Entrevista con Farid Kahhat: "El mundo no es peor que hace 20 años"

Corea del Norte, Venezuela, los atentados en Europa, la elección de Donald Trump... 
— ¡Qué tal mundo loco el que tenemos!
Pongamos las cosas en perspectiva, ahora hay menos guerras que antes del fin de la Guerra Fría. Lo que ha crecido en los últimos años es una forma específica de violencia política, lo que EE.UU. en su momento llamó terrorismo global. Básicamente, Al Qaeda y el Estado Islámico. El tema es que el terrorismo tiene entre sus víctimas a civiles en capitales europeas donde están las principales agencias de noticias, eso genera una sensación de zozobra que no coincide con una perspectiva histórica. El mundo no es peor que hace 20 años en términos de seguridad. Pero tenemos fenómenos que eran impensables.

— ¿Como cuáles?
Como el ‘brexit’ o la elección de Donald Trump.

—¿No pudo prever el momento actual?
Depende. Leía una base de datos de Robert Pape sobre los atentados suicidas y decía que la gran mayoría no tiene motivación religiosa sino territorial. La motivación fundamental del terrorismo suicida es liberar un territorio que siente ilegalmente ocupado, entonces todo indicaba que Iraq podía tener el desenlace que tuvo. Incluso cuando el Reino Unido ingresa a la Unión Europea había encuestas que indicaban deseos de salir, era uno de los menos entusiastas del bloque. Pero el fenómeno Trump era más difícil.

— ¿Su interés por los temas internacionales comenzó a los 12 años tras los atentados de Múnich?
Sí. Bueno, mi familia es de origen palestino y esos atentados terroristas fueron perpetrados por un grupo palestino, Setiembre Negro. En ese entonces “palestino” estaba asociado con “terrorista”. Primero intenté disociarme de mi origen, para evitar ser cuestionado, porque, además, si decía que era de origen palestino me decían que no existía una nación palestina. Mi primera reacción fue decir soy peruano, si preguntaban el origen de mi apellido decía árabe. Luego, estudié más el tema.

— ¿Qué encontró?
Que, de acuerdo con resoluciones de la ONU, los palestinos son un pueblo que vive bajo ocupación militar extranjera y que, si bien han cometido crímenes contra civiles israelíes, los crímenes de la potencia ocupante son mayores.

—Un debate sobre ese tema siempre es tenso.
Depende de la actitud de aquel con el que debates. El problema de quienes defienden la posición oficial israelí sin ser oficiales del Estado de Israel, en ocasiones sin ser ciudadanos, es que solo defienden una verdad oficial, no se atreven a tomar una distancia crítica de la misma. Yo condeno como actos de terrorismo los atentados de Hamas contra civiles israelíes, ellos nunca hacen eso con las acciones del Estado de Israel contra civiles palestinos. Yo califico a la Autoridad Nacional Palestina como una entidad crecientemente autocrática y profundamente corrupta. No tengo que defender la posición oficial de nadie. Se cree que si eres analista debes ser neutral, eso no es necesariamente cierto…

—¿No?
No. Debes separar tus posiciones personales de los hechos y del sentido que tu análisis encuentra en esos hechos. Ser neutral es una actitud ante los valores mientras que ser objetivo es una actitud ante los hechos.

— ¿Cuánto lee usted?
Mi vida social es muy restringida y me convertí en un ratón de biblioteca, leo compulsivamente. Además, lo que ayuda a poner las cosas en perspectiva es algo que la gente subestima mucho: la teoría. Es la teoría la que te dice qué fenómenos deberías vincular. Yo diría que la teoría es como los lentes que te ayudan a enfocar la realidad y no hay forma de entender la realidad sin lentes.

— Vivió buen tiempo en México y la CNN lo contactó como analista en repetidas ocasiones...
​Sí, yo no pensaba aplicar a un trabajo fuera del Perú pero el jefe de estudios internacionales del CIDE [Centro de Investigación y Docencia Económicas] también había estudiado en la Universidad de Austin y varios profesores me recomendaron. Decidí probar suerte y viví por seis años allá. Lo de CNN fue aún más accidental.

— ¿Por qué?
​Se les cayó el entrevistado. Iban a hacer una entrevista a las 5 p.m. pero al mediodía el invitado llamó para cancelar. Entonces, una mujer de CNN envió un correo a los profesores preguntando si alguien sabía sobre violencia política, Medio Oriente y el 11-S. Respondí, me invitaron, aparentemente les gustó y me invitaban regularmente. Recuerdo que un día me preguntaron el origen de mi apellido, dije que era palestino y de ahí nunca más me entrevistaron por ese tema. 

— Uno de los grandes temas mundiales ahora es la tensión en Corea del Norte, ¿qué nos puede decir sobre eso?
​Se suele decir que es un régimen irracional, yo no estoy de acuerdo. Es despótico, tirano, cruel con su propia población pero eso no indica que sea irracional. Hay varias formas de probarlo, una de ellas es que está a punto de cumplir 70 años, es difícil pensar que lo habría logrado si fuera un régimen que comete actos autodestructivos. Además, hay un hecho incontrastable y que muy pocos conocen en Occidente.

— ¿Cuál?
​Si bien el régimen norcoreano empezó la guerra de las Coreas, la respuesta de EE.UU. fue tan brutal que arrasó por completo Pyongyang. Por eso vemos esa arquitectura tan espantosa del realismo socialista, ningún edificio tiene más de 70 años de existencia. Eso es algo que casi todo americano olvidó pero ningún norcoreano lo hizo y el régimen se lo recuerda a diario. Por eso sienten que solo están seguros adquiriendo armas nucleares. Es algo que viola todas las leyes de paz pero no es irracional, por ende se puede negociar con ellos.

— ¿Qué análisis le merece el caso de Venezuela?
​Siempre he dicho que hay que verlo como una confrontación política, no como un enfrentamiento de ángeles y demonios. Yo no participo de este elogio generalizado a Leopoldo López. Hay un video en YouTube donde se le ve intentando detener al ministro del Interior de Chávez durante el golpe del 2002. Igual Maria Corina Machado que firmó el decreto Carmona, un decreto golpista. No toda la oposición tiene un pasado intachable. Por el lado del régimen, creo que había aristas autoritarias desde un inicio, pero no se puede decir que los abusos del poder de Chávez sean esencialmente anteriores al intento de golpe en su contra. Dicho eso, desde hace años la oposición lucha contra un régimen autoritario que ha cerrado todas las vías democráticas. La oposición puede decir que no se ha respetado la Constitución, que ganaron por mayoría la Asamblea y no lo respetaron, que propusieron un referendo revocatorio como el que Chávez permitió pero que ahora Maduro bloquea con pretextos absurdos. 

— Finalmente, ¿qué nos puede decir del momento actual en el Perú?
La división de poderes siempre fue frágil porque el gobernante siempre intentó controlar los otros poderes, la experiencia más reciente es la de Fujimori. Además, no hay elecciones de medio término que ayudarían a resolver conflictos entre el Ejecutivo y el Legislativo. Copiamos mal el sistema francés, allá eliges al Congreso sabiendo quién es presidente, puedes votar estratégicamente para reforzar o controlar al mandatario electo. Además, acá el Congreso tiene la facultad de interpelar y sancionar ministros. Nuestro diseño institucional es muy malo para lidiar con conflictos como el que tenemos ahora.