El adolescente que comenzó su carrera como baterista en la banda de rock subterráneo Narcosis a los 16 años es hoy un hombre pausado, alguien que busca la palabra precisa para definir el momento en el que se encuentra. “Siento que recién estoy encontrando mi verdadera personalidad artística”, dice Pelo Madueño (Lima, 1965) en medio del lanzamiento de las dos primeras canciones de su disco “Apocalipsex”, que presentará en su totalidad en setiembre próximo. “Fronterizo” y “Rehabilitado” son dos temas en los que es inevitable percibir un universo sonoro donde confluyen el vals criollo y las melodías provenientes de los Andes. “Este trabajo ha significado un largo camino de experimentación no solamente en el terreno de la composición, sino también en el de la producción musical”, comenta.
MIRA TAMBIÉN: Juan Carlos Fisher y Melania Urbina vuelven a escena con obra que reflexiona sobre el abuso sexual
¿Qué te impulsó a explorar estos nuevos sonidos?
Creo que tiene mucha relación con el entorno en donde crecí. Durante mi infancia, descubrí una serie de sonoridades que venían del mundo musical de mi padre —el compositor Jorge Madueño Romero—, como los valses y la música tradicional. Sus vibraciones, su poesía y esa sonoridad de madera tan particular siempre me han acompañado. Y lo que ha sucedido es que, en los últimos años, se ha ido manifestando cada vez más fuerte en mí.
¿Dirías que es tu trabajo más personal?
Es un álbum más íntimo, más austero, que ha llegado como consecuencia del trabajo de muchos años. Las influencias están presentes, pero se han diluido para dar forma a un sonido propio. Para cualquier creador, para cualquier músico, llegar a ese punto en el que sientes que has encontrado algo tuyo, es un regalo.
“Apocalipsex” es tu sexto disco como solista. ¿Cómo ha sido para ti hacer una carrera sostenible durante tanto tiempo?
Lo que finalmente sostiene a un artista es lo que lleva adentro. Así es como lo veo yo. Puedes tener problemas económicos cuando vives de la música, pero lo que va a mantenerte en pie es tu esencia, lo que quieres contar. Luego, todo lo demás, lo que está hacia afuera, es algo que se puede resolver. No digo que va a ser fácil, pero siempre va a haber obstáculos, indistintamente de la profesión que ejerzas.
Supe que estás viviendo en México. ¿Qué te llevó a radicar nuevamente afuera?
No ha sido por un tema de producción musical. Eso es algo que puede ocurrir en cualquier parte, bajo cualquier circunstancia. Más que nada, estar en un país con un mercado más grande te permite expandir tu trabajo y llegar a más gente. Espero cosechar frutos en ese sentido.
¿Cómo es hoy tu relación con el Perú?
A pesar de la distancia, yo me siento cada vez más conectado con el país, tanto en lo personal como en lo artístico. Me siento muy identificado con su música, con su sonoridad. Pero una cosa es tu tierra y otra muy distinta, el Estado. Ese es otro cantar.
¿Con qué país te has encontrado?
Lo que veo es una involución en muchos aspectos, sobre todo, en el tema social, en vez de evolucionar. Creo que puedes conectar mucho con tu tierra, dejando de lado los problemas. Una cosa no merece ser contaminada por la otra.
Iniciaste tu carrera en medio de la movida ‘underground’ de los ochenta. ¿Sientes que sobrevive algo de esa época?
Yo me siento afortunado de haber dado mis primeros pasos artísticos en un movimiento como el rock subterráneo, porque me educó muchísimo. Hoy me siento más subte que nunca. Si no hubiera pasado por el ‘underground’, por ejemplo, no estaría haciendo este disco.
¿Qué aprendiste de esa etapa?
Es una escuela que te forja en la autogestión, te enseña que vas a tener que ir a contracorriente. Te hace ver el mundo de una manera distinta, con sus distintos matices. Eso es lo principal.
Hoy en día, lo que vemos es una explosión del género urbano. ¿Qué piensas al respecto?
La música de entretenimiento siempre ha existido y tiene su propia importancia y objetivo. Así como la música de autor tiene su propia finalidad. Pero si me preguntas qué siento por el género urbano, simplemente no me genera nada. //