Además de conceder el indulto humanitario y derecho de gracia al ex presidente Alberto Fujimori, quien cumplía una condena de 25 años por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski concedió once indultos a internos de diferentes regiones del país, entre ellos dos extranjeros.
El 22 de diciembre se concedió el indulto humanitario a William Alfredo Quezada Córdova, quien era interno del Establecimiento Penitenciario de Chincha, en la región Ica.
De acuerdo al Acta de Junta Médica Penitenciaria N° 96, con fecha 2 de setiembre de 2017, el diagnóstico de Quezada es Neoplasia maligna de vesícula biliar, CIE 10- C.23X y metástasis a hígado y colon CIE 10-D37.6, con pronóstico reservado, cuya consecuencia de no seguir el tratamiento es un mal pronóstico, por lo que recomiendan calidad de vida.
Quezada fue diagnosticado con neoplasia maligna de vesícula biliar y un absceso hepático. Presenta, además, un estado regular con periodo de inapetencia, leve ictericia en la piel, dolor en mesogastrio tipo cólicos, siendo tratado con tramadol endovenoso, un fármaco fuerte para dolores en caso de cáncer.
Su pronóstico es de reservado a malo, por lo que le quedaría un promedio de cinco meses de vida, según especifica la Resolución Suprema.
Además del indulto a Quezada por razones humanitarias, el 22 de diciembre también se publicó la Resolución Suprema N° 278-2017-JUS a través de la cual se concede esta gracia presidencial a Larry Ezequiel Rodríguez Benavente, también interno del Establecimiento Penitenciario de Chincha, en la región Ica.
De acuerdo a lo que se especifica en el diario oficial El Peruano, el 20 de julio de 2017 la Secretaría Técnica de la Comisión de Gracias Presidenciales recibió la solicitud del indulto, por razones humanitarias, a Rodríguez.
El Acta de Junta Médica Penitenciaria, de fecha 19 de junio de 2017, emitido por el Área de Salud del Establecimiento Penitenciario de Chincha y suscrito por los doctores, señala como diagnóstico Secuela de tuberculosis meníngea, tuberculosis pulmonar, hipotiroidismo y epilepsia secundaria, con pronóstico de reservado a desfavorable y cuya consecuencia es el déficit neurológico progresivo con consecuencia de deceso por sepsis generalizada.
Rodríguez fue diagnosticado con meningoencefalitis tuberculosa, daño neurológico irreversible. Además, depende de una segunda persona para poder ingerir sus alimentos y porta una sonda vesical, ya que no controla esfínteres y tiene tratamiento para parénquima y TBC pulmonar. Padece, además, de TBC meníngea.
Tiene epilepsia secundaria y el daño de la meningoencefalitis tuberculosa es irreversible, previéndose que el daño neurológico a pesar del tratamiento de TBC no va a mejorar y es probable que se agrave debido al hacinamiento. Su pronóstico sería de reservado a malo, detalla el documento.
Al requerir un tratamiento especializado, él será trasladado al Hospital Sergio Bernales.
El 24 de diciembre se concedió el indulto por razones humanitarias a otros cinco internos de penales del país, entre ellos Tumbes, Chiclayo, Cusco y Lima.
EL 26 de setiembre de 2017, la Secretaría Técnica de la Comisión de Gracias Presidenciales recibió la solicitud de indulto por razones humanitarias de Franklin Edgardo Luna Atoche, quien se encuentra privado de libertad en el Establecimiento Penitenciario de Tumbes.
El Acta de Junta Médica Penitenciaria, de fecha 6 de octubre de 2017, señala como diagnóstico de Luna Atoche una enfermedad renal crónica terminal (ERCT), hemorragia digestiva alta, úlcera péptica e hipertensión arterial, con pronóstico desfavorable, por lo que se trata de una persona que padece una enfermedad terminal.
Por su parte, el interno de nacionalidad ecuatoriana Pedro Enrique Pincay Cruz fue también indultado por razones humanitarias debido a su diagnóstico de salud. Él se encuentra, al igual que Luna Atoche, en el Establecimiento Penitenciario de Tumbes. El 26 de setiembre de 2017 la Secretaría Técnica de la Comisión de Gracias Presidenciales recibió la solicitud de indulto.
Según el Acta de Junta Médica Penitenciaria, de fecha 6 de octubre de 2017, el diagnóstico de Pincay Cruz es ERC grado IV (enfermedad renal crónica – grado 4), con pronóstico desfavorable, cuya consecuencia, de no seguir el tratamiento, es que el paciente podría desarrollar insuficiencia renal terminal y requerir hemodiálisis.
