Mi primera mascota
Si es la primera vez que vas a adquirir un perro, ten siempre presente que de aquí en adelante te harás responsable de un pequeño ser vivo que tiene sentimientos, que de vez en cuando se enferma, que necesita que lo alimentes y al que regularmente tendrás que llevar al veterinario.
Foto: Bill Read
Lo mejor que puede hacer una familia que tiene hijos pequeños es traer una mascota a casa porque así el niño aprenderá a interactuar con ella, no solo en el juego, sino que aprenderá a asumir nuevas responsabilidades, a ponerse límites -saber que no debe molestarlo, pisarlo o jalarle la cola porque puede recibir una mordida-, a alimentarla, a cuidarla, etc.
Por otro lado, las personas que no tienen hijos y que por alguna razón están solas deberían tener una mascota porque este pequeño llenará un espacio en sus vidas.
Muchos estudios indican que la única forma de que las personas mayores -que perdieron a su pareja o enviudaron- se recuperen es teniendo a alguien de quien preocuparse. Puede ser una tortuga hasta un perro -aunque este último es la mejor mascota- porque obtendrán un amor incondicional. Podrán salir a caminar y a pasear con su animalito, lo cual dará pie a seguir sociabilizando con otras personas, además asumirán una responsabilidad con cariño.
Todos estos compromisos hacen que las personas asuman y desarrollen ciertas habilidades.
No tengas un perro que sea un problema, es decir que muerda a los vecinos, destroce las cosas o ladre todo el tiempo, sino que sepa vivir en sociedad que te acompañe, que cuando llegues a casa siempre te reciba contento.