Experimentos en animales

En el mundo siempre se han utilizado animales para experimentación científica con el fin de buscar el bienestar del ser humano y de otros animales, pero en ello hay una serie de complicaciones a tomar en cuenta.

Una de ellas es: ¿la fisiología de un perro es igual a la de un ser humano? Definitivamente no es igual. Antiguamente los médicos hicieron muchos experimentos en perros buscando un tratamiento efectivo para curar los cuadros asmáticos de las personas, pero lo que no sabían es que los canes no pueden sufrir de asma pues no existen mastocitos en su aparato respiratorio.
Así como este ejemplo, debes saber que entre diferentes especies animales -como los roedores con los mamíferos- hay una serie de diferencias fisiológicas. Ya hace mucho tiempo se hicieron experimentos en conejos y ratas para la creación de productos cosméticos como son los colorantes de pelo, champús, acondicionadores, entre otros. Se colocaba una alta cantidad de colorante en estos roedores para saber cuál era la dosis tóxica adecuada para estos productos pero, evidentemente, la piel de una rata no es igual a la del ser humano. En resumen, todos estos experimentos se hicieron en vano, y lo peor es que les produjeron un gran sufrimiento a estas especies.

Hoy vemos un caso público en el que la señora Carmen Valverde Ibáñez acusa a personal del hospital Arzobispo Loayza de haberse robado a su perro “Tomás” para experimentar con él. De ser así, se estaría produciendo una serie de delitos que los especialistas ya explicarán en su momento, pero hay que tener en cuenta que el robo que se ha producido no es de un objeto sino de un ser viviente que siente y que tiene un dueño.

En los países más desarrollados los experimentos con animales están siendo muy cuestionados.

De hecho, experimentar con seres vivos tampoco es legal y esta práctica siempre ha tenido detractores, pues muchas veces han aparecido pseudocientíficos que lo han hecho. Recordemos que el ser humano no solamente ha experimentado con las especies menores, Si retrocedemos en el tiempo aparecen los desquiciados nazis que experimentaron con judíos y gitanos haciendo barbaridades en aras de una falsa ciencia.

Pero lo que nos remite a este tema es que debemos tener conciencia ética en el tratamiento de los animales.