Cerca de la Sudamericana, lejos del buen fútbol
Que la ‘U’ se encuentre en zona de Copa Sudamericana es una noticia que entusiasma, aunque las distorsiones de la tabla, propias de nuestro irrepetible campeonato – Huancayo tiene un partido menos, Inti Gas y San Martín 2- indiquen que esta situación puede ser efímera. Lo que preocupa, y mucho, es el pobre fútbol mostrado, en particular en el último partido. A Gálvez se le venció 3-0 con un juego terrible, repleto de errores técnicos. ¿Por qué se ganó? Porque la defensa chimbotana fue una lágrima y en el arco crema estaba Luis Llontop.
Resulta poco creíble que en un partido ganado por goleada, la figura haya sido el arquero del vencedor. Pero así fue. Llontop jugó un encuentro cercano a la perfección. Sacó por lo menos tres pelotas claras de gol y dio una seguridad que hace tiempo no se sentía en el área crema.
Del resto del equipo poco podemos decir. Solo un fútbol tan pobre, y generoso, como el peruano permite que sigan en actividad jugadores tan limitados como Juan Carlos La Rosa. No dudo de su entrega, tampoco de sus buenas intenciones, pero resultaba desesperante verlo convertido en la aduana del equipo y estropear la jugada más simple por su paupérrimo manejo del balón.
A pesar de su gol, Calcaterra jugó un partido olvidable, aunque era evidente que extrañaba tener al lado a alguien que le devolviera una pelota y no un ladrillo, misión virtualmente imposible con compañeros como Tomasevich o Willy Rivas a quien, encima, Ñol mandó a jugar en el arranque con el perfil cambiado.
Polo siguió siendo una sombra de lo que alguna vez fue por una sencilla razón: no arriesga. Cierto es que a lo largo de la temporada ha jugado en diversas posiciones, sin embargo la noche del viernes era evidente su temor a intentar un amague. Incluso cuando recibía la pelota con espacios para picar, prefería detener su carrera y retroceder el esférico, restándole sorpresa al ataque.
De otro lado, ese juego sin pelota que tanto se elogió al inicio de la era Ñol parece haberse mudado de barrio. Ausentes, desmotivados, con los pies soldados al césped, la crema fue un equipo atortugado, que recién mejoró ligeramente con el ingreso de Rainer Torres.
Todos sabemos que la ‘U’ tiene un plantel corto, que no se eligió bien a los refuerzos; pero, ¡cómo se extraña esa vibración, esa dinámica, que se transmitía hasta la tribuna cuando el equipo luchaba por no descender!
Espero sus comentarios. Un abrazo para todos.