El Informe de Condiciones Carcelarias señala que el Establecimiento Penitenciario de Tumbes ha superado su capacidad de albergue, por lo cual no cuenta con la infraestructura adecuada, ni con la asistencia médica, que permitan al interno continuar con un debido tratamiento médico, por lo cual es trasladado al Hospital Regional de Piura.
Debido a que el solicitante extranjero, al haber sido condenado a pena privativa de libertad por las instancias judiciales peruanas, tiene una situación migratoria irregular, corresponde su expulsión del territorio nacional, quedando impedido de ingresar nuevamente al país.
En Chiclayo, la interna María Elsa Ortiz Burga, quien se encuentra en el Establecimiento Penitenciario de Chiclayo, también obtuvo el indulto por razones humanitarias. Su solicitud fue enviada el 27 de setiembre de 2017 a la Secretaría Técnica de la Comisión de Gracias Presidenciales.
El Acta de Junta Médica señala como diagnóstico de Ortiz Burga un cáncer en estadío III-B por hidroureteronefrosis, gastritis crónica superficial, D/C parasitosis intestinal y D/C carcinomatosis, con pronóstico malo, cuya consecuencia de no seguir el tratamiento será el desencadenamiento de shock, falla multiorgánica, y paro cardio respiratorio.
La interna necesita atención especializada por el mal que presenta, siendo trasladada permanentemente al Hospital Regional de Chiclayo para su tratamiento, detalla el documento oficial. Además, su internamiento en dicho penal representa un alto riesgo de presentar complicaciones y desarrollar enfermedades oportunistas con desenlace fatal.
En Cusco, el interno Guillermo Pumarimay Rodríguez obtuvo el indulto humanitario tras recibir la Secretaría Técnica de la Comisión de Gracias Presidenciales su solicitud el 24 de octubre de 2017. Él se encuentra privado de libertad en el Establecimiento Penitenciario de Cusco.
El Acta de Junta Médica Penitenciaria, de fecha 31 de octubre de 2017, señala como diagnóstico de Pumarimay cáncer en fase terminal, metástasis hepática y síndrome anémico, con pronóstico reservado de salud, con enfermedad crónica estadío terminal, cuya consecuencia de no seguir el tratamiento será el empeoramiento clínico con riesgo inminente de muerte y metástasis multiorgánica.
Finalmente, en Lima, en los penales de Chorrillos I, Ancón II y Miguel Castro Castro, se indultó a tres internos.
En Chorrillos I, la interna Corina Peña Leandro fue indultada por razones humanitarias por presentar como diagnóstico cáncer en estadío IIIB, nefrostomía percutánea permeable, ginecorragia y anemia, con pronóstico malo, cuya consecuencia de no seguir el tratamiento puede poner en riesgo su vida.
En Ancón II, el interno Rohlik Jan, de nacionalidad checa, fue indultado por presentar como diagnóstico fractura antigua de cadera, diabetes mellitus e hipertensión arterial, con pronóstico “estacionario”, cuya consecuencias es “la invalidez permanente, deterioro progresivo y rápido de su estado de salud”.
El interno es adulto mayor, en una situación crónica de fractura de cadera, que lo mantiene postrado y provocaría que en el futuro presente escaras. Asimismo, la diabetes la tiene controlada, pero si se complica puede tener una neuropatía a nivel de la vista, complicándose su enfermedad con el tiempo, detalla el documento.
Él deberá se expulsado del territorio peruano, quedando impedido de ingresar nuevamente al país.
En Miguel Castro Castro, Julio César Cueva Hualtibamba fue indultado por razones humanitarias debido al diagnóstico de diabetes mellitus insulino dependiente, hipertensión arterial descompensada, enfermedad renal crónica terminal y síndrome anémico, con pronóstico reservado.
-Indultos del 23 de diciembre-
Jorge Alberto Sullón Santos, internado en el penal de Piura, padece de una enfermedad hepática crónica referida a una cirrosis que causa un proceso degenerativo y progresivo, es uno de los internos que recibió el indulto humanitario.
La gracia presidencial también se otorgó a Billy Joel Tang Lozada, del penal de Ancón I. Informes médicos refieren que padece de “un tumor altamente agresivo, siendo una enfermedad crónica progresiva, que ha traído complicaciones y está menoscabando la salud del paciente”.
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