LEE TAMBIÉN
¿Cómo acercar a las amas de casa al mundo financiero sin llenarlas de términos complejos y sin alinearlas? ¿Cómo lograr que muchas de estas mujeres, típicamente expuestas a violencia económica y excluidas del sistema financiero, tengan más poder sobre el dinero que tienen y que manejan?
Estas son algunas de las preguntas que se hicieron Alexandra Perales (Ale), Karen Carhuavilca y María José Rojas (Majo), antes de crear lo que hoy se conoce como ‘Finanfieras’. Era 2019, muy cerca del 2020 –el inicio de la pandemia–, cuando las tres jóvenes, amigas desde la infancia, reafirmaron que este era el proyecto en el que se querían embarcar; pensado desde un inicio como una serie de cursos dirigidos a amas de casa para enseñarles sobre educación financiera, y para darles herramientas básicas sobre cómo usar las distintas alternativas que el sistema bancario les ofrece (tarjetas de débito y crédito, depósitos en agentes, entre otros).
“Yo les comentaba [a Majo y Karen] que mi mamá hacía juntas con grupos de mujeres, porque su nivel de bancarización siendo amas de casa no era tan bueno”, cuenta Ale. “Muchas eran jefas de hogar, pero no necesariamente tenían acceso a herramientas financieras”, agrega Majo.
Las amigas de la mamá de Ale, a quienes hace referencia, eran líderes comunales y trabajaban en mercados. Fue así que, bajo el nombre de ‘Finanfieras’, las tres amigas idearon metodologías para los cursos que iban a ofrecer a este público objetivo, con la premisa de facilitar su independencia económica y la toma de decisiones sobre el dinero de sus hogares. “Era un público bien específico, y con nuestro proyecto necesitábamos tener una mirada más enfocada en ellas”, recuerda Karen.
Pero la pandemia llegó en marzo del 2020, cuando el proyecto tenía apenas unos meses de creación. Con la dificultad de hacer cursos en Zoom y aplicar la metodología que habían creado, las ‘Finanfieras’ decidieron abrir una cuenta en Instagram bajo dicho nombre para crear el contenido que querían enseñar, ampliando la llegada de lo que planearon originalmente. Y así, en casi cuatro años, ‘Finanfieras’ amasa a una comunidad de más 130 mil seguidores en TikTok y más de 90 mil seguidores en Instagram; con un 80% de mujeres de su total de seguidores conquistadas por la facilidad de lenguaje, interacción, y el uso de ‘memes’ en las publicaciones y contenidos que ofrecen.
Empoderando mujeres
Aunque no menosprecian a su base de seguidores masculinos, Ale, Karen y Majo saben muy bien a quién se dirigen. Para las creadoras de contenido, es clave que sus publicaciones tengan enfoque de género. Las jóvenes consideran que por ello han logrado conectar de forma especial con su comunidad; que sus seguidoras las vean como sus ‘mejores amigas’, y hasta sus confidentes.
“Muchas nos escriben de madrugada con sus consultas. Apostamos a ser un lugar seguro donde muchas mujeres se sientan cómodas y hagan comunidad. Como somos tres mujeres con perfiles diferentes, eso nos identifica bastante. Cada una tiene una personalidad muy distinta y ellas ya nos conocen. No somos las sabelotodo, sabemos que nos podemos equivocar y eso nos hace ver mas naturales y genuinas”, destaca Ale.
Al conocer bastante bien a sus seguidoras, el contenido de ‘Finanfieras’ –más allá de los ‘memes’, los datos fieros y las anécdotas que comparten– busca ir de a pocos en lo más básico de la educación sobre finanzas: antes de aconsejarle a quienes las siguen sobre las alternativas de inversión más tentadoras o convenientes, las jóvenes se enfocan en inculcar la importancia y necesidad del ahorro para lograr las metas financieras que cada una se establezca.
Y, justamente, esa educación sobre la importancia del ahorro es de la que más carecen tanto hombres como mujeres en nuestro país: un reciente estudio de Credicorp advierte que en Perú un 74% de mujeres no ahorran, frente a un 67% de hombres que tampoco lo hace.
“Creo que las chicas estamos más interesadas en invertir en nosotras, en experiencias, en sacarle el jugo a los beneficios que tenemos, y también en invertir pero en metas muy propias y enfocadas: educación, un departamento, etc. En lugar de inversiones de riesgo como cripto o mercado de valores, vemos que nuestras seguidoras buscan eso y por ahí vamos con nuestro contenido”, precisa Karen.
Ale agrega que buscan “quitarle el chip” a sus seguidores sobre que uno solo invierte bien si lo hace en el mercado de valores o en alternativas de mayor riesgo, que parecen muy rentables y atractivas. “Tratamos de mostrarles a nuestras seguidoras que hay más opciones”, detalla.
¿Qué se viene para las Finanfieras?
A la fecha y en los casi cuatro años de existencia del proyecto, la comunidad de ‘fieras’ ha logrado concretar dos reuniones presenciales para conocerse e ir más allá de los temas financieros: Majo comenta a Viù que el objetivo de estas reuniones es conectar y compartir con sus seguidoras, y es por ello que las tres buscarán que los encuentros sean más habituales.
“Nuestro gran sueño es un Fierafest. Pero hemos soñado tanto que tenemos que aterrizarlo un poco más. Es algo que nos gustaría. Un festival donde las chicas se diviertan, aprendan, aliarnos con marcas, tenemos una oportunidad. Nos falta tiempo nomás”, precisa Karen.
Para este año, las jóvenes también buscan lanzar un curso de tarjetas de crédito que tienen guardado “hace mil años”. “Eso se nos viene. Teníamos miedo antes de que nos hicieran preguntas que no supiéramos responder, porque tampoco somos eruditas. Pero nos hemos preparado muchísimo y vemos que en comparación a otros cursos, nuestro temor no estaba tan fundado como pensamos”, puntualiza Karen. “Ya es hora de que lo lancemos”, finaliza.
La mayor participación de las mujeres en el mundo económico y financiero a nivel global es una realidad. Pero también es innegable que los esfuerzos para lograr la paridad entre hombres y mujeres han sido, a la fecha, tímidos e insuficientes: el Foro Económico Mundial asegura que faltan 132 años para reducir la brecha de género a nivel global; una cifra que demuestra avances lentos y que no ha logrado recuperarse desde antes de la pandemia (faltaban 100 años para reducir dicha brecha al 2019). Perú, por supuesto, no es una excepción: las mujeres siguen siendo más vulnerables económicamente que los hombres, con solo tres de cada 10 hogares teniendo a una mujer como jefa del hogar.