Ante el cambio climático, la pobreza y la desigualdad de oportunidades, nuestra sociedad no necesita estudiantes neutros que solo memoricen fórmulas para un examen. Necesitamos estudiantes dinámicos con habilidades socioemocionales que sepan aplicarlas en sus comunidades. El nuevo estándar de excelencia educativa debe ser formar agentes de cambio que utilicen sus conocimientos y habilidades para el servicio de las personas de su entorno.
En su inacabable mensaje a la nación, la presidenta Dina Boluarte destacó ciertos avances en el sector educativo que se alinean con esta visión. Por ejemplo, la ampliación de 5.000 a 10.000 becas anuales del programa Beca 18 y la implementación de 17 nuevas Escuelas Bicentenario. No obstante, los esfuerzos son insuficientes. De acuerdo con el INEI, únicamente el 6,6% de los ciudadanos mayores de 15 años en pobreza extrema tuvieron acceso a educación superior en el 2023. Asimismo, las Escuelas Bicentenario se encuentran solo en nueve regiones del país. En suma, aún queda trabajo por hacer, y más aún en el caótico siglo XXI, plagado de problemáticas globales como el cambio climático y la pobreza que no son ajenas a nuestra nación.
Por esta razón, necesitamos ciudadanos globales que asuman roles activos para enfrentar estos retos. Es entonces que considero crucial introducir la educación para la ciudadanía global (ECG) en nuestro modelo educativo. Este enfoque, sustentado en la Global Education First Initiative de la ONU, proporciona el entendimiento, las habilidades y los valores que los alumnos requieren para cooperar en la resolución de los desafíos mundiales. Las guías de ECG podrían ser una herramienta valiosa para implementar en el currículo, comenzando por los espacios de tutoría.
Todo esto se conecta con mi Perú soñado, uno en el que los estudiantes lleguen emocionados a sus casas y les cuenten a sus padres no solo lo que aprendieron en el salón, sino también el impacto del proyecto comunitario que vienen realizando con sus amigos y bajo la mentoría de sus profesores, así como hice en mi secundaria en Innova Schools. Sueño con un Perú donde los alumnos den significado a su educación mediante el accionar de sus pasiones.