“El secreto del río”, una serie de ficción mexicana creada por Alberto Barrera y dirigida por Ernesto Contreras, se estrenó a inicios de octubre en el catálogo de Netflix. Un mes después, se ha convertido en una de las series más vistas de la plataforma por su poderoso mensaje de amistad y respeto. Nosotros la vimos y aquí te contamos por qué la recomendamos.
La serie transcurre en un pequeño pueblo oaxaqueño donde se desarrolla la historia de Eric y Manuel, dos niños con orígenes muy distintas, pero que establecen una amistad profunda y llena de inocencia. Manuel llega al pueblo de Tehuantepec para pasar unas vacaciones y, siendo hijo de una amiga de su mamá, Eric se convierte en su guía en el lugar, y eventualmente en su amigo más cercano. El pueblo es un lugar tranquilo, donde se vive lento y donde todos se conocen, pero también esconde muchos prejuicios, y eso amenaza con destruir la amistad entre los dos niños.
Pero, lo que hay entre ellos resulta ser más poderosos que la homofobia, la discriminación e incluso que la violencia, y la amistad florece a pesar de los obstáculos, hasta que los dos se ven forzados a enfrentarse a un acto terrible que conduce a una tragedia, y a ese secreto que los cambia.
Una amistad y un secreto
La trama parte desde la llegada de Manuel (interpretado por Sofía Cruz Salinas), quien llega al Istmo de Tehuantepec enviado por su madre a casa de su abuela. Este pueblo se le conoce por ser la cuna de los muxes, una identidad cultural única en la comunidad zapoteca. Desde el inicio, Manuel es señalado por ser distinto, ya que a diferencia de Erik (interpretado por Maurto Guzmán), el hijo del vecino de su abuela con quien es obligado a jugar, Manuel no se siente identificado con los estereotipos de masculinidad, lo cual lo lleva a ser víctima de agresiones por parte de sus compañeros de colegio.
Sin embargo, durante una celebración de matrimonio, Manuel sufre el intento de abuso sexual en el que Erick lo logra salvar lo cual hace que su amistad pase a un plano más fuerte derribando todos los prejuicios sobre la amistad.
No todo es color de rosa. Al tiempo, Manuel recibe la noticia de que su madre había fallecido producto de un tumor cancerígeno. Tras ello, el padre de este llega hasta al pueblo donde a la fuerza, obliga a Manuel a vivir con su nueva familia en la ciudad. Es aquí donde Manuel y Erick se ven por última vez con la promesa de que algún día se volverían a reunir.
El reencuentro, la revelación y un mensaje
Veinte años después, los amigos se reencuentran en el pueblo tras la muerte de una de las líderes muxes. Esta vez, Manuel regresa ahora como Sicarú (interpretada por la actriz transgénero Trinidad González) a despedirse de Solange, la líder muxe a quien influyó en su vida y falleció de un paro cardiáco tras una intervención estética. Sin embargo, Erick (interpretado por el actor Diego Calva, quien participó en ‘Babylon’ de Damien Chazelle) hace caso omiso al saludo de Sicarú.
En esta parte de la serie, la trama toma un giro oscuro luego de que Sicarú descubre que en la casa de su abuela ahora está habitada por un joven delincuente que tiene secuestrado a un menor de edad que tenía como destino ser traficado sexualmente. Además que el caso del intento de abuso sexual vuelve a salir a la luz. En este punto, la producción destapa el entramado de corrupción y abuso que ha estado latente en el pueblo por años.
La serie aborda con valentía la problemática de la trata de menores, exponiendo una red en la que están involucrados varios actores de poder, incluso la policía local. Con este contexto, Secreto en el río no solo se convierte en un drama personal, sino en una denuncia social, que muestra cómo las estructuras de poder muchas veces protegen y perpetúan las peores injusticias.
Nuestro veredicto
“El secreto en el río” es una serie dura pero con un mensaje valioso y necesario. Al abordar temas como el machismo, la identidad de género y la trata de menores, la historia logra ser algo más que ficción: se convierte en una denuncia social. La dirección equilibra los momentos poéticos y nostálgicos con escenas de cruda realidad, mientras que las actuaciones de Sofía Cruz como de Maurto Guzmán brindan una profundidad conmovedora a sus personajes.
Para quienes buscan una serie con contenido significativo, esta es una opción imperdible. No solo destaca por su producción y narrativa, sino porque abre una ventana hacia problemáticas que merecen más visibilidad y debate. Definitivamente, vale la pena verla.
Más allá del drama, la serie expone finalmente la existencia de las muxes. Este término se les designa a las personas de sexo masculino que asumen roles femeninos en cualquier ámbito. La identidad muxe es única y no se comprende fuera de la cultura indígena de la región mexicana. La identidad de las muxes se reconoce como válida dentro de la comunidad. Concretamente, en la cultura zapoteca, los muxes son generalmente aceptados y respetados, aunque, tal como se puede ver en la serie, aún una buena parte los repudia, ignora y acosa por el hecho de expresarse libremente.
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