Los próximos días no serán tan fáciles para nosotras las mamás pues permaneceremos en casi el 100% de nuestro tiempo en casa, para protegernos y proteger a nuestra familia del coronavirus. Así que, en este momento, nos toca ser más creativas que lo normal, y sobre todo organizarnos bien dentro de casa, para que las próximas horas no se conviertan en un estrés absoluto, con niños en casa, todo el día corriendo, saltando, jugando, conectados al televisor o a los famosos juegos electrónicos.
Dentro de lo inédito de esta situación tenemos que mirar la parte buena, y es que podemos poner atención a las cosas que, por tiempo, no hacíamos. Como, por ejemplo, trabajar un horario donde involucremos a todos los integrantes de la familia a los quehaceres de la casa.
No importa que sean cosas simples, como sacudir las camas, limpiar los sillones, organizar su ropa o barrer la cocina, lo importante es que todos colaboren para que la casa se mantenga en orden, pero sobre todo, mantener la mente ocupada.
Soy mamá de dos niños de 13 y 10 años. Ya puedo encargarles la responsabilidad absoluta de sus cuartos que durante la semana no pueden ver porque estudian casi todo el día. Hoy les dije, por ejemplo, que sacaremos toda la ropa que tienen y revisaremos lo que ya no usan para donar. Haremos lo mismo con todos los juguetes que tienen almacenados, y que hace tiempo ni miran.
Será, además, el momento perfecto para enseñar a Mikela y Matteo a cocinar cosas que le servirán en el futuro, llámese sancochar huevos, hacer un arroz, preparar una limonada, hacer una tortilla, unas galletas de avena usando el microondas. Cosas que yo aprendí a su edad, y que hasta hoy me sirven.
Otro punto importante dentro de su horario será el destinar por lo menos 30 minutos al día, para que sus hijos repasen alguna lección, o lean algún libro, sino sentirán la pegada cuando retornen a clases porque perdieron el ritmo. Y si tenemos que ‘truequear’ inteligentemente hagámoslo:
“Matteo cuando termines de leer, podrás jugar 30 minutos con tu Play, pero antes de ello deberás contarme de qué trató tu lectura”.
Créanme, las cosas no pasan por gusto, y se los digo yo que estoy viviendo unas horas complicadas, acostumbrada a estar más del 50% del tiempo fuera de mi hogar. Y me toca, además, convertir mi casa también en mi centro de trabajo, y necesito un poco de tranquilidad para concentrarme. Y para obtener precisamente esa tranquilidad, mis hijos deben estar ocupados en cosas inteligentemente planificadas.
Así el día no les parecerá interminable. Apelen incluso a esos juegos de mesa, que están guardados bajo siete llaves como el monopolio, el bingo, las cartas, o aquellos que a nosotros de niños nos hacían tan felices como las escondidas, el ‘diga usted nombres de…’ o tejer, que no es una actividad solo de niñas, pues mi abuela enseñó a mis hermanos a tejer medias con cuatro palitos y chalinas usando crochet.
Tómense el tiempo hoy para organizarse, y verán que las horas que vienen no serán tan terribles como imaginamos. ¡Necesitamos salir airosas de este proceso, y les aseguro que podemos hacerlo!
* Rocío Oyanguren es periodista, escritora y mamá influencer. Instagram: @yomadre