Si lo tuyo no es apostar por las grandes dosis de color, una de las opciones es decorar con la paleta de neutros. “Se conocen por ser colores base, como el blanco, negro, gris, arena y hueso. Por lo general, son gamas mezcladas con blanco o negro”, refiere la arquitecta Johanna Tresierra. En esta categoría también figuran el beige, crema, marrón, e incluso el azul.
La arquitecta Gwendolin Heyne, docente de la carrera de Arquitectura de Interiores de Toulouse Lautrec, explica que transmiten elegancia, sofisticación y sosiego. “En sus tonalidades más claras, como el blanco, crema y gris, crean una sensación de amplitud. Son los más empleados, ya que sirven de fondo (ideal para paredes y muebles de gran formato) y acompañamiento para las múltiples combinaciones”, indica.
En tanto, los neutros oscuros, como el negro, marrón y azul marino funcionan como contraste. “El negro otorga profundidad al ambiente, además de sofisticación”, explica la arquitecta Pamela Valqui.
Estas paletas son las más sencillas de emplear, porque combinan con casi todos los colores y estilos. Puedes mezclar el blanco con grises y topos con azulinos. En ambientes de diseño contemporáneo, minimalista o industrial, los grises son los más recurrentes.
Por lo general, la paleta de neutros actúan como fondo en los muros, techos y pisos, permitiendo agregar los acentos en el mobiliario y elementos decorativos. En estos ambientes, puedes utilizar las tonalidades oscuras, como el negro o gris, solo para resaltar alguna pieza. Además, si empleas el color blanco como base en las paredes, puedes usar arena o marrón en el mobiliario, ya sea en el sofá, la mesa lateral y de centro, e incorpora cojines en tonos arena o hueso. Una manera de darle movimiento a las estancias dominadas por los neutros, es usando tonalidades más claras y oscuras de un mismo color para crear contraste. “Usar distintas intensidades de un mismo color ayuda a crear profundidad, zonas más opacas y otras más suaves”, señala Tresierra.
Juega con las texturas en los tapices estampados (emplea diseños geométricos o rayas para lograr dinamismo) y los revestimientos en las paredes, para romper con la monotonía sin recurrir a otro tipo de colores. Otra opción es aplicar técnicas como el estucado, para brindar un efecto diferente a los muros.