Con el objetivo de hacer visibles sus demandas, cientos de ciudadanos saldrán hoy a marchar en favor de los derechos de las personas lesbianas, gays, trans y bisexuales (LGTB) del país.
La manifestación denominada 18a Marcha del Orgullo LGBTI es la cumbre de una serie de actividades iniciadas por varios colectivos en junio, considerado el mes del orgullo gay. En Chile, Brasil y Canadá se realizaron eventos masivos la semana pasada.
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En el Perú, algunas entidades, como la Defensoría del Pueblo, se han sumado a la celebración colocando en sus fachadas la bandera del arco iris que representa a la comunidad gay. El jueves último, las demandas de esta población fueron escuchadas en el Congreso de la República en un acto simbólico realizado en la plaza Bolívar.
Existen posiciones que se oponen a puntos de la agenda impulsada por los colectivos LGTB. El colectivo Con mis Hijos no te Metas, por ejemplo, está en contra de la inclusión del enfoque de género en el currículo escolar.
¿Cuánto ha cambiado la actitud de los peruanos ante las personas de la comunidad LGTB? Según la última encuesta de El Comercio-Ipsos, el 49% de los entrevistados dice que tiene una opinión favorable de los homosexuales. La mayoría de ellos son de Lima, son mujeres y tienen entre 18 y 24 años.
Además, de las personas que dicen que han tratado con personas homosexuales en los tres últimos meses, el 85% asegura que tiene una opinión favorable de ellas.
Sin embargo, una propuesta que aún no logra un mayor respaldo es la unión civil entre personas del mismo sexo. Según la encuesta de El Comercio-Ipsos de abril, solo el 36% de peruanos aprueba la unión civil no matrimonial. Apenas cuatro puntos porcentuales más de la cifra obtenida en mayo del 2016.
—Lo pendiente—
Más allá de las percepciones, en el Perú hay una agenda pendiente respecto a los derechos de la población LGTB. Percy Castillo, adjunto de la Defensoría del Pueblo, recuerda tres aspectos sobre los que la entidad alertó en diciembre del año pasado.
“En el Perú aún no hay derecho a la identidad de género, lo que limita a las personas trans en el ejercicio de otros derechos vinculados a la identidad”, refiere Castillo.
El segundo punto pendiente, indica, es el derecho que tienen las personas LGTB de constituir una familia a través del reconocimiento legal de sus uniones.
Además, el Estado carece de registros que contribuyan a tener información oficial de las agresiones a esta comunidad. “Son invisibles", agrega.
Marina Navarro, directora ejecutiva de Amnistía Internacional, coincide con Castillo y añade dos retos más que aún tiene el Estado Peruano: los crímenes de odio y el enfoque de género en la educación.
Según el Informe del Observatorio de Derechos Humanos LGBT, en el 2017 hubo 8 asesinatos y 44 agresiones a personas LGTB en el Perú. Peor aun, el Minedu registró 520 casos de violencia por orientación sexual en colegios desde el 2013.
“Se han detectado casos de suicidio o depresión por ‘bullying’ homofóbico. Hay casos de discriminación porque tienen actitudes o comportamientos diferentes por su orientación sexual. La gravedad de estos casos no se está tratando desde la educación”, refiere Navarro.
—En espera—
En la Comisión de Justicia del Congreso están encarpetados los proyectos de ley sobre la unión civil y el matrimonio igualitario. En la Comisión de la Mujer y Familia también está la propuesta legislativa sobre identidad de género desde el 2016. Su autora, la congresista Indira Huilca, aseguró que está pendiente la opinión del Ministerio de Justicia para iniciar el debate.
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