¿Te gustan los motores V10? conoce la curiosa historia del Dodge Viper

La primera generación del Dodge Viper integró el famoso motor V10. Este no fue desarrollado por Chrysler, sino que fue una colaboración de la italiana Lamborghini. El Dodge Viper fue presentado en el Salón de Detroit de 1989, pero llegó a los concesionarios en 1992.

Lamborghini colaboró con Dodge, ya que en aquellos años era parte de la estadounidense Chrysler.

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En esa época, Lamborghini tomó el V8 de fundición que había desarrollado Chrysler y lo mejoró hasta construir el nuevo bloque V10 de aluminio de 405 CV a 4.600 rpm. El segundo motor se construyó en 1990 y equipó un nuevo bloque de aluminio más ligero que su antecesor. Ello porque Dodge recurrió a utilizar paneles de fibra para recubrir su chasis tubular.

Con este último propulsor se comercializó el Dodge Viper desde 1992 hasta 1995. En resumidas cuentas, fue un vehículo que priorizó lo deportivo antes que el comfort. Esto se evidenció en la falta de cerraduras en las puertas y se tenía que retirar una ventanillas de vinilo que estaban fijadas con cremalleras. para acceder al tirador interno.

Con la potencia que producía el motor de esa generación lograba una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos con una transmisión mecánica de seis velocidades.

El paso a su segunda generación

La segunda generación se desarrolló desde 1996 hasta 2002 llegó con cambios. Las salidas de escape situadas bajo las puertas se sustituyeron por una línea de escape doble que desembocaba bajo el parachoques trasero. Se mejoró también la sonoridad en el habitáculo y la potencia del motor creció hasta los 420 CV.

Más variaciones. Las ventanillas con cremalleras desaparecieron y se instalaron de cristal como las de los coches de calle. Meses más tarde llegaría el estreno del Dodge Viper GTS, que era un coupé dotado de un curioso techo de doble burbuja y una mayor potencia, que aumentaba hasta los 450 CV.

También en 1996 aparecería el Viper GTS-R, destinado a la competición, ya que se buscó competir con él en la categoría GT2 de la FIA. Su carrocería varió para ganar en aerodinámica instalando un gran alerón en su trasero y un paragolpes delantero con un generoso spoiler, que intentaba mantener pegado al suelo a este titán, que en su versión de calle tenía 470 CV.

En 2002 hubo un nuevo cambio de rumbo y una nueva entrega con la llegada de la generación ZBI. Fue entonces cuando el RT/10 fue sustituido por el Dodge Viper SRT-10. El GTS se mantendría en el mercado hasta 2006, cuando fue relevado por el Viper SRT-10 Coupé (siglas de Street and Racing Technologies).