Para el chimbotano Walter Gozzer Sing, de 51 años, el denominado sueño americano se ha convertido en una pesadilla. Él ha sido deportado y separado de su familia después de vivir 30 años en los Estados Unidos.
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Walter ha pedido ayuda a las autoridades americanas para volver a reencontrarse con su esposa, Lili Montalván Bermúdez, y sus dos menores hijos de 17 y 5 años, quienes radican en el estado de Florida.
“El sueño americano se ha convertido en una pesadilla, estoy muy triste, mi familia también, es muy complicado lo que me está pasando, no se lo deseo a nadie. Lo que más necesito es regresar con mi familia”, declaró para el diario El Comercio.
El 20 de febrero último, Walter Gozzer acudió a la Oficina de Servicios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en la ciudad de Miramar, con la esperanza de conseguir su residencia, sin embargo, el 21 de marzo fue deportado tras permanecer encarcelado en el centro de detención Krome.
Él contó que ingresó a los Estados Unidos en 1988, con visa de turista, pero luego permaneció como ilegal. Intentó por años regularizar su estatus migratorio, pero la visa nunca le fue concedida. Ahora siente que su vida le ha sido arrebatada por la actual política migratoria que ha impuesto el presidente Donald Trump.
“La política migratoria de Trump es muy cruel. Ellos miran la ley, pero no miran a la gente, no miran la situación en la que estás, no les importa si tienes hijos o esposa. Ellos proceden según la ley, pero no miran el daño que hacen al separar familias, al romper corazones”, exclamó Gozzer.
Actualmente vive con su madre y hermanos en una vivienda del distrito de Nuevo Chimbote, en la región Áncash. Desde esta localidad ha decidido iniciar una cruzada que lo lleve de vuelta a su hogar.
“Les pido que me ayuden para reunirme con mi familia, solo les pido que reabran mi caso, porque tengo un certificado laboral aprobado y solo revisando mi situación podría obtener mis papeles en regla y regresar con mi familia. Yo era el sustento de mi hogar, yo me dedicaba a la construcción, pero ahora mi esposa está sufriendo mucho, ella está viviendo de donaciones”, suplicó.
El caso de Walter Gozzer ha conmovido a la comunidad latina y a diferentes grupos de activistas en los Estados Unidos, quienes han solicitado a la Junta de Apelaciones de Inmigración que reabra su caso para que la familia pueda reunirse.
“Mi esposa se entrevistará este 11 de junio con cuatro congresistas en Washington para que vean mi caso. Espero que el gobierno escuche y pueda solucionar mi problema para reencontrarme con mi familia”, comentó Walter, quien no pierde las esperanzas de volver a ver a su esposa e hijos.
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