Tuvo que pasar una generación entera para celebrar. Cuando Perú ganó su último sudamericano juvenil de golf, ninguna de las chicas que lograron el título en Montevideo había nacido. Pasaron 30 años para que el golf femenino vuelva a ser campeón sudamericano y, así, clasificar por primera vez al Mundial de la categoría. Un master class. Una best ball de las campeonas.
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“Las buenas ejecutorias de una gran generación, liderada por Aitana Tuesta, Ariana Urrea y Camila Zignaigo, le permitió a las incas quedarse con esta emocionante celebración”, graficó la misma organización del torneo. Y sí, se trata de un equipo que ha llevado al Perú a dar un gran paso en la disciplina.
Perú logró su quinto título sudamericano juvenil femenino, pero tuvo que esperar 31 años para volver a celebrar y Camila lo hizo por partida doble, al ganar a nivel individual y por equipos. “Sabíamos a lo que íbamos, que teníamos nuestras chances, así que a pesar del tiempo no diría que fue sorpresivo, fue algo muy trabajado”, dice a DT la joven golfista de 17 años.
Camila logró el título individual con un gran cierre de torneo, pero tuvo que esperar hasta el último golpe de Luana Valero para confirmar su victoria. “Fue bastante bonito, muy intenso. Eso demuestra que todo esfuerzo viene con recompensa y este es un trabajo que hemos hecho las tres en estos años”, reflexiona. La Federación de Golf invierte cerca de 100 mil dólares por temporada para que los chicos viajen y los frutos están dándose.
En junio tendrán oportunidad de seguir creciendo. Se medirán ante rivales como Estados Unido, acaso la meca del golf, España y el anfitrión Japón. Es la primera vez que un equipo juvenil femenino compita en un evento así y los varones solo lo hicieron una vez, en el 2017. “Me siento confiada en el equipo que tenemos. Hemos crecido mucho y haberle ganado a Colombia, que ganó el Sudamericano en los últimos siete años, demuestra que somos capaces de mucho más”, se arenga Camila.
—Su historia—
Y son un equipo que se conoce mucho. Camila y Ariana Urrea son de la misma categoría y se conocen hace una década. A ellas se les suma Aitana Tuesta y las tres son del Country Club La Planicie.
Ellas son fruto de la competitiva actividad golfística que hay en Lima, sobre todo en los meses de veranos, donde –cuenta Camila– suele haber hasta un torneo semanal. Luego a lo largo del año se dan torneos abiertos o juniors de manera mensual y existen proyectos como el de Las Chicas del Golf, creada por Magdalena Villar, que impulsa las competencias para mujeres.
Camila jugó golf y fútbol. Hizo natación y atletismo, pero cuando le tocó decidir por un deporte, eligió el primero, el que más la atrapó, el que ha hecho que viaje por diversos lugares y conocer a mucha gente. “Nunca he visto que el golf me prive de tener una vida aparte, al contrario, me ha abierto más puertas”, nos cuenta y recuerda que empezó a jugar porque su papá conoció el deporte mientras estudiaba una maestría en Estados Unidos y pensó que sería una buena idea que sus hijos lo practiquen. A Camila le encantó.
Y le gusta tanto que seguirá ese camino cuando acabe el colegio. A sus 17 años, Camila ya decidió seguir en este deporte. Este 2024 finaliza la secundaria, que lleva de manera virtual, y el próximo se unirá a la Universidad de California, Berkeley, donde jugará golf en el circuito universitario a la par de sus estudios de Economía.