La primera niña que nació en esta Navidad es arequipeña, pero también venezolana. La pequeña vino al mundo a las 00:02 de este 25 de diciembre, en el hospital regional Honorio Delgado Espinoza. Sus padres son Carleidys Mariana Delgado Zambrano (20) y Víctor José Contreras Colmenares (21), migrantes venezolanos que llegaron a Arequipa en busca de un mejor futuro.
Este lunes, a las 6 p.m., cuando ambos se alistaban para salir de compras, empezaron las contracciones. Luego de unos minutos, a Carleidys se le rompió la fuente. Víctor paró rápido un taxi y trasladó a su esposa al hospital. Pese a que vivían a solo cinco cuadras, el camino les pareció larguísimo. Durante el trayecto, sentimientos de alegría y nostalgia los embragaban ya que iba a nacer su primera hija lejos de su país.
Ahora, ya en la sala de maternidad del citado hospital y con su hija en brazos, Carleidys recuerda que no fue nada fácil su historia de amor con Víctor.
Ellos se enamoraron hace cuatro años en su pueblo Guasdualito, en el estado venezolano de Apure. En esta zona, ubicada a cinco horas de la frontera con Colombia, habita medio millón de personas. Recuerdan que sus primeros años de enamorados lo vivieron a la par de las primeras protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, en las grandes ciudades de Venezuela.
Dos años después, formalizaron su relación. Ella, secretaria en la clínica privada más importante de Guasdualito y él, hijo de un empresario dueño de la ferretería más grande de la zona. Ese año (2016), una semana antes de Navidad, el gobierno de Venezuela ordenó el cambio de moneda, por lo que tenían 72 horas para ir al banco y canjear sus ahorros que habían juntado para independizarse. Carleidys -mientras amamanta a su primogénita- recuerda que las colas eran interminables.
“Había gente que traía sus billetes en sacos. En esa época nadie confiaba sus ahorros en los bancos y menos los ganaderos. Muchos no pudimos canjear nuestros dinero. La población saqueó y quemó los tres bancos del pueblo. Era la primera vez que Guasdalito salía en noticias nacionales e internacionales”, cuenta.
La crisis los golpeó fuerte, pero su amor supo resistir. Pese a las dificultades comenzaron a ahorrar poco a poco. En abril de este año, los médicos les dijeron que esperaban un bebe. Ellos sabían que no era una buena época para traer un hijo al mundo. Su país estaba atravesando un mal momento.
Dos meses después, Víctor llegó a su casa y le dijo a su esposa que se iría a Perú. Un amigo le había comentado la posibilidad de trabajar en Arequipa. Víctor no lo pensó dos veces, pese al temor de su familia, cogió los pocos ahorros que tenían y le prometió a su esposa que buscaría un mejor futuro para ella y su hija.
Víctor viajó cinco días por tierra. Pasó por Colombia, Ecuador e ingresó al Perú por Tumbes. Su objetivo era llegar a Arequipa. A diferencia de sus compatriotas, Víctor encontró trabajo sin mucha dificultad. Él labora en un Car Wash y cobra el sueldo mínimo. “No sé si llamarlo suerte, pero llegué donde personas muy buenas. Me tratan bien, estoy muy agradecido”, manifestó.
Su primer sueldo lo envió a Venezuela para los pasajes de Carleidys. “Cuando me dijo que vaya a Perú ya tenía cinco meses de embarazo. Alisté una maleta con ropa necesaria, guardé unas fotos familiares, los cinco controles de mi bebe y mi cédula de identidad. Dejé a mis padres y mis dos hermanos. Mi mamá lloró mucho, era la primera vez que salía del país y no tenía idea de cómo era Perú”, dijo.
Después de un largo viaje de seis días, Carleidys llegó a Arequipa. Debido a su estado solo pudo trabajar un mes y medio como secretaria en una oficina. Le realizaron un control de embarazo en el Honorio Delgado. Su parto estaba programado para el 13 de enero, pero su bebe eligió nacer en Navidad.
La pareja de venezolanos jamás pensó tener a su primera hija en el Perú. La pequeña ahora es una arequipeña, nacida al pie del volcán Misti.
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