¿Por qué en Qatar no se venderá alcohol cerca a los estadios?

Faltan dos días para que empiece el Mundial de Qatar 2022 y el país anfitrión acaba de dar marcha atrás en la organización prohibiendo la venta de alcohol en las inmediaciones de los estadios donde se celebrarán los partidos.

Además de romper el pacto previo con las autoridades del emirato, esta decisión afecta de lleno al acuerdo por 72 millones de euros entre Budweiser, patrocinador del torneo, y la FIFA, según recoge El País del New York Times.

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No obstante, buscando rebajar el inconveniente, la FIFA explicó mediante un comunicado que tras sucesivos “debates” con el país anfitrión han decidido finalmente “focalizar” la venta de alcohol en los puntos de reunión de los fanáticos y no en las inmediaciones de los estadios, como habían pactado previamente.

Según la directora ejecutiva de comunicaciones del comité organizador de Qatar, el acuerdo consistía en permitir el consumo de alcohol en unas zonas para fans alrededor de los estadios desde tres horas antes y una hora después de los partidos. Incluso habrían áreas específicas para que los ebrios pasen su borrachera sin hacer daño a otros y a sí mismos.

Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha de inauguración del torneo, las autoridades del país se han ido poniendo nerviosas con el consumo de alcohol. Esto los llevó la semana pasada a obligar a Budweiser a mover sus puestos de venta lejos, y decidir este viernes que en los alrededores solo se venderán bebidas sin alcohol.

A pesar de todo, la FIFA asegura que siguen garantizando “una experiencia divertida, respetuosa y agradable para todos los fans” y “agradecen” a AB InBev, grupo propietario de Budweiser, su “comprensión”.

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Ante la prohibición de la venta de alcohol, la marca cervecera publicó un tuit donde expresaba su incomodidad con la decisión de Qatar. “Bueno, esto es incómodo…”, decía la publicación, la cual fue borrada posteriormente.

Un portavoz de AB InBev manifestó que como socios de la FIFA desde hace tres décadas, esperan celebrar el torneo con sus consumidores en el resto del mundo, mientras que en el caso del emirato, las circunstancias están “fuera” de su control.

Sobre esta polémica se pronunció Aaron Ramsdale, uno de los porteros de la selección inglesa. “Creo que los fans encontrarán algún modo de tomarse una cerveza. Pero para los que no, ojalá seamos capaces de emocionarles con nuestra actuación”, dijo.

LEY ISLÁMICA

En territorio qatarí rige la sharía, conocida también como la ley islámica, que restringe el consumo de alcohol. Solo se sirve a extranjeros en algunos hoteles y restaurantes, donde una cerveza cuesta unos 12 euros.

En todo el país existe un solo lugar dónde comprar alcohol: en las afueras de la capital, Doha, y no cualquiera puede hacerlo. El comprador debe llevar una carta de la empresa para la que trabaja autorizándolo a beber alcohol y el valor de compra, porque solo se pueden adquirir bebidas alcohólicas según el porcentaje del salario.

Si una persona es sorprendida ebria en la calle, el Código Penal qatarí lo castiga con penas de seis meses de prisión y multas de hasta 800 euros.