La otrora Maternidad de Lima cumple 185 años de traer vida
El lugar donde miles de peruanos dimos nuestro primer llanto al nacer está de aniversario. Con casi dos siglos de vida, hoy el Instituto Nacional Materno Perinatal, ex Maternidad de Lima, nos muestra su mejor rostro en un recorrido que confirma su dedicación y sus logros a través del tiempo.
El Instituto Nacional Materno Perinatal es una de las instituciones más antiguas del Perú. Fue creado en 1826, a través de un decreto emitido por Hipólito Unanue, entonces Ministro de Estado.
En sus inicios funcionó cerca del Congreso de la República, luego frente a la Plaza Italia, hasta llegar a su localización actual.
Se instituyó como el primer Centro de Partos de Lima Metropolitana, hubo un tiempo en el cual allí se desarrollaba el control pre natal, el parto y el post parto. En 1960 llegó atender 120 partos diarios, fue el momento más alto de su historia con 24.000 partos al año.
Era la famosa época de las “dupletas”, dos mujeres permanecían en una cama, pues la demanda era demasiada y el número de camas no era suficiente. Con el tiempo la atención de partos se fue descentralizando con la aparición de los Centros Maternos Infantiles de los otros distritos.
El presente de la ex Maternidad de Lima
Erika tiene 18 años y 5 cm. de dilatación, ya no puede aguantar más el dolor, gime con cada contracción; al parecer ya pasó la reacción de la primera dosis de la anestesia epidural que le colocaron para ayudarla en el trabajo de parto. Ya tiene 3 horas recostada en una de las 20 camillas del Centro Obstétrico de la ex Maternidad de Lima, pero aún faltan dos más, me dice la enfermera Luisa Márquez.
Ahora viene la segunda dosis de anestesia, el especialista que está junto a ella coloca el calmante, Erika cierra los ojos y frunce el ceño, parece encontrarse entre un estado de tensión y relajación, seguramente piensa en qué momento acabará todo este dolor. Así como ella, muchas primerizas vienen solicitando este tipo de parto llamado analgesia del parto, brindado en casi todas las clínicas, y que ahora también se realiza con mucho éxito en este hospital.
Mientras ella espera con dolor que los minutos corran para poder tener a su primogénito en brazos, la quietud de las demás habitaciones llama la atención. “Actualmente ya no hay muchos partos, el número se ha reducido considerablemente y esto se debe a la descentralización del servicio hacia las postas y centros de salud”, me explica la enfermera Márquez. Precisamente, este año se han aliviado 5 mil partos derivándolos a otros nosocomios.
Al recorrer sus pasillos se pueden ver las salas de parto vacías, pero muy bien acondicionadas, cada una tiene una camilla, un baño, equipos y material para un buen trabajo, como bien dicen sus enfermeras, “no tenemos nada que envidiar a las mejores clínicas del país”.
Incluso cuentan con dos salas especiales: la primera tiene una gran piscina muy bien acondicionada para realizar el famoso parto bajo el agua, aunque no se ha realizado oficialmente ninguno. Junto a ella se encuentra la sala de parto vertical, aproximadamente 6 partos de este tipo se realizan al mes.
La enfermera Márquez cuenta que fue pensado para la mujer del campo, donde es costumbre dar a luz parada, la diferencia con las demás habitaciones es la camilla, la cual es ligeramente inclinada y facilita la labor de parto.
Ella misma explica que si el bebé de Erika tuviera alguna complicación, inmediatamente es llevado a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal. Esta área funciona 10 años y cuenta con 30 incubadoras, considerada la más grande del país, aunque en momentos críticos colapsa y han terminado alquilando la UCIN de clínicas, como del Hogar de la Madre.
A través de grandes vidrios se puede ver cómo estos bebés son recuperados en diferentes máquinas, conforme se va avanzando se aprecia a algunas madres con los pequeños en su pecho, transmitiéndole calor maternal. La habitación final se llama intermedio IV, donde están los bebés que van a ser dados de alta, y ya están con sus padres; allí el ambiente es tibio, muchas veces la temperatura puede llegar hasta los 26 grados.
“Muchos de las complicaciones que se dan en el parto, sobre todo la prematuridad, pueden ser prevenidas con un buen control de la madre”, destaca el Sub Director de la ex Maternidad, Carlos Alvarado. Es así que la Unidad de Cuidados Intensivos Materna, otra área vital y la primera en su tipo en el país, sería solo utilizado por las madres con problemas de mayor riesgo.
Esta es la nueva misión del Instituto Materno Perinatal, denominado así desde 1996, atender a las pacientes que vienen con ciertas patologías como VIH, tuberculosis, etc. La tarea se está cumpliendo poco a poco, el camino es ahora la atención especializada y la investigación siempre en beneficio de las madres y bebes peruanos.
(María Fernández Arribasplata)
Fotos: Instituto Nacional Materno Perinatal
Consuelo Vargas, Giovanna Fernández, Miguel Carrillo/ El Comercio