El pasado 6 de mayo, Netflix estrenó “Bienvenidos a Edén”, su nuevo drama juvenil español protagonizado por Amaia Salamanca, Guillermo Pfening, Amaia Aberasturi, Belinda y otros rostros juveniles españoles.
“¿Eres feliz? Con esta pregunta Zoa y otros cuatro atractivos jóvenes, muy activos en las redes sociales, son invitados a la fiesta más exclusiva de la historia en una isla secreta, organizada por la marca de una nueva bebida. Lo que comienza siendo un viaje excitante pronto se transformará por completo en el viaje de sus vidas. Pero el paraíso no es realmente lo que parece… Bienvenidos a Edén”, se lee en la sinopsis de la serie, la misma que promete llevarnos a un mundo de aparente misterio que no queda del todo claro en el tráiler pero que igual te engancha a verla.
Uno de los atractivos de esta serie, por lo menos para el público latino, es que significa el regreso a la ficción de Belinda. El último trabajo de la actriz y cantante mexicana fue “Camaleones”, producida y estrenada en 2009 por Televisa. Pero no solo ese es el gancho sino el prestigio que van adquiriendo las producciones españolas en los últimos tiempos, respaldadas por éxitos como “La casa de papel” y “Vis a vis”, por nombres solo a algunas.
En cuanto a vistas, a “Bienvenidos a Edén”, le está yendo bien en los cinco días que tiene en la plataforma. La ficción española ha marcado, hasta el momento, 25,820,000 horas vistas. Sin embargo, en cuanto a si nos gustó o no la historia y todo lo que gira a su alrededor, no podemos decir lo mismo.
A continuación, cinco puntos por los que creemos falla el nuevo drama español.
El inicio de la serie te confunde. Hay una idea de la trama por el tráiler que previamente ya hemos visto y por lo que se nos ha contado de la serie pero de arranque hay muchos personajes y esto dificulta conectar realmente con alguno de ellos para luego acompañar su historia con el avance de los capítulos.
Ninguno de los nuevos chicos que ha ingresado a Edén sabe bien de este lugar. Entendemos que lo que se quiere es trasladar este desconocimiento en el espectador pero lo que se genera es finalmente confusión y hasta aburrimiento por momentos.
Hacia el capítulo 6 todavía no entendemos cuál es el objetivo real de los líderes de Edén. ¿Por qué quieren reclutar gente? ¿Qué ganan con ello? Lo increíble es que algunos de los nuevos “rebeldes” ya se han hecho estas preguntas pero de manera tan insípida que todo resulta absurdo.
Esta carencia ya se vio desde el primer capítulo pero estando en el séptimo, este vacío continúa. Si bien se nos muestra un poco de la familia de algunos personajes, la información se siente insuficiente.
El papel de Belinda, el gran gancho de esta serie, al menos para Latinoamérica, se pierde en medio de esta confusa historia. Recién en el tercer capítulo, conocemos algo más de ella que su gusto por la moda y su adicción a las redes sociales dado su papel de influencer. A esto hay que sumarle la poca credibilidad que nos da la actuación de la cantante y actriz, creemos que los modismos españoles que usa no hacen fluir su interpretación como debería.
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