Todos los que nos hemos formado en los pasillos de El Comercio hemos sentido la presión paralizante de la primera nota firmada. Todos, incluso los veteranos, hemos sido sometidos al batallón de preguntas de nuestros editores en ese momento. ¿Cruzaste esa información? ¿Confirmaste con esa fuente? ¿Revisaste el archivo? ¿Verificaste ese dato? Y es ahí cuando los 180 años de historia de El Comercio se sienten. Pesan. Por eso cuando esa nota finalmente aprueba todos los filtros y se publica, nos quedamos con una mística especial. La de haber honrado un legado.
Esa misma adrenalina se repite todos los días. En cada nota. Y no hablamos solo de la versión impresa. Hasta hace una década, en El Comercio aún se pensaba que el periodista era el que escribía en papel. Incluso teníamos un equipo web y otro print que ni siquiera estaban juntos en la redacción. Felizmente hace unos años eso se acabó. Hoy no hay periodistas de un lado y del otro. Hay periodistas y punto.
Y periodistas que se han adaptado a una nueva dinámica informativa, a nuevas tecnologías, a una nueva manera de relacionarse con los lectores. Porque son ellos, los lectores, a quienes nos debemos.
Nuestra audiencia no solo recibe nuestros artículos, también los comentan, los comparten, los usan para tomar decisiones y abrir sus propios debates. Por eso en tiempos de sobreabundancia de información y de fake news, la firma del periodista y el respaldo de la marca es más importante que nunca. Detrás de cada nota publicada hay 180 años de prestigio en juego y está el nombre y la reputación de un periodista dispuesto a rendir cuentas por su trabajo.
Y es necesario que el lector lo sepa. Que sepa que detrás de las 400 notas diarias que publica El Comercio en sus distintas plataformas hay normas establecidas y sistemas de control y verificación. Que sepa que nos guiamos por Principios Rectores que son ideas fundamentales que nos orientan en nuestro trabajo diario y por un Libro de Estilo que fija reglas éticas y de uso de lenguaje en la redacción.
Que sepa que si alguien firma en El Comercio como periodista es porque es un profesional. Una persona que se acerca a la información respetando procesos para investigar y cotejar. Que sabe que se juega su futuro profesional en lo que escribe o dice.
Por eso presentamos Desde la Redacción, una nueva sección donde contaremos lo que sucede entre bastidores en El Comercio. Cómo trabajan los periodistas, cómo tomamos determinadas decisiones, anécdotas sobre coberturas informativas, testimonios de nuestros reporteros, detalles sobre nuestros futuros proyectos y consejos para estudiantes de periodismo. El día a día del decano de la prensa peruana contado por sus periodistas.
Un espacio donde también queremos recoger sus opiniones, sus comentarios, sus preguntas, críticas y recomendaciones. Porque gracias a su apoyo podremos seguir haciendo un periodismo de calidad, con rigor, credibilidad y amplitud de contenidos.
Bienvenidos a la redacción.
Juan Aurelio Arévalo Miró Quesada
Editor de informes especiales