El 27,1% de la población urbana mayor de 15 años (5,8 millones aproximadamente) fue víctima de algún hecho delictivo en el 2023. Esta cifra es la mayor de los últimos 7 años y representa la ola de inseguridad ciudadana que sacude al país.
El robo es el principal delito que afecta a los peruanos, pues 3′175.931 fueron víctimas de esta modalidad. Por ello, la tasa de victimización por robo de celulares, carteras, vehículos, negocios, entre otros, alcanzó al 15% de los mayores de 15 años.
Este dato de la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales del INEI es aún más revelador si consideramos la situación de años anteriores, lo que demuestra que la cantidad de robos ha tenido un incremento sostenido. En el 2022, hubo 2′643.369 personas afectadas.
En esa línea, el Perú ha retrocedido cuatro años en la lucha contra los robos, pues no se alcanzaba un porcentaje tan alto desde el 2019: 16,7% con 3′265.898 afectados; asimismo, la tasa de victimización también alcanzó el 15% en el 2018.
Cabe resaltar que la tasa de victimización mide la cantidad de personas que manifestaron haber sido víctimas de un delito por cada 100 habitantes.
Por regiones, en Madre de Dios, el 22% de la población fue víctima de robo, lo que la convierte en la región con la tasa de victimización más alta del país. Le siguen Puno (20,9%), Junín (19,3%) y Tacna (18,8%). En Lima Metropolitana, la prevalencia fue 17,1%, una cifra que coloca a la capital en el octavo lugar. Al ser la ciudad más habitada de todo el país, este porcentaje se traduce en casi 1.5 millones de víctimas.
Por otro lado, el tipo de robo más común fue el robo de celulares, carteras y dinero. A nivel nacional, se registraron 12,1 víctimas de este delito por cada 100 habitantes, lo que equivale a más de 2.5 millones de personas afectadas. Además, el robo de autopartes y el robo de negocios también afectó a una cantidad considerable de ciudadanos: 307 mil y 204 mil, respectivamente.
Por otro lado, solo el 16% de las víctimas denunció los delitos entre noviembre de 2023 y abril de 2024. La principal razón para no denunciar fue la percepción de que se trataba de una pérdida de tiempo. Otras razones incluyen el desconocimiento de la identidad del delincuente, la desconfianza en la policía, y considerar el delito como de poca importancia.
“Esta baja confianza en las instituciones tiene que ver mucho con la percepción de corrupción de sus funcionarios. Si las personas no confían, no van a denunciar el delito, y si no denuncian, las autoridades no pueden iniciar los procesos correspondientes”, comentó Gustavo Meza, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
Situación de otros delitos agrava el panorama de la inseguridad
Secuestro y extorsión
El diagnóstico de la inseguridad ciudadana del Perú se agrava si se toma en cuenta los delitos de secuestro y extorsión en el 2023. 45.412 peruanos manifestaron haber sido víctima de ambos crímenes. Esto es casi el doble de la cantidad de personas afectadas en el 2022: 25.306.
Asimismo, el Perú también ha retrocedido cuatro años en la lucha contra las extorsiones y secuestros, pues la última vez que se registró una cifra mayor fue en el 2019: 47.412.
Año | Tasa de victimización (%) | Número de víctimas |
---|---|---|
2023 | 0,2% | 45.412 |
2022 | 0,1% | 25.306 |
2021 | 0,1% | 24.998 |
2020 | 0,2% | 29.453 |
2019 | 0,2% | 47.412 |
2018 | 0.3% | 49.714 |
Madre de Dios también encabeza a las regiones en cuanto a tasa de secuestro y extorsión con 0,7%. Le siguen La Libertad (0,6%), y Ucayali (0,5%). En Lima Metropolitana, 20.010 personas fueron víctimas de ambos delitos el año pasado.
Amenazas e intimidación en el país
En tanto, hubo 453.799 víctimas de amenazas e intimidación en el país en el 2023. Esta es la cifra más alta de los últimos cinco años. Solo en la capital hubo 223.591 personas afectadas por ambos crímenes.
Año | Tasa de victimización (%) | Número de víctimas |
---|---|---|
2023 | 2,2% | 453.799 |
2022 | 1,7% | 354.946 |
2021 | 1,6% | 324.493 |
2020 | 1,7% | 331.861 |
2019 | 2,1% | 415.069 |
2018 | 2,0% | 390.332 |
Una "situación crítica” bajo la lupa de expertos
El experto en seguridad ciudadana Frank Casas señaló a El Comercio que las cifras previamente mencionadas revelan una “situación crítica” en materia de inseguridad ciudadana. “Esto demuestra que las acciones, porque no pueden llamarse estrategias, determinadas por la Policía y el Ministerio del Interior no han dado resultados efectivos. Es necesario repensar las políticas de seguridad para investigar estos delitos y reparar los daños que implican”, detalló.
Casas manifestó que el temor a salir a los espacios públicos para no ser víctima de robo responde al riesgo de pérdidas económicas y de oportunidades debido a la sustracción de objetos personales. “La calle vista como un lugar inseguro evita la socialización entre personas; por lo tanto, impide construir una comunidad y prioriza la individualización”, puntualizó.
LEE TAMBIÉN: “Pagábamos S/300 y ahora S/24.000″: Miraflores explica aumento de cobro a terrazas gastronómicas
El licenciado en criminología por la Universidad de Texas A&M-Texarkana y fundador de la Consultora Nacional de Criminología, Sebastián Flores Martín, indicó que actualmente el país enfrenta a una situación muy grave de inseguridad ciudadana.
Flores mencionó que las autoridades no “estudian la delincuencia desde la raíz” como parte de la estrategias para enfrentarla. Esto involucra comprender su relación con la falta de oportunidades.
“La falta de oportunidades y necesidades económicas influye en el incremento delictivo. Por eso, aquellas personas que han manifestado conductas delictivas a lo largo de su vida recurran al robo para conseguir ganancias económicas”, explicó.
MIRA TAMBIÉN: Cadena perpetua para menores de 16 años: detalles de un nuevo proyecto de ley y las reacciones
Por otro lado, comentó que la baja cantidad de personas que denuncian los robos refleja la poca confianza de la población en las autoridades debido a “la falta de respuesta efectiva por parte de la policía ante las denuncias, la corrupción y la colusión entre autoridades y delincuentes”.
Por su parte, Meza manifestó que la criminalidad está limitando el desarrollo económico de nuestro país. “Ello genera que las personas y comercios ya no apuesten por invertir más o abrir más negocios. Por ejemplo, muchas bodegas cierran por temor a la inseguridad”, refirió.
¿Cuánto le cuesta al Perú la criminalidad?
El gasto de las empresas en medidas de prevención es significativo en el Perú, ya que pueden perder hasta el 2% de sus ingresos por ventas debido a los costos y pérdidas asociados con el crimen.
“Para las empresas que operan en Perú, la posibilidad de ser víctima de robo es una preocupación constante. Según la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas realizada en 2018, el 14,1% de las empresas había sufrido al menos un robo. Lo que es más alarmante es que solo el 35,1% de las empresas víctimas denunció el delito. Es decir, así como los ciudadanos, las empresas también dudan de la eficacia del sistema”, explicó Meza.
Por otro lado, un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estimó que el crimen le cuesta al Perú hasta el 2.8% de su PBI anual, lo que equivale a S/15 mil millones en el 2022. Esta cifra representa casi 6.5 veces el presupuesto asignado para el programa social Qali Warma (S/ 2 mil 320 millones).