Tiene 71 años, cuida a más de 160 animales en casa y necesita ayuda para seguir con su loable acción | Esta linda historia tiene lugar en Serbia, tiene como protagonista a una anciana de avanzada edad y a un ímpetu difícil de superar. (harmonyfund)
Tiene 71 años, cuida a más de 160 animales en casa y necesita ayuda para seguir con su loable acción | Esta linda historia tiene lugar en Serbia, tiene como protagonista a una anciana de avanzada edad y a un ímpetu difícil de superar. (harmonyfund)
Redacción EC

Por lo general, dicen que quienes ayudan a un animal que lo necesita, tiene un espacio ganado en el cielo; por lo que ayudar a más de 160 ya suena algo inimaginable, más aún si quien lo hace es una anciana de 71 años, quien a su avanzada edad ha puesto a disposición su casa. Ella ya tiene una edad muy avanzada, por lo que la tarea cada vez se le está haciendo un poco más difícil. Es por ello que viene solicitando ayuda para seguir con su loable acción. Esta linda historia tiene lugar en , y a continuación contaremos de qué se trata.

UNA MUJER DE 71 AÑOS QUE HA SALVADO MÁS DE 160 ANIMALES EN SERBIA

Gorica Angelkovska es una mujer anciana de 71 años que nunca ha podido soportar la idea de qué es lo que le pasaría si en algún momento le llegase a pasar algo a ella, no por su salud, que de por sí ya está muy deteriorada, sino por los más de 160 animales, entre perros y gatos, que ha rescatado y viene brindando refugio en su propia casa.

“Sería más feliz sabiendo que cuidarán de los animales cuando ya no esté aquí”, confiesa al medio de comunicación The Mirror, quien ha prestado especial atención al caso a propósito de una campaña que viene realizando la organización Harmony Fund, que viene buscando fondos para poder conseguirle un apoyo a Gorica Angelkovska.

“Estoy sola. Se hace difícil caminar alrededor del refugio, limpiarlos y alimentarlos. El concreto se congela y se vuelve resbaladizo. Me caí muchas veces y temo lo que les pasará a mis perros si me lesiono”, cuenta Gorica Angelkovska en conversación con The Mirror.

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Y es que su amor por los animales no conoce límites, desde que llegó al país y se percató de la gran cantidad de animales abandonados en la calle, ella decidió tomar cartas en el asunto.

“Ya no podía disfrutar de mi vida sabiendo que estos animales desesperanzados no tienen a nadie que los cuide. Sus miradas llenas de desesperación me perseguían”, afirma la abuela. Por ello decidió construir una especie de refugio en un terreno que compró, para darles un lugar.

Gorica Angelkovska confiesa que ha tenido que lidiar con los maltratos que las personas tienen para con los animales que ella llega a rescatar, pero es firme y no le tiembla la mano al momento de hacerle frente a quien esté dispuestos a golpear a un animal.

“A menudo pasan hambre, están desnutridos y maltratados. En invierno, se congelan y tiemblan de frío. He visto con mis propios ojos a personas que los golpean o les gritan que se vayan. Siempre me involucro, nunca tengo miedo de luchar por los animales”, relata.

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Todo marcharía bien y su generosa causa no tendría límites, sin embargo, por su avanzada edad cada vez estos perros corren mayor riesgo de quedar sin ayuda, ella es consciente de ello y lo manifiesta.

“Mi mayor temor en el invierno es no poder cuidarlos como se merecen. Ya me cuesta mucho levantar baldes, cargar basura y cualquier cosa pesada. En el invierno todo se vuelve 10 veces más difícil. Necesito desesperadamente una mano que me ayude”, enfatiza apenada Gorica Angelkovska.

Y es que cuidar a estos animales en un país como Serbia, en donde el clima es por lo general, muy frío durante los inviernos, no es para nada fácil.

“Tener que pasar la mayor parte del día con ellos afuera, incluso algunas noches durante la tormenta (los perros se ponen ansiosos y asustados y me necesitan), hace que mis huesos se enfríen mucho y me enferme. No puedo enfermarme. No tengo a nadie más para ayudar y solo tengo que seguir adelante. Me estoy haciendo muy vieja. Estoy muy preocupada por pasar este invierno”, agrega Gorica Angelkovska sobre el trabajo que realiza con los animales, pese a la avanzada edad que tiene y a su deteriorado estado de salud.

“Estoy buscando a alguien que se haga cargo del refugio con el tiempo. Sería más feliz sabiendo que cuidarán de los animales cuando ya no esté aquí. Es difícil encontrar a alguien con la misma motivación y pasión por ellos”, indica Gorica Angelkovska al medio inglés The Mirror, esperanzada de encontrar a alguien como ella.