“Inspirada en ti, madre luchadora, resumo en dos palabras mi propuesta de gobierno: mano dura. Sí, mano dura para salvar a nuestras familias”, dijo ayer Keiko Fujimori, como parte de su estrategia para posicionarse en la carrera hacia a la presidencia.
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La candidata de Fuerza Popular se ha unido casi en simultáneo al discurso que sus contendores de Victoria Nacional y Podemos Perú, George Forsyth y Daniel Urresti, respectivamente, también han planteado de llegar a Palacio de Gobierno: “mano dura” y “firmeza”.
Aunque Forsyth y Urresti plantean “mano dura” para luchar contra la inseguridad ciudadana, Fujimori además dirige el término a otros sectores, como la economía o el manejo de la pandemia.
Mensaje efectista
Para el politólogo Paolo Sosa, existe un porcentaje importante de la población que considera la inseguridad como tema central por resolver.
Explicó que superar este problema se relaciona con la “mano dura” y la aplicación de penas más drásticas. “[El mensaje] sí puede tener recepción frente a un sector que considera que los crímenes tienen ese discurso de mano dura”, apuntó.
En octubre del año pasado, una encuesta de El Comercio-Ipsos reveló que, para el 61% de ciudadanos, la corrupción es el principal problema del país. La delincuencia, el segundo con 49%.
Hace unos días, Forsyth publicó un mensaje en el que reclamaba “principio de autoridad” en el país. “¿Cómo cambió La Victoria? con principio de autoridad, con pantalones, pero acá se perdió todo tipo de autoridad. Necesitamos una policía empoderada para que nos defienda a todos los peruanos”, señaló.
Al presentar al exministro César Gentille como parte de su equipo, este también planteó aplicar “mano dura” como parte de las propuestas de campaña. “Haremos uso de todos los recursos y herramientas legales para estar un paso delante de la delincuencia y de esta manera, en el marco de la legalidad, actuaremos con prontitud, oportunidad y mano dura”, dijo.
En tanto, Urresti ha prometido “mano firme” contra la delincuencia. “¡Ya verán cuando llegue a la presidencia!”, escribió en sus redes sociales.
Sin embargo, se trata de un recurso al que ya han recurrido los tres candidatos en el pasado. En la campaña del 2016, Keiko Fujimori también habló de “mano firme” contra la inseguridad. Forsyth, durante su gestión en La Victoria, protagonizó diversos operativos con gran despliegue de la Policía Nacional. Urresti hizo lo propio como ministro del Interior.
Sosa añadió que las tres candidaturas “reclaman el mismo discurso”, lo que provoca que un sector del electorado se fragmente.
“Son candidatos que se han dado cuenta de que sus nichos de crecimiento están un poco estancados, que ya no pueden hacer más campaña hacia el centro, entonces buscan un nicho mucho más específico, pero los tres están peleando por lo mismo, y los tres candidatos tienen planteamientos económicos muy similares , es un discurso que apela a esta necesidad de urgencia, son muy efectistas”, explicó.
Falta de propuestas
Ricardo Valdés, exviceministro de Seguridad Pública, sostuvo que se trata de un “mensaje político”. “Me parecería positivo que ese concepto de mano dura se desagregue en indicadores que podamos observar y medir, ¿qué significa mano dura? Eso tiene que expresarse en indicadores”, manifestó.
El especialista recalcó que es necesario que se presenten propuestas concretas y que los candidatos no se queden en “mensajes vacíos”.
“El problema de seguridad es integral, no solo atañe a la policía, sino a los juzgados, al Ministerio Público, a la ciudadanía, hasta ahora no he escuchado a ningún candidato que nos presente una visión integral de la seguridad, si seguimos recibiendo visiones parciales en mensaje populistas el mensaje no se va a solucionar”, aseveró.
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