados por Irán contra Israel.
El pasado 13 de abril, Irán atacó Israel de manera directa por primera vez en la historia. Lo hizo con más de 300 drones y misiles. El 99 % de estos proyectiles fueron interceptados por los sistemas de defensa israelíes y también por países aliados como Estados Unidos y el Reino Unido, además de la colaboración de Jordania.
Por su parte, The Times of Israel aseguró haber visto imágenes de satélite que mostraban daños en el radar de un sistema S-300, ubicado en la Octava Base Aérea Shekari, en Isfahán. Este equipo forma parte de un conjunto de artefactos que defienden el cercano sitio nuclear ultrasecreto de Natanz.
Fox News, que citó a “altas fuentes militares estadounidenses”, informó que el objetivo del ataque de Israel era una base militar en Isfahán y no la central nuclear fuertemente fortificada, que se encuentra a unos 100 kilómetros al norte de la ciudad, enterrada bajo una montaña.
Irán ha minimizado la magnitud del ataque. El Ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Hossein Amirabdollahian, afirmó a NBC News que los drones utilizados en el ataque eran “más bien juguetes con los que juegan nuestros niños, no drones”, y no mencionó un ataque con misiles ni daños a la base.
Mientras que los medios estatales de la República Islámica solo han dicho que las explosiones que se escucharon fueron el resultado de la acción de su sistema de defensa aérea que derribó tres drones sobre Isfahán, y que la operación fue llevada a cabo por “infiltrados”, sin mencionar a Israel.
Los expertos consultados por el NYT advirtieron que el ataque no detectado de Israel podría empujar a Irán a reforzar aún más las protecciones sobre sus centrales nucleares, llevando sus instalaciones a más profundidad, o acercando sus armas al Estado judío en previsión de futuros conflictos.
En Israel, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, dijo que el ataque de su país no fue lo suficientemente lejos como para castigar a Irán por su primer ataque directo contra el Estado judío.
El político de extrema derecha calificó la operación de “poco convincente”.
¿Cómo son los sistemas de defensa S-300?
A finales del 2016, Rusia completó la entrega del sistema de defensa antiaérea S-300 a Irán, como parte de un acuerdo por 800 millones de dólares firmado entre Moscú y Teherán en el 2007.
Este sistema lanzamisiles S-300 tierra-aire se utilizó por primera vez en 1979, durante la Guerra Fría.
En el momento en el que los recibió Irán, en su versión más actualizada era uno de los sistemas más avanzados de su tipo, según el instituto británico de seguridad RUSI citado por la agencia Reuters.
Puede emplearse para interceptar múltiples aeronaves y misiles a una distancia de hasta 200 kilómetros.
El sistema completo se compone de cuatro pilares: los radares encargados de vigilancia, radares de seguimiento, un puesto de mando y el lanzador de los misiles que puede acarrear cuatro unidades al mismo tiempo, indica el medio El Español.
El radar de vigilancia tiene un alcance que puede llegar a los 300 kilómetros de cobertura, mientras que el sistema de seguimiento —que también se emplea para el guiado del misil— alcanza los 200 kilómetros. Una vez detectado, el sistema puede actuar autónomamente eliminando la amenaza o manualmente a través de un operador.
Por su parte, Ok Diario indicó que el S-300 forma parte de una familia de sistemas de misiles tierra-aire (SAM) de fabricación rusa capaces de atacar aviones y vehículos aéreos no tripulados, además de proporcionar cierta capacidad de defensa contra misiles balísticos y de crucero. La variante S-300P, también conocida como SA-10 Grumble, fue diseñada por la Unión Soviética durante las décadas de 1960 y 1970, y se utiliza únicamente para defensa aérea. Del S-300P deriva el S-300V, también conocido como SA-23A Gladiator y SA-23B Giant, dotado de capacidad antimisiles balísticos y similar en varios aspectos al Patriot Advanced Capability-2 (PAC-2) de Estados Unidos.
El S-300 fue diseñado para sustituir a los anticuados sistemas SAM móviles soviéticos S-25 Berkut y S-75 Dvina y para hacer frente a la amenaza emergente de los misiles de crucero de largo alcance basados en el aire.
En el año 2000, el despliegue del sistema alcanzó su punto máximo, con las fuerzas de defensa aérea rusas desplegando aproximadamente 1.900 lanzadores S-300. Sin embargo, en el 2017 el número de lanzadores activos se redujo a 800.
En su momento, Rusia dijo que en el 2010 canceló un contrato para la entrega de S-300 a Irán tras recibir presiones desde Occidente. Pero en abril del 2015 el presidente Vladimir Putin levantó esa prohibición autoimpuesta.
Por Andrés Gómez de la Torre,
Especialista en temas de Defensa
Israel realizó un ataque encubierto que tenía la apariencia de ser cosmético, pero llevaba un claro mensaje estratégico: el país es capaz de penetrar la defensa aérea iraní.
El sistema S-300 de Irán, si lo comparamos con el Domo de Hierro israelí y con toda la parafernalia que han desarrollado los países periféricos como Jordania, no tiene la capacidad para ejercer una fuerte defensa antiaérea.
Entonces, Israel le ha dicho a Irán con esta operación: "Podemos llegar a neutralizar la capa más alta que es el sistema de misiles S-300, podemos penetrar lo mejor que tienes".
Por eso es que Moscú estaría transfiriendo pronto, para compensar esta falencia frente a la tecnología israelí, el sistema S-400 Triumf, que es de lo último en tecnología SAM de la histórica línea exsoviética, para tener aunque sea una capacidad de respuesta mínima de Irán frente a un ataque aéreo israelí.
Rusia también va a transferir a Irán 24 cazas SU-35, pero frente a los F-35, F-16 de alta gama y los F-15 repotenciados de última generación que tiene Israel, definitivamente estos Sukhoi no van a cambiar ni cualitativa ni cuantitativamente el balance las las fuerzas aéreas entre Irán e Israel.
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