Imparable como tren de sierra
Publicado en el diario El Comercio (Peru), el 25/11/2018
“Esto se nos viene encima como tren de sierra y pocos lo están internalizando” comenté a parte de mi equipo hace unos días. Pude ver en sus caras que no sabían a que me refería. – Imparable como tren de sierra, insistí. Nada, ni idea del significado de la expresión. No los culpo, algunos son millennials, otros, extranjeros.
Lo que si entendieron bien es aquello que se nos viene imparable: la necesidad de transformar nuestros perfiles para no perder relevancia. ¡Y de hacerlo con urgencia! La tan acelerada transformación del mundo del trabajo no nos deja opción: o nos ocupamos de actualizarnos ya mismo o muy pronto perderemos toda vigencia. Esta ola de cambios en el mundo del trabajo es mucho más grande, más veloz y más sorpresiva que todas las anteriores juntas.
La realidad es que vemos a diario empresarios, gerentes, ejecutivos, profesionales y líderes todavía muy cómodos en sus puestos, tan inmersos en su día a día que simplemente no han ido a congresos o seminarios sobre el tema – dato: Singularity University tiene un evento el 4 y 5 de diciembre en Lima – o no han leído suficientes artículos, estudios o libros al respecto – otro dato: Andrés Oppenheimer lanzó recién un excelente libro al respecto que se llama “Sálvese quien pueda”.
“Hacerse a un lado no es suficiente, ser arrollado ¡no es una opción!”
Otros equivocadamente se sienten “protegidos” porque “estamos en el Perú y aquí esas cosas de la inteligencia artificial no van a llegar en mucho tiempo”. Los demás, están ya paralizados, escondiendo sus cabezas en la arena en crisis de autoconfianza por temor a la inminente pérdida de su relevancia. No están invirtiendo en ellos mismos para transformarse y alcanzar a quienes ya van más adelante. Se trata de transformarnos no sólo para no perder el trabajo por la automatización (a todo nivel) sino para poder volver a conseguir otro, si es el caso. ¿Por dónde empezamos?
Lo primero es la actitud. Como en todo cambio, la actitud es clave y es lo único que sí podemos cambiar muy rápido. Es salir de la zona de confort y querer saber, aprender, cambiar, transformarse, con optimismo, curiosidad, con mentalidad de crecimiento y mejora. Positivos de lo que se viene, con mirada de oportunidad. Luego, despertar nuestro cerebro para poder seguir aprendiendo mucho y más rápido. Volverlo ágil y curioso, muy presente. Focalizarnos en mejorar nuestras habilidades blandas – ética, empatía, trabajo en equipo, persistencia, tolerancia al fracaso, flexibilidad. Serán cada vez más relevantes y necesarias.
Y por supuesto, educarnos en los cambios tecnológicos de nuestro sector, en el lingo, en las expresiones, en lo digital. Lea, ensaye, use, experimente, haga. Por ejemplo, baje una app simple y coquetee con escribir código para comprender los fundamentos. No es tan difícil como suena y hasta es divertido. Atrevernos a hacerlo es lo que cuenta y nos pone en el grupo de quienes pueden subir a ese tren que se viene embalado. Hacerse a un lado no es suficiente, ser arrollado, ¡no es una opción!