(Foto: Archivo)
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Julio Vizcarra Torres

Cada día que pasa, la distancia entre y se agranda. El club de La Victoria quiere seguir contando con el atacante por tres temporadas más, pero sus intenciones se estrellan con las desorbitadas pretensiones que pide el padre del futbolista de 22 años. En el cuadro íntimo no pierden la esperanza de llegar a un acuerdo aunque este escenario parece lejano.

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Quevedo, jugador al que Alianza fichó después de su paso como juvenil en Universitario de Deportes, parece haber puesto contra las cuerdas al conjunto victoriano, que en los últimos años aseguró a sus jóvenes figuras con contratos largos.

Kevin llegó en el 2017 y, después de tres campañas (y un campeonato nacional), se iría al extranjero dejando a los blanquiazules con un sabor amargo, ya que el negocio que tenían planeado con una importante venta se esfumaría.

Que el extremo, goleador aliancista en el año con 14 tantos, está teniendo un buen 2019 es inobjetable. Sin embargo, que por su presente goleador quiera un aumento de más del cien por ciento es bastante descabellado. Y ante esta situación, Alianza Lima no debería ceder. Aun pensando en una posible gran operación con un equipo del extranjero.

El otro problema que muestra el caso de Kevin Quevedo es que los íntimos en la actualidad tienen pocos jugadores para exportar, por lo que se resisten a perder tan fácilmente al excrema.

En tanto, cuando nos referimos al extremo hablamos de un jugador de 22 años que muestra sus credenciales en el torneo doméstico, tan mentiroso como sorpresivo. Esta temporada, Quevedo tuvo la chance de mostrarse en la Copa Libertadores y en los Juegos Panamericanos disputados en nuestro país. Solo en los Juegos Panamericanos Lima 2019 tuvo chispazos aunque nunca apareció como el atacante veloz y desequilibrante por banda.

Es verdad que su buen año hizo que el profesor Ricardo Gareca lo convocara a la selección mayor hasta hacerlo debutar en el amistoso frente a Ecuador en Estados Unidos. Pero no es argumento suficiente para poner condiciones como si se tratase de un futbolista consagrado.

Durante la Copa América 2019, Juan Carlos Oblitas, director deportivo de la Federación Peruana de Fútbol, me comentó que “hay un fenómeno que se está dando en el fútbol peruano de que sacan al exterior a chicos de 18 años para no jugar. Hay una tendencia por sacarlos del país y pasan cuatro, cinco años y no juegan. Y después vuelven”. Y la sensación que hoy tengo es que el extremo podría pasar por una situación similar si no decide bien.

Nadie sabe en dónde jugará Kevin Quevedo el próximo año. Se habla de Alemania y Portugal, al tiempo que Alianza Lima no tira la toalla por mantenerlo en sus filas por unos años más. Ojalá el entorno del jugador elija una opción que le permita seguir creciendo y jugando.

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