Gran Premio Nacional de Automovilismo: la competencia que hizo rugir los motores en la carretera Central
Desde las 7:00 a.m pudo apreciarse gran movimiento de aficionados que en toda clase de vehículos llegaron hasta la altura del kilómetro 5 de la carretera Central, punto inicial del Gran Premio Nacional de Automovilismo.
Las competencias automovilísticas siempre han atraído la atención del público peruano. Como muestra compartimos algunas historias y fotografías de lo que fue el Gran Premio Nacional de Automovilismo realizado el 30 de octubre de 1966.
Desde las 7:00 a.m pudo apreciarse gran movimiento de aficionados que en toda clase de vehículos llegaron hasta la altura del kilómetro 5 de la carretera Central, punto inicial del Gran Premio Nacional de Automovilismo. El organizador de la competencia fue el Automóvil Club Peruano que instaló una tribuna para que los aficionados no se pierdan ni un detalle de la partida de la primera etapa Lima - Huancayo. Mientras tanto los autos fueron ubicándose en una larga fila, de acuerdo a la numeración que les correspondía por categorías del menor al mayor.
A las 8:00 a.m Eduardo Dibós, presidente del Automóvil Club Peruano, con la bandera en alto dio la partida al primer coche que fue el N°1 de Arnaldo Alvarado, luego Pitty Block con el N°2 y así sucesivamente cada minuto fueron largados 42 autos de las distintas categorías. Con grandes aplausos fue largado el coche N°507 de la categoría A junior piloteado por Chabuca Martel, la única mujer en la carrera. Las buenas condiciones de la pista dio confianza a los pilotos para pisar el acelerador y alcanzar grandes velocidades.
Espectacular accidente
Como en toda carrera de autos no faltaron los accidentes. El más aparatoso fue el de Luis Alvarado, que por Chosica, salió disparado debido a que se reventó una de las llantas de su automóvil.
“Sentí que volaba y que el mundo estallaba a mi alrededor. Corría a más de 120 kilómetros por hora, cuando sentí que la llanta delantera reventaba. Afortunadamente pude controlar el carro para no darme vueltas de campana. Solo mantuve el timón derecho y salí disparado volando más o menos unos 70 metros antes de estrellarme contra una casa”, declaró sonriente luego de pasado el susto y recibido atención médica. El piloto presentó fractura del tabique nasal y contusiones diversas.
La carrera continuaba su marcha hacia Ticlio donde el piloto Arnaldo Alvarado se retrasó porque tuvo que cambiar llantas. Los líderes de la categoría C eran Kurt George y Pitty Block, mientras que en la B estaban Henry Bradley Jr. y Enrique Lastres. Así pasaron por la Oroya hasta llegar a Huancayo en un tiempo que variaba entre las dos horas con 40 minutos hasta las cinco horas.
El reporte del enviado especial a Huancayo Francisco Moreno Corzo indicaba que unas 100 mil personas presenciaron la llegada de los autos a través de varios kilómetros antes de la meta y en medio de gran entusiasmo fueron ovacionados los pilotos.
A las 11:38 a.m. llegó el primer auto conducido por Kurt George. A los pocos minutos arribaría Pitty Block y así cada 15 minutos llegarían los demás competidores. El público alzó en hombros a los pilotos más destacados cuando se acercaban a entregar sus hojas de ruta.
Impresiones de la primera etapa a vista de pájaro
Todo es según el color…o la altura desde donde se mire. Nuestros reporteros gráficos Enrique Wong y Tomas Matta registraron, desde una avioneta fletada por el decano, el espectacular tramo de subida a Ticlio por donde pasarían los competidores del Gran Premio Nacional Automovilístico.
Desde el aire pudieron apreciar que varios camiones hicieron un recorrido en contra sobre la misma pista que servía de escenario a la primera jornada entre Lima y Huancayo del Gran Premio Nacional Automovilístico, poniendo en peligro la vida de pilotos y copilotos.
“Salimos a las 10:00 a.m. del aeropuerto Jorge Chávez llevando como piloto al experimentado coronel Montero de la FAP. Nuestro punto de mira era Ticlio y en media hora estábamos sobre el asiento minero, pero un techo cubierto de nubes no dejaba apreciar nada. Poco a poco fueron despejándose las nubes hasta que logramos divisar bien la pista de la carretera de Ticlio. Un sol sin brillo animaba el panorama y volábamos a 16 mil pies de altura. Comenzamos a dar vueltas con el objeto de centralizar nuestra información y en pleno vuelo por momentos la avioneta era mecida por fuertes vientos”, así describieron Enrique y Tomás su aventura aérea.
Sus fotos registraron cómo era la carretera Central: “daba la impresión de una cinta delgada y zigzagueante hasta que vimos al primer coche, era de color blanco, marchando a gran velocidad. Desde el avión los autos en la pista daban la impresión de un gran juguete mecánico con pistas y autos de varios colores”.
Cuando comenzó a faltarles oxígeno, el piloto emprendió el viaje de retorno después de haber cumplido su misión: “dar a conocer la información gráfica sobre el escenario automovilístico más alto del mundo y dando a conocer que no se había cumplido el reglamento de carreras evitando que a una hora señalada salgan carros atravesando la pista en sentido contrario en plena prueba”.
Una carrera interrumpida
El segundo tramo de la carrera que comprendía Huancayo - Ayacucho fue suspendido dejando a cientos de fanáticos con las ganas de ver la competencia. El Automóvil Club Peruano decidió no correr ese tramo debido al mal estado de la carretera.