Se dice que la diabetes canina afecta a 1 de 300 perros: motivo por el que es muy importante conocer esta enfermedad, ya que nuestros engreídos no están libres de padecerla.
De hecho, a la par de la genética, la diabetes se presenta por varias causas externas, como una inadecuada alimentación, falta de ejercicio y obesidad, así como por otros factores.
“El aumento de peso, los depósitos de grasa, la pancreatitis, problemas hepáticos, hipertensión, nefropatía, problemas cardiológicos y cáncer, son algunos de estos”, explica la veterinaria Lucía Hidalgo.
Para Hidalgo, es importante estar atentos a cualquier cambio en la salud de nuestros engreídos, ya que esto podría evidenciar que padecen diabetes u otra enfermedad.
“Los signos que presentan las mascotas son letargia, dolor osteoarticular, dificultad respiratoria, problemas de piel, aumento de la frecuencia de micción, y aumento del consumo de agua y alimento. En los gatos, estos no alcanzan a acicalarse por la obesidad”, explica.
Diabetes canina: tratamiento
Si bien el caso de cada mascota es distinto ya que hay diversos tipos de diabetes, esta enfermedad sí se puede tratar y controlar con el apoyo de un médico veterinario, quien indicará cómo suministrar insulina a la mascota (de ser ese el caso).
“También deben realizarse controles periódicos para medir los niveles de glucosa y, sobre todo, cambia hábitos: una dieta equilibrada, rica en proteínas y de buena calidad, es recomendable para la mascota”, agrega Hidalgo.
En caso de que no se cumplan con las recomendaciones, la diabetes sí podría ser mortal en las mascotas, ya que el tratamiento se debe seguir de forma estricta.
“Mientras el dueño siga el tratamiento adecuado y la enfermedad sea detectada a tiempo, la esperanza de vida de una mascota diabética es igual a la de una mascota sana”, enfatiza Hidalgo.
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