La cabeza de Juan
¿Negocio? ¿Puntazo? El empate ante el Sport Huancayo no ha despertado mayor entusiasmo, pese a que el equipo del paraguayo Cubilla es uno de los más fuertes del campeonato y a que por obra y gracia de la bendita rotación, Reynoso presentó un once con muchos cambios.
A primera vista, lo mejor del partido fue la notable actuación de Raúl Fernández. Para mi gusto, sin embargo, lo más destacado fue el dibujo táctico del ‘Cabezón’, que amarró al rival desde los primeros minutos hasta aburrirlo y dejarlo sin ideas. Fue una tarde casi perfecta del cuarteto defensivo, con menciones destacadas para Rabanal y los centrales. En el medio, Fito, Toñito y Vásquez le cortaron el flujo a la volante huancaína, mientras que Piero y La Torre pelearon arriba con entusiasmo, aunque con pocas ideas. ¿Pudimos perder? Por supuesto. La apuesta de jugar al filo suele traer ese riesgo.
Ahora vienen Bolo y las especulaciones. De haber concluido la primera parte del torneo el domingo, la crema enfrentaría en la liguilla a Alianza, Cristal, Melgar, Huancayo, Gálvez, Alianza Atlético y Sport Áncash. Dos rivales clásicos, tres partidos en la altura y las difíciles plazas de Chimbote y Sullana. ¿Es momento de jugar con los resultados para acomodarnos en un grupo menos complicado? ¿El pragmatismo debe vencer al corazón?
No sería extraño que Reynoso apueste por varios Sub 20 ante los tacneños. De acuerdo con el portal de Ovación, la crema debe 919 minutos y ante Bolo, jugando en casa, bien podría ser la ocasión de hacer jugar a los tres que permite el reglamento. Luego vienen Vallejo en el Monumental y Gálvez en Chimbote, dos partidos complicados que dejan poco espacio para los experimentos. Y todos sabemos lo analítico que suele ser el ‘Cabezón’.
Soy un convencido de que si un equipo quiere ser campeón, debe vencer al rival que aparezca en el camino, al margen de cuál sea su poderío. Tratar de acomodar los resultados a fin de buscar el grupo que mejor nos convenga quizás sea lo más racional, pero no va conmigo. Esto me hace recordar lo que se dijo en el Mundial Argentina 78, tras la vuelta de la selección. Aquella vez algunos periodistas señalaron que Perú debió ser más cerebral y apostar por un segundo puesto en su grupo para evitar a los dueños de casa en cuartos de final (que, como sabemos, nos hicieron pasar la peor vergüenza de nuestra historia). ¿Hubiera sido lo mejor? Imposible saberlo. Es fácil ser generales después de la batalla; lo difícil es tener cabeza fría y tomar decisiones complicadas en los momentos más calientes.
¿Qué piensan ustedes? ¿Hay que jugar pensando en la tabla? ¿Es hora de ser más analíticos que románticos? ¿Qué decidirá Reynoso